Arrecifes artificiales de neumáticos, un experimento decepcionante
Medio siglo después de haber sumergido en mares y océanos millones de neumáticos para crear arrecifes artificiales, el resultado es decepcionante y países como Francia empezaron a extraer los suyos para frenar el deterioro del medio marino.
Publicaciones
científicas calculan que hay unos
200 sitios en el mundo donde se
llevó a cabo este experimento de la
mano sobre todo de Estados Unidos,
Malasia, Israel y Francia.
La Agencia de
Zonas Marinas Protegidas francesa
empezó esta semana a retirar una
parte de los 25.000 neumáticos
sumergidos en los años 1980 en el
Mediterráneo.
El arrecife, como
otros en el mundo constituidos por
neumáticos pegados los unos a los
otros, no resistió a la marejadilla
ni a las corrientes. Las piezas de
caucho se dispersaron, deteriorando
el paisaje submarino y los
ecosistemas vecinos.
“La colonización
de (especies) nunca sucedió porque
los neumáticos usados estaban
cubiertos de hidrocarburos y porque
su descomposición progresiva libera
metales pesados tóxicos para los
organismos marinos”, explica a la
AFP Jacky Bonnemains, portavoz de la
asociación ecologista Robin des
Bois.
“¡Los neumáticos
no forman parte del medio marino!”,
lanza, como una evidencia, Gerard
Veron, del laboratorio de fuentes
pesqueras del Instituto Francés de
Investigación para la Explotación
del Mar (Ifremer).
Francia retirará
primero 2.500 piezas y tras su
evaluación podría retirar el resto
en 2016.
Estas fueron
sumergidas con el fin de desarrollar
la reproducción de peces y potenciar
la pesca, recreando un hábitat
artificial en una zona desprovista
de arrecifes. Hace treinta años, los
neumáticos eran considerados “no
contaminantes”, según la Agencia.
Postes de
electricidad y escaleras bajo el
agua
La Organización
Marítima Internacional (OMI)
recuerda que desde siempre se han
creado arrecifes artificiales en el
mundo. Por ejemplo, hace tres mil
años, las piedras que servían para
lastrar las almadrabas para la pesca
de atún fueron abandonadas en el
Mediterráneo, convirtiéndose con el
paso del tiempo en hábitats para la
fauna.
Con el fin de
aumentar los recursos pesqueros,
sobre todo en el Mediterráneo,
Francia empleó desde 1968 materiales
usados como postes eléctricos,
escaleras de cemento, pecios y
finalmente, neumáticos.
Francia cuenta
con 90.000 m3 de arrecifes
artificiales, muy por detrás de
Japón, en el primer puesto mundial
con 20 millones de m3. Estados
Unidos ocupa el segundo lugar con
más de 1.000 arrecifes artificiales.
En Florida, cerca de dos millones de
neumáticos fueron colocados en 1972
frente a la ciudad de Fort
Lauderdale, a propuesta del gigante
estadounidense Goodyear.
El fabricante de
neumáticos “dijo que sería útil para
los pescadores y el mar”, recuerda
Jacky Bonnemains. “Lo hizo para dar
a una acción voluntaria de abandono
de residuos en el medio ambiente una
falsa impresión de utilidad”,
denuncia esta ecologista.
En Florida, como
en otros lugares, tras numerosas
tormentas y huracanes, los
neumáticos acabaron despegándose y
aparecieron en las playas, dañando
los arrecifes de coral alrededor.
El departamento
de protección de medioambiente del
Estado de Florida, que hizo una
retirada parcial de neumáticos entre
2007 y 2010, estima en su sitio
internet que la amenaza que suponen
estos arrecifes artificiales es
“seria”.
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