lunes, 10 de agosto de 2015

La Zona Muerta del Golfo de México es ahora mayor de lo pronosticado

Viernes, 7 agosto 2015
Ecología

La Zona Muerta del Golfo de México es ahora mayor de lo pronosticado


Unos científicos han constatado que la zona submarina muerta del Golfo de México, la cual recibe ese nombre por la escasez o ausencia en ella de oxígeno, situación que puede matar a los peces y a muchas otras formas de vida marina, mide ahora 16.768 kilómetros cuadrados (6.474 millas cuadradas), una extensión por encima del promedio y también mayor que la pronosticada en junio por la Administración Nacional estadounidense Oceánica y Atmosférica (NOAA).

El tamaño medido este año equivale a un área semejante a las de Connecticut y Rhode Island juntas, y supera el tamaño de 13.085 kilómetros cuadrados (5.052 millas cuadradas) medido el año pasado.

Las “zonas muertas”, llamadas también áreas de hipoxia, son producidas por las escorrentías de nutrientes de la agricultura y otras actividades humanas en las cuencas y se ven altamente afectadas por la descarga de los ríos y la carga de nitrógeno presente en sus aguas. Los nutrientes de este tipo estimulan el crecimiento excesivo de algas que hunden, descomponen y consumen el oxígeno necesario para mantener la vida en el medio subacuático del Golfo. Las zonas muertas son un gran problema de calidad del agua. El Golfo de México tiene una de las más grandes del mundo de entre las de hipoxia causada por actividades humanas.

La nueva medición ha sido realizada por el equipo de Nancy Rabalais, directora ejecutiva del Consorcio Marino de Universidades de Luisiana (LUMCON), quien dirigió la expedición marítima efectuada entre los días 28 de julio y 3 de agosto.

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Mapa que muestra la distribución de oxígeno disuelto en agua profunda desde el 28 de julio al 3 de agosto, al oeste del delta del río Mississippi. Las áreas delimitadas en negro, áreas que van del rojo claro al rojo oscuro, tienen muy poco oxígeno disuelto. (Imagen: Nancy Rabalais, LUMCON / R Eugene Turner, LSU / NOAA)

Financiado por la NOAA y la Agencia estadounidense de Protección Medioambiental (EPA), el cartografiado anual de la zona muerta mediante mediciones pormenorizadas proporciona registros científicos esenciales de las tendencias de hipoxia en el Golfo, así como la principal indicación de progresos utilizada para determinar si los esfuerzos para reducir la descarga de nutrientes río arriba en el cuenca del Mississippi están dando resultados. Este año marca el muestreo anual número 30 realizado mediante barcos, que es la columna vertebral de la iniciativa de cartografiado.

Fuente natural de electricidad submarina que debió ser vital para el surgimiento de vida en la Tierra

Viernes, 7 agosto 2015
Bioquímica

Fuente natural de electricidad submarina que debió ser vital para el surgimiento de vida en la Tierra


Una de las necesidades esenciales de la vida en nuestro planeta es la electricidad. Eso no quiere decir que la vida precise de un enchufe y una toma de corriente, sino que toda ella, desde arbustos a hormigas, pasando por los humanos, aprovecha la energía a través de la transferencia de electrones (la base de la electricidad). Algunos expertos piensan que los primerísimos organismos parecidos a las células en la Tierra canalizaban electricidad desde el fondo marino utilizando estructuras burbujeantes con forma de chimenea, también conocidas como jardines químicos.

En un nuevo estudio, unos investigadores han cultivado sus propias chimeneas diminutas en un laboratorio, logrando usarlas para energizar una lámpara hasta encenderla. Este resultado demuestra que las estructuras submarinas podrían efectivamente haber proporcionado un impulso eléctrico vital a las formas de vida más antiguas de la Tierra.

Estas chimeneas pueden actuar como cables eléctricos sobre el fondo marino, tal como ha comprobado el equipo de Laurie Barge y Michael Russell, del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA en Pasadena, California, Estados Unidos. Esta propiedad de tales chimeneas pudo resultar decisiva para las formas de vida primigenias en el planeta.

