Climatología
La fusión de los glaciares de Svalbard aumentaría 17 milímetros el nivel del mar
Un grupo internacional de glaciólogos, entre los que se encuentran
Francisco Navarro, Jaime Otero y Javier Lapazaran, profesores del
departamento de Matemática Aplicada a las Tecnologías de la Información y
las Comunicaciones de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), en
España, han realizado un estudio publicado en el Journal of Glaciology
sobre el archipiélago noruego de Svalbard, situado en el océano Ártico,
que sufre desde hace tiempo grandes pérdidas de masa glaciar por efecto
del calentamiento del planeta.
Hasta la fecha, las estimaciones del volumen total de hielo de
Svalbard disponibles en los registros eran muy dispares, variando entre
5.229 y 9.690 kilómetros cúbicos. Ante la imposibilidad de medir con
técnicas como el georradar el volumen individual de los más de 1.600
glaciares existentes en Svalbard, las estimaciones de volumen se basan
en relaciones de escala entre volumen y área, calibradas a partir de
datos reales medidos con georradar.
Al ser estas medidas muy escasas en la zona, debido a las
dificultades logísticas y de acceso, los resultados eran muy pobres.
Ampliar significativamente el número de medidas disponibles fue, por
tanto, el primer reto que tuvieron que afrontar los investigadores.
Durante los últimos quince años, Francisco Navarro y su equipo, junto
a un grupo de investigadores rusos, polacos y noruegos, han efectuado
decenas de mediciones que, unidas a las que ya habían realizado otros
glaciólogos, han compilado en un inventario de medidas de georradar
sobre los glaciares de Svalbard.
Este conjunto de datos ha permitido obtener una relación volumen-área
mucho más ajustada que la disponible hasta la fecha. Fruto de las
nuevas aportaciones, y de las ya existentes, han sido capaces de estimar
con mayor exactitud el volumen total de hielo que contienen los
glaciares de este archipiélago ártico, 6.700 ± 835 kilómetros cúbicos.
Georradar para medir el espesor de la nieve y GPS. (Foto: UPM)
Este resultado supone dar a conocer cuál sería la contribución
potencial de la fusión de los glaciares de Svalbard al aumento del nivel
del mar, que Navarro y su grupo han estimado en 17 ± 2 milímetros.
Durante los últimos años, la contribución del departamento de
Matemática Aplicada a las Tecnologías de la Información y las
Comunicaciones de la UPM –adscrito a la Escuela Técnica Superior de
Telecomunicación de la UPM– a través del profesor Navarro y su equipo se
ha centrado en aspectos matemáticos y tecnológicos.
El Panel Intergubernamental de Cambio Climático indicaba en su
informe de 2013 que, de los 3,2 milímetros por año estimados como
promedio del aumento del nivel del mar entre 1993 y 2010, un 42,5%
correspondería a la pérdida neta de masa glaciar, aunque esta pérdida no
solo se produce por fusión, sino también en forma de desprendimiento de
icebergs.
“Los glaciares de Svalbard, al igual que los de otras regiones
árticas, se encuentran entre los que se han visto sometidos a un mayor
calentamiento durante el último siglo, por lo que su retroceso ha sido
bastante acusado, y las previsiones de cara a los próximos decenios
siguen apuntando en esta misma línea”, explica Navarro. “El aumento de
la precipitación en forma de nieve sobre las zonas glaciadas, típico de
un escenario de calentamiento, puede compensar parcialmente este efecto,
pero solamente ralentizando en cierta medida el ritmo de regresión de
los glaciares”.
Los glaciares forman una parte fundamental de la reserva de agua
dulce de la Tierra, pues se estima que contienen casi el 69% del total
(aunque esto solo supone un 1,7% del agua del planeta, que en su mayor
parte es salada).
Una hipotética desaparición de estas masas heladas y, en particular,
de los grandes mantos de hielo que cubren la Antártida y Groenlandia
alteraría tanto las condiciones meteorológicas globales como el régimen
actual de las corrientes oceánicas, implicando una reestructuración del
sistema climático a escala planetaria.
Los glaciares son responsables de la reflexión al espacio de parte de
la radiación solar incidente e intercambian masa y energía
constantemente con la atmósfera y el océano, de modo que influyen en la
circulación atmosférica y en la circulación oceánica. Pero con su
pérdida no solo resultaría afectado el clima.
En muchas zonas del planeta son una fuente importante de recursos
hídricos, esenciales para el regadío y el abastecimiento de agua potable
para las poblaciones que en ellas habitan. Y en otros lugares, incluso,
suponen un importante recurso paisajístico y turístico.
Además, según alerta el profesor Navarro, una hipotética desaparición
de las grandes masas de hielo supondría vivir en un planeta con un
nivel del mar superior en más de 70 metros al actual, lo que implicaría
la inmersión de amplias zonas costeras en las que se acumula una parte
importante de la población mundial.
El equipo de Navarro cuenta para sus investigaciones en el Ártico con
el apoyo logístico de estaciones polares rusas, polacas y noruegas.
También trabaja en la Antártida con el soporte logístico de la base
española Juan Carlos I, que se encuentra en la zona más cálida y está
operativa solo durante el verano austral.
“Las condiciones son infinitamente más duras en el interior del
continente, donde los 30 grados bajo cero es una temperatura normal en
verano, como lo son los 60 bajo cero en invierno”, aclara el profesor.
“Al poco de acabar mi carrera de Ciencias Físicas, viví durante un
año completo en las condiciones climáticas más extremas de mi vida. Fue
en la base antártica estadounidense Amundsen-Scott, el en propio Polo
Sur, donde experimenté temperaturas de hasta 76 grados bajo cero. ¡El
consuelo era que los rusos de la base Vostok, nuestros vecinos más
cercanos, a 1.000 kilómetros de distancia, pasaban todavía más frío!”,
bromea.
Forman parte también del equipo de investigadores Alba Martín,
actualmente contratada posdoctoral en la Universidad de Bristol (Reino
Unido) y antes becaria de doctorado en la UPM, y Malgorzata Blaszczyk,
de la Universidad de Silesia (Polonia). (Fuente: Universidad Politécnica
de Madrid)
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