Descubren una especie de molusco que pudo sobrevivir al periodo de desecación del Mediterráneo
Investigadores
del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) han descubierto
que, según el estudio de las variaciones de su ADN, Dendropoma petraeum,
un molusco gasterópodo que forma microarrecifes, podría haber
sobrevivido a la desecación que provocó en el Mediterráneo el cierre del
Estrecho de Gibraltar hace unos 6 millones de años y el exceso de
evaporación posterior.
Conocido
como Crisis del Messiniense, este evento geológico y paleoclimático,
que duró unos 600.000 años, provocó que la cuenca mediterránea quedara
reducida a una
de lagunas de aguas salobres, por lo que generalmente se asume que,
igual que en el mar Muerto, durante este periodo desaparecieron todas
las formas de marina.
"Es el
evento geológico que más influencia ha tenido sobre la flora y la fauna
del Mediterráneo; de hecho, se asume de forma mayoritaria que el
Mediterráneo volvió a tener vida cuando, aparentemente de forma abrupta,
la cuenca mediterránea se llenó con agua atlántica al abrirse
nuevamente el Estrecho", explica José Templado, investigador del MNCN.
"Por eso se acepta que la flora y fauna mediterráneas proceden de
especies atlánticas que lo han poblado durante los últimos cinco
millones de años", continúa el investigador.
Dendropoma
petraeum es un molusco gasterópodo (animales con concha, como los
caracoles). Se trata de una especie protegida por la legislación europea
y española, que presenta la peculiaridad de poseer una una concha en
forma de tubo irregular, al contrario que en otros gasterópodos de
concha normalmente espiralada. Dicho molusco forma agregados junto a
algas calcáreas, creando pequeños arrecifes en las áreas más cálidas de
Mediterráneo. "Un estudio genético previo descubrió que bajo este nombre
se agrupaban cuatro especies crípticas, es decir, especies muy
similares morfológicamente pero genéticamente diferentes", explica la
investigadora del MNCN Annie Machordom.
"Hemos
estudiado en qué momento de la historia geológica del Mediterráneo se
originaron estas especies, posiblemente por un proceso de fragmentación
de las poblaciones de una especie original y el posterior aislamiento de
las mismas", continúa Machordom. Gracias a los 'relojes moleculares' se
calibran las tasas de variación del ADN y se puede averiguar, con
cierto margen de error, desde hace cuánto tiempo permanecen
genéticamente aisladas estas especies. "Queríamos relacionar el proceso
de especiación de estos moluscos con los geológicos y climáticos del Mediterráneo y lo hemos hecho calibrando las tasas de variación del ADN", añade Templado.
Las
dataciones de las cuatro especies estudiadas implican que se originaron
dentro del Mediterráneo hace entre 6 y 7 millones de años, por lo que
debieron persistir en este mar durante la Crisis del Messiniense. "Estos
datos contradicen la teoría de la extinción masiva e indican que
debieron persistir dentro de la cuenca mediterránea zonas con masas de
agua de salinidad tolerable para algunas especies", explica Templado.
"Si se
acepta que ninguna especie marina sobrevivió a esta crisis, los
resultados obtenidos indican que en estos moluscos las tasas de
evolución de su ADN serían muy superiores a las estimadas en la mayoría
de grupos animales, es decir que genéticamente evolucionan más rápido
que la mayoría de las especies", concluye el investigador. (Madri+d)
20/06/15
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