Los hallazgos están ayudando a los investigadores a reconstruir la historia de la vida en la Tierra, empezando con el primer y enigmático capítulo de sus orígenes. Cómo la vida arraigó en nuestro planeta recién nacido es un tema plagado de preguntas de química sin resolver. Una teoría destacada para los orígenes de la vida se basa en la idea de que esta brotó en el medio subacuático con la ayuda de chimeneas cálidas y alcalinas en fumarolas hidrotermales del fondo marino.

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La foto muestra un “jardín químico” creado en el laboratorio. Los jardines químicos son un apodo para estructuras parecidas a chimeneas que se forman en las fumarolas hidrotermales del fondo marino. Algunos investigadores piensan que la vida pudo originarse en estructuras como estas, varios miles de millones de años atrás. (Foto: NASA/JPL-Caltech)

Las chimeneas se forman de manera natural en el fondo marino, en las fumarolas hidrotermales. Su tamaño varía de centímetros a decenas de metros, y están hechas de tipos diferentes de minerales con, habitualmente, una estructura porosa. En la Tierra temprana, estas chimeneas podrían haber establecido gradientes eléctricos y de protones a través de las membranas minerales que separan sus compartimientos. Tales gradientes representan una analogía significativa de procesos esenciales para la vida, al brindar energía y compuestos orgánicos.

Russell propuso por vez primera la hipótesis de las fumarolas alcalinas en 1989, e incluso predijo la existencia de chimeneas de fumarolas alcalinas más de una década antes de que fueran descubiertas en el océano Atlántico, en un punto del fondo conocido con el sugerente apodo de “La Ciudad Perdida”.

Con anterioridad, otros investigadores detectaron electricidad en chimeneas de fumarolas negras situadas en la Fosa de Okinawa, frente al litoral de Japón. Las fumarolas negras son ácidas, justo lo contrario que las fumarolas alcalinas, y además más calientes y más hostiles para la vida que las alcalinas.

El nuevo estudio demuestra que las chimeneas de laboratorio similares a las presentes en fumarolas alcalinas en la Tierra temprana tenían suficiente electricidad para energizar procesos relevantes, y para encender hoy en día una lámpara LED (diodo emisor de luz). Los investigadores conectaron cuatro de los jardines químicos, sumergidos en fluidos que contienen hierro, para encender la lámpara. El proceso supuso meses de paciente trabajo de laboratorio, pero finalmente llegó el día en que la lámpara se encendió.

Descubren una especie de pez con un largo apéndice en la cabeza

Lunes, 10 agosto 2015
Zoología

Descubren una especie de pez con un largo apéndice en la cabeza


En las profundidades del mar se encuentran algunas de las criaturas más interesantes y excepcionales. La mayoría de la gente puede identificar un tiburón, una tortuga marina o una ballena, pero muchos se asombran al ver el extraño y a menudo indescriptible aspecto de los animales abisales o de profundidades algo menores.

El equipo de Tracey Sutton, de la Universidad Nova del Sudeste (NSU) en Fort Lauderdale, Florida, Estados Unidos, ha descubierto una especie de pez merecedora de un puesto destacado en esa lista de animales marinos asombrosos.

El animal, que habita en las aguas profundas del norte del Golfo de México, pertenece a una categoría de peces descritos coloquialmente como “peces pescadores” por el apéndice que poseen y cuya forma recuerda un poco a la de una caña de pescar.

El nuevo pez, que fue hallado a entre 1.000 y 1.500 metros de profundidad, cuenta con un largo apéndice (“caña de pescar”) que surge de su cabeza y que le permite cazar presas.

Los tres especímenes encontrados, todos ellos hembras, tienen un tamaño que va de 30 a 95 milímetros de largo.

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Pez de la especie recién descubierta, Lasiognathus regan. (Foto: Theodore Pietsch, University of Washington)



A las profundidades en que vive este pez, no llega la luz del Sol. La única luz es la que procede de las criaturas que producen bioluminiscencia, lo que significa que generan su propia fuente de luz. También, a esas profundidades, la presión es inmensa. Y la lucha por la comida es incesante. Esa es la razón evolutiva por la que estos peces han desarrollado su propia forma de atraer y atrapar presas, mediante el apéndice sobre la parte superior de su cabeza, que se parece a una especie de caña de pescar. Como sus homólogos los pescadores humanos, el pez deja que cuelgue el apéndice hasta que un pez confiado se acerca creyendo que ha encontrado comida, momento en el que es cazado.

miércoles, 5 de agosto de 2015

Crean un adhesivo que sutura las heridas en 60 segundos

Crean un adhesivo que sutura las heridas en 60 segundos

El adhesivo se basa en las proteínas del mejillón, que les permite adherirse a cualquier superficie incluso bajo el mar, y contiene tirosina un aminoácido presente en las alas de algunos insectos.
Un  de científicos de la Universidad Pohang de Ciencia y  de Corea del Sur ha desarrollado una nueva proteína adhesiva capaz de suturar heridas en 60 segundos, según ha informado la página  gizmodo.com.  ello basado en la capacidad de los mejillones, percebes o las bellotas de mar de pegarse a las superficies, incluso, bajo el agua. Un conocimiento que ya se conocía desde hace más de un año, pero que ahora ya tiene su primera aplicación práctica.
El adhesivo no solo se basa en las proteínas del mejillón. También incluye tirosina, un aminoácido presente en las alas de algunos insectos. La mezcla de ambas sustancias tiene un potente poder adhesivo que se activa mediante la luz. Los investigadores ya han probado el adhesivo con éxito en animales, y que es capaz de cerrar heridas sangrantes en sesenta segundos, tanto internas como externas.
Otra de las ventajas es que no solo ayuda a suturar heridas, sino que lo hace sin producir inflamación como ocurre con los puntos de sutura o las grapas quirúrgicas. Además, según sus creadores, es completamente biocompatible y no tiene ninguna toxicidad. (ABC – España)
27/07/15

Fósiles de peces y placas tectónicas, claves para conocer los orígenes de la mayor corriente oceánica de la Tierra

Fósiles de peces y placas tectónicas, claves para conocer los orígenes de la mayor corriente oceánica de la Tierra

Dientes de fósiles de peces recuperados del fondo del océano alrededor de Tasmania han arrojado nueva luz sobre los orígenes de la corriente oceánica más importante del mundo: la corriente circumpolar antártica (ACC).
Este fenómeno es el más grande del mundo de los océanos. Fluye hacia la derecha alrededor de la Antártida porque no hay masas de tierra en su  y juega un papel muy importante en el  de las grandes capas de  del continente helado, ya que mantiene las aguas oceánicas más cálidas a distancia.
Hasta ahora, había partes de esta corriente que eran conocidas y estudiadas en profundidad por los expertos. Sin embargo, sus inicios habían sido interpretados con múltiples teorías a lo largo de los años.
"Tasmania se separó de la Antártida hace 35 millones de años, creó la Tasmanian Seaway --el espacio de agua entre ambos-- y durante mucho tiempo los científicos han pensado que la apertura de esta vía marítima activaba el inicio de la ACC, pero hemos descubierto que no es el caso", ha apuntado el autor principal, Simon Williams.
Según ha señalado, en esta investigación ha descubierto que la apertura de la vía marítima de Tasmania, por sí sola, no fue suficiente como para crear esta corriente. Para moverla fue necesario que el viento del oeste la llevara hacia el norte, ya que la vía marítima abierta estaba demasiado al sur.
Una vez que se movió más hacia el norte, los vientos del oeste fueron capaces de  el agua a través de la vía marítima, y "comenzó la corriente oceánica más grande de la Tierra", ha apuntado el investigador.
Los dientes de fósiles de peces fósiles de diferentes capas de sedimentos depositados en el fondo del mar han permitido reconstruir la historia de muchos millones de años de la composición del agua de mar en los lugares cercanos a Tasmania. Los diferentes océanos tienen química distinta (isotópicamente hablando) y esta diferencia en el agua de mar se registra en los dientes de estos animales que se depositan en el fondo del océano.
Los científicos han explicado en el trabajo, que ha sido publicado por 'Nature', que los isótopos de los dientes conservan la composición del agua de mar en su momento de la muerte.
Así, los registros muestran cómo Tasmania formó una barrera entre los océanos Pacífico e Índico, pero a medida que se separó, el agua de ambos se comenzaron a mezclar, fluyendo primero desde el Pacífico hacia el Océano Índico, y luego desde el Océano Índico hasta el Pacífico, como todavía lo hace hoy.
Los expertos recuerdan que estos cambios en la circulación oceánica están relacionados con el clima global, y los científicos creen que esto puede haber jugado un papel importante en hundimiento de dióxido de carbono, lo que lleva a la estabilización del mundo 'nevera'. (Ecoticias)
03/08/15

Las olas gigantes submarinas del Mar de China

Las olas gigantes submarinas del Mar de China

Fotografía tomada en 2006 en la que se observa como una onda interna se aproxima ©Hans GraberCientíficos han pasado siete años siguiendo los movimientos de olas submarinas altas como rascacielos que se producen en el Mar del Sur de China.
Experto de la Escuela Rosenstiel de Ciencias Marinas y Atmosféricas de la Universidad de Miami participaron en un estudio colaborativo internacional para tratar de entender cómo estas olas, que rara vez llegan a romper la superficie del océano, se desarrollan, mueven y se disipan bajo el agua.
Estas olas internas se producen en todos los océanos, así como en los lagos y fiordos. Pero en el estrecho de Luzón, entre Taiwán y la isla filipina de Luzón, pueden alcanzar hasta 170 metros de altura y  varios cientos de kilómetros, lo que las sitúa entre las olas más grandes del mundo.
Usando  de satélite recopiladas en el Centro de Teledetección Tropical (CSTARS) de la Universidad de Miami, los científicos fueron capaces de detectarlas y seguirlas desde arriba de forma fiable. El  descubrió que se generan todos los días por mareas internas, que ocurren por debajo de la superficie del océano, y que se desarrollan a medida que el agua es empujada hacia el oeste a través del estrecho de Luzón, en el Mar del Sur de China.
"La ola interna produce una corriente que organiza las olas en la superficie, y que es captada por el satélite radar", dijo el coautor del estudio Hans Graber, profesor de la Universidad de Miami. "Esto nos permite estudiar cómo las olas, que en gran medida pasan desapercibidas en la superficie, se propagan y mueven."
El seguimiento de las olas internas de principio a fin ayuda a los científicos a comprenderlas por diversas razones. Mueven enormes cantidades de calor, sal y agua rica en nutrientes, lo que es significativo para los peces, las operaciones de pesca industrial y el clima global. Además, es importante conocerlas para desarrollar operaciones submarinas seguras. (Ecoticias)
25/07/15

El ritmo de acidificación de los océanos más rápido de los últimos 300 millones de años

El ritmo de acidificación de los océanos más rápido de los últimos 300 millones de años

El ritmo actual de acidificación es mayor y más rápido que en cualquier momento en los últimos 300 millones de años. Así se desprende de los últimos estudios realizados en este ámbito por los expertos y que, además, indican que la principal causa de esta acidificación oceánica global es la absorción del agua del CO2 de la atmósfera.
Según explican los expertos, aunque esta absorción ayuda a mitigar algunos de los efectos del cambio climático antropogénico, se ha traducido en una reducción de los niveles de pH oceánico, con su propio conjunto de consecuencias ambientales: el blanqueamiento del coral, la pérdida de algas o la disminución de los niveles de oxígeno oceánico, entre otros.
Además, alertan de que la acidificación es una amenaza para la industria humana con descensos previstos en la pesca comercial, la ruptura de las cadenas alimentarias, y una disminución en el  como los ecosistemas marinos y el entorno natural sufren degradación.
Debido a la falta de datos sobre los  de pH en toda la cuenca en diferentes profundidades, un grupo internacional de investigadores ha realizado un estudio, publicado en 'PNAS', de la acidificación de décadas en las masas de agua del Océano Atlántico, y comparó los resultados con los modelos climáticos existentes.
Los modelos climáticos proyectan que, en la última década, la acidez del océano ha superado cambios cíclicos en análogos históricos. El presente estudio rastreó los niveles de pH en dos décadas y los datos recogidos de tres cruceros en 1993, 1994 y 2013. Las observaciones corresponden estrechamente con las predicciones del  de cambios de pH en la superficie cerca de las aguas superiores.
El atlántico, mayor pH
En el artículo, los autores señalan que las aguas con un pH más alto se encuentran en el sur del Atlántico Central y la parte superior del Atlántico Norte. Por el contrario, el pH más bajo (más alta acidez) se ha encontrado en el Ártico.
Los investigadores señalan que, a pesar de que un cierto grado de reducción del pH es atribuible a causas naturales, todos los cambios observados en la superficie del agua en este sentido, tenían origen antropogénico, un hallazgo que se corresponde estrechamente con la modelización del clima.
Los autores concluyen que, "en base a las proyecciones de los futuros aumentos de CO2 en la atmósfera y la  de asociados (cambio antropogénico) en aguas intermedias y profundas, la contribución de forzamiento antropogénico a la acidificación de las aguas del subsuelo aumentará con el tiempo y con el tiempo superará la variabilidad natural y las tendencias". (Ecoticias)
05/08/15

Planeadores submarinos revolucionan la investigación oceanográfica (Escocia)

Planeadores submarinos revolucionan la investigación oceanográfica (Escocia)

Planeadores submarinos utilizados por la Asociación Escocesa de Ciencias Marinas (SAMS), con sede en Oban, han reunido información equivalente a cinco años de datos oceanográficos, y la mayor parte de ella fue obtenida en los últimos 18 meses.
Este hito, alcanzado la semana pasada, pone de relieve un cambio importante en la manera en que los científicos marinos recopilan información sobre la temperatura del mar, salinidad, presión y oxígeno, dado que los robots submarinos Seagliders, de seis pies de longitud (1,8 metros) pueden pasar meses en el mar recogiendo datos que contribuyen a nuestra comprensión del cambio climático.
Hasta la fecha, los siete Seagliders de SAMS han permanecido en el mar el equivalente de cinco años, y recorrieron más de 33.000 kilómetros.  de los Seagliders, el Ardbeg, rompió rientemente el récord de distancia, al completar un  de regreso de más de 3.400  a lo largo de la Línea Ellet Extendida, una  desde Escocia a Islandia que ha sido objeto de reconocimiento por los científicos durante 40 años.
"Los Seagliders permiten a los oceanógrafos hacer observaciones rentables, a largo plazo y a gran distancia, a menudo en regiones de difícil acceso, donde los buques y otros robots oceánicos raramente van", destacó el Dr. Stefan Gary, investigador de física oceanografía del SAMS.
"Debido a su durabilidad, a menudo los desplegamos en el invierno, ya que sabemos que pueden soportar condiciones de tormentas extremas. Los  Seagliders también permiten un muestreo muy denso del océano y recoger un perfil cada tres kilómetros, mientras que los buques de investigación por lo general toman muestras cada 10 a 30 kilómetros", agregó.
Estos planeadores submarinos recogen datos hasta una profundidad de 1000 metros, a medida que se sumergen lentamente hacia el fondo marino. Después suben a la superficie usando sus alas fijas y un movimiento hacia adelante gracias a su forma hidrodinámica. Para sumergirse, una bomba alimentada con una batería desplaza el aceite a un recipiente a presión, lo que aumenta la densidad del vehículo en el agua y provoca su hundimiento. Para subir a la superficie, el aceite se bombea de nuevo a una vejiga para aumentar la flotabilidad. La información que recoge es enviada en vivo vía satélite a los pilotos en el SAMS, quienes pueden controlar el vehículo y volver a dirigirlo de forma remota en tiempo casi real.
El SAMS posee dos Seagliders -comprados en 2009 y 2011- y opera otros cinco del Consejo de Investigación del Medio Natural (NERC) desde abril de 2014.
En la actualidad, los Seagliders de SAMS están contribuyendo con información para tres grandes proyectos financiados por el NERC: la Línea Ellett Extendida, una serie de tiempo que monitorea la evolución de las aguas que fluyen entre Escocia e Islandia; el proyecto Fastnet, centrado en los procesos de intercambio físico entre el océano profundo y las aguas de las plataformas; y el proyecto internacional Osnap, que controlará la circulación oceanográfica a través del Atlántico norte subpolar hasta 2018.
Científicos de toda Europa están trabajando juntos para maximizar el potencial de los planeadores submarinos en términos de la calidad de los datos, su cantidad, accesibilidad y rentabilidad, a través de proyectos como AtlantOS o como parte del grupo EGO de la comunidad de planeadores. (Fis.com)
05/08/15

domingo, 2 de agosto de 2015

El litoral de España, una ventana hacia el pasado de la humanidad y de la Tierra

Viernes, 24 julio 2015
ARQUEOLOGÍA

El litoral de España, una ventana hacia el pasado de la humanidad y de la Tierra

Diversos puntos en aguas costeras españolas albergan valiosa información arqueológica y también geológica sobre el pasado de la humanidad y el de nuestro planeta. Varias investigaciones de los últimos meses son un buen ejemplo de ello.


Bastantes más tierras de lo que creemos, ahora sumergidas bajo el mar, fueron tierra firme en la antigüedad y estuvieron pobladas por humanos. La situación es común en sitios como ciertas zonas del litoral español, y de diversos puntos costeros europeos. La arqueología submarina tiene ante sí mucho más trabajo que el de tan solo investigar barcos hundidos, una tarea de creciente importancia y que debe hacerse en plena convivencia con el turismo, una actividad económica de primer orden en la península ibérica. Así, mientras sitios como Expediafacilitan el disfrute de las costas españolas para toda la población, los científicos trabajan incansables para obtener de ellas información que hay que intentar que no se pierda, pues forma parte de nuestra historia como civilización.

Los restos de asentamientos humanos prehistóricos que ahora se hallan sumergidos bajo las aguas costeras son más numerosos y ricos de lo que se ha venido creyendo. Algunos de estos sitios inundados tienen una historia humana que data de decenas de miles de años atrás. A partir del progresivo descubrimiento y análisis de estos restos prehistóricos, ha aparecido un nuevo campo científico que combina los conocimientos de bastantes disciplinas, incluyendo la arqueología, la oceanografía y las geociencias. Este nuevo campo de investigación, en rápida evolución, está siendo respaldado por varias instituciones, entre ellas el EMB (European Marine Board), que presentó meses atrás un informe resumiendo las actividades más recientes en este campo.

Al respecto de ello, se sabe que durante las sucesivas eras glaciales del último millón de años, el nivel del mar perdió en ocasiones hasta 120 metros, y el área de la plataforma continental que como consecuencia de ello quedó expuesta al aire añadió un 40 por ciento de terreno adicional a Europa; un conjunto de tierras que fue ocupado por vegetación, fauna y personas. Debido a esto, una cantidad considerable de los restos y objetos de la prehistoria europea se hallan ahora bajo el agua. Considerando que los humanos primitivos habitaron el litoral del norte de España hace un millón de años, la tierra antaño poblada y hoy sumergida incluye una porción importante de la propia historia humana.

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España, con su perímetro costero. (Foto: Jacques Descloitres, MODIS Land Rapid Response Team, NASA/GSFC)


Se han encontrado más de 2.500 conjuntos de objetos prehistóricos sumergidos, con edades que oscilan entre 5.000 y 300.000 años, en las aguas costeras y en cuencas de mar abierto en torno a Europa. Solo unos pocos de estos yacimientos han sido cartografiados adecuadamente por buzos, o inspeccionados con miras a su preservación o excavación. Estos restos contienen información sobre la navegación marítima primitiva, y sobre las estructuras sociales y tecnologías de explotación de los recursos costeros antes de la introducción de la agricultura hace unos 10.000 años.

Retrocediendo más aún en el tiempo, el litoral de España sirve en algunos aspectos de “caja negra” de la evolución del clima desde el pasado lejano.

En ese sentido, una línea de investigación en la que han estado trabajando, entre otros, el equipo de Javier Hernández Molina, de la Royal Holloway (Universidad de Londres), en el Reino Unido, se ha centrado en un área del Atlántico próxima al Estrecho de Gibraltar.

Estos científicos han comprobado la existencia de un vínculo claro entre la evolución del clima y el cambio en las corrientes oceánicas en los últimos seis millones de años. Los análisis minuciosos de muestras de núcleos de sedimentos extraídas del lecho marino frente la costa atlántica de España y la de Portugal han proporcionado evidencias firmes de esa conexión. El estrecho de Gibraltar actuó primero como una barrera y después como una puerta de entrada a lo largo de esos seis millones de años. Estudiar a fondo su función permitirá avanzar en el conocimiento de cómo era el clima en el sur de Europa en las diversas épocas de ese pasado remoto y cómo evolucionó hasta el de épocas más modernas.

El estudio de los extraños caminos que a veces puede tomar la evolución de los seres unicelulares ha tenido también un escenario de interés en el litoral español, en este caso concretamente frente a la costa sudeste de España. Unos 50 kilómetros mar adentro, en unas cuevas submarinas en las que tiempo atrás se hizo un hallazgo pionero de esponjas carnívoras, se ha descubierto y estudiado una asombrosa especie unicelular. Este organismo, al que se le ha dado el nombre de Spiculosiphon oceana, puede llegar a medir hasta 4 o 5 centímetros, un tamaño gigantesco para una criatura unicelular. Este singular habitante del mar Mediterráneo es un protista de tipo foraminífero que recolecta en su entorno espículas de sílice, provenientes de esponjas marinas. Con estas espículas, que adhiere unas con otras, se construye una concha. Acaba por parecerse mucho a una esponja carnívora, y también se alimenta de un modo similar a como lo hacen ellas, extendiendo pseudópodos (lo que podríamos calificar de “brazos” en un protista) fuera de la concha para alimentarse de invertebrados que han quedado atrapados en las estructuras espinosas.

¿Un océano subterráneo en Plutón?

Viernes, 31 julio 2015
ASTRONOMÍA

¿Un océano subterráneo en Plutón?

Los flujos de hielo y las montañas ricas en hielo de agua que la sonda espacial New Horizons de la NASA ha observado apoyan la idea de que la actividad geológica de Plutón podría estar siendo dirigida por un océano interior.

“Estamos asombrados de ver a Plutón tan dinámico y activo”, confiesa Richard Binzel, un investigador del equipo de la New Horizons y profesor en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en Cambridge, Estados Unidos. Las imágenes más recientes de Tombaugh Regio, el nombre oficial de la zona con forma de corazón, elegido en honor al descubridor de Plutón, Clyde Tombaugh, muestran evidencias de hielo de nitrógeno comportándose de un modo parecido en algunos aspectos a la conducta de los glaciares terrestres. En Plutón, las masas de hielo parecen fluir alrededor de islas elevadas en los bordes de Tombaugh Regio. Hasta ahora, los científicos solo habían visto superficies como esta en mundos activos como la Tierra o Encélado (una luna de Saturno). Nadie del equipo de la misión se atrevía a imaginar tal acumulación muy localizada y espesa de hielos geológicamente jóvenes, que incluso a 233 grados centígrados bajo cero (388 grados Fahrenheit bajo cero) poseen suficiente viscosidad para seguir creando terrenos locales.

Los flujos de hielo y otras características puestas de manifiesto previamente, como unas montañas ricas en hielo de agua de 3.350 metros de altura (11.000 pies) y la joven superficie relativamente libre de cráteres del “corazón”, apoyan la idea de que Plutón podría tener un océano subterráneo que gobernaría la actividad geológica.

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Se combinaron cuatro imágenes de la cámara LRRI (Long Range Reconnaissance Imager) de la New Horizons con datos de color del instrumento Ralph para crear esta vista global de Plutón. (Foto: SwRI/JHUAPL/NASA)

Toda la actividad vista hasta ahora encaja con la idea de que Plutón tenga un núcleo masivo de roca rodeado de una envoltura de hielo. Y eso aumenta las probabilidades de la existencia de un océano bajo una capa gruesa de hielo, tal como estima William McKinnon, otro investigador del equipo de la New Horizons, de la Universidad Washington en San Luis de Misuri, Estados Unidos.

Los investigadores subrayan que no tienen pruebas directas de un océano líquido interior, pero que investigarán esa posibilidad a medida que los datos continúen llegando a la Tierra durante los próximos 16 meses. En cualquier caso, es una posibilidad bastante plausible.

El comercio de esclavos en la América española

HISTORIA


HISTORIA

El comercio de esclavos en la América española

El asiento de negros fue el monopolio de introducción de los esclavos negros en la América española.
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@Montagut5 | En este artículo se estudia la organización del comercio de esclavos negros por parte de la Monarquía Hispánica con destino a la América española.
El asiento de negros fue el monopolio de introducción de los esclavos negros en la América española. Aunque el concepto de asiento englobaba varias actividades contractuales, financieras y de préstamos en la época moderna española, aquí nos interesa solamente la primera de ellas. Así pues, un asiento sería un convenio entre la Corona y un particular o asociación de particulares, por el que aquella arrendaba a éstos una determinada explotación en régimen de monopolio, como podía ser la explotación de minas o, como en este caso, el comercio de esclavos.
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La primera vez que se concedió el asiento de negros ocurrió en 1516-1517 con una compañía genovesa. Muy pronto, los portugueses se hicieron con este lucrativo negocio y lo controlaron durante la