Localizan un submarino británico hundido durante la II GM
El HMS Saracen destacó por su lucha frente a la armada italiana y la marina de guerra nazi en el mar Mediterráneo
Víctor Úcar | Pasó a la Historia como uno de los submarinos más
importantes de la Marina Real británica durante la Segunda Guerra
Mundial. Con sus exitosas y eficaces operaciones navales contra
italianos y alemanes se convirtió en un referente de la lucha en el mar
para el bando aliado. Pero además, las peculiares circunstancias que
rodean su prematuro hundimiento alimentan aún más su leyenda.
El
ataque de dos corbetas italianas el viernes 13 de agosto de 1943 dañó
gravemente la estructura del HMS Saracen, pero su supersticioso capitán
convenció a la tripulación para evitar que el submarino se hundiese en
una fecha asociada a la mala suerte. Fue en la madrugada del día
siguiente cuando la célebre embarcación quedó confinada en las
profundidades del Mediterráneo, cerca de la isla francesa de Córcega.
Hace dos años, la Unidad Arqueológica Subacuática francesa (DRASSM)
emprendió la búsqueda del célebre navío utilizando un sónar de barrido
lateral como paso previo al envío de una cámara robótica a las
profundidades de la costa de Bastia. Sin embargo, el proyecto quedó en
manos de un grupo de ingenieros italianos, que son los que han
localizado a 400 metros de profundidad, envuelto en corales blancos, el
famoso submarino británico de clase S.
Vida corta, pero fructífera y muy intensa
Construido en 1940, el HMS Saracen comenzó su actividad a principios de
1942 en el Mar del Norte. Y solo unos meses después lograba su primer
éxito: hundir el buque alemán U-335, del que solo sobrevivieron dos de
sus 44 tripulantes. Tras esa operación cerca de las Islas Feroe, el
submarino británico fue enviado al Mediterráneo, dónde en poco tiempo
conseguiría aumentar su prestigio a base de hundir barcos italianos y
alemanes y lanzando torpedos a puertos enemigos.
El submarino
italiano Granito, el auxiliar María Angelette, los remolcadores
franceses de Vichy Provincale II y Marsellesa V, los buques mercantes
italianos Tagliamento y Trípoli o el alemán Tell fueron algunas de las
víctimas más relevantes del HMS Saracen. Embarcaciones que, según los
registros británicos oficiales, acabaron hundidas bajo el agua por la
efectividad de sus torpedos.
Pero después de atemorizar a sus
enemigos durante un año, en agosto de 1943 la aventura del submarino
británico llegaba a su fin. Patrullando la costa de Bastia, en Córcega,
el HMS Saracen fue sorprendido por el ataque de las corbetas italianas
Minerva y Euterpe, lo que ocasionó graves daños en la nave británica.
El hecho de que el suceso tuviera lugar un viernes 13 de agosto hizo
que su supersticioso capitán, Michael Lumby, convenciese a su
tripulación para permanecer bajo el agua hasta el día siguiente. Su
objetivo era evitar que la embarcación se hundiese en una fecha
identificada con la mala suerte. De este modo, a las 2 de la madrugada
del 14 de agosto de 1943, el jefe de ingenieros del submarino ordenaba
abrir las rejillas de ventilación de unos motores aún en funcionamiento
para iniciar la huida hacia la superficie.
Dos de los 48
tripulantes se ahogaron mientras escapaban de la nave durante el
hundimiento y algunos de los supervivientes fueron capturados por
busques italianos y enviados a campos de prisioneros alemanes, entre
ellos el capitán Lumby. No obstante, apenas unas semanas después eran
puestos en libertad debido a la capitulación de Italia en la Segunda
Guerra Mundial.
La liberación de Córcega
Una placa de
mármol con el escudo de la nave en bronce honra a los fallecidos y al
submarino británico en la ciudad de Bastia. En su parte posterior, reza
el siguiente mensaje: "En memoria del HMS Saracen y su tripulación, que
jugó un papel vital en la Liberación de Córcega. Hundido el 14 de agosto
de 1943". Antes de su hundimiento, tres agentes británicos de la Royal
Navy alcanzaron la bahía corsa de Cupabia para espiar a las fuerzas del
Eje e informar a los aliados de sus planes en el marco de la Operación
Frederick. También ellos tienen un memorial de granito en la bahía
mediterránea.
El consentimiento del gobierno colaboracionista de
Vichy permitió que esta estratégica isla fuese ocupada entre 1940 y 1943
por más de noventa mil soldados italianos y alemanes. Parte del pueblo
corso se opuso a la ocupación extranjera y se retiró a la zona de maleza
que cubre gran parte de la isla, organizándose en maquis. En cambio,
otra parte de la población acogió desde el principio a los italianos
como libertadores.
Durante 1943 Córcega se erige como cabecilla
de la resistencia francesa, ayudada por el envío de soldados galos por
parte del general Charles De Gaulle. Y en octubre, la isla pasa a ser el
primer departamento francés totalmente liberado, un ejemplo que se
utilizaría como base para la liberación de Europa de la amenaza nazi.
El Saracen compartió denominación con un destructor de la Primera
Guerra Mundial que utilizó la Marina Real en el Mar del Norte y el Canal
de La Mancha, y con otros cuatro navíos del siglo XIX. El
descubrimiento cierra el relato de un navío que ayudó a combatientes de
la resistencia de Córcega y a espías aliados durante la última contienda
bélica mundial.
ESCAFANDRA/em
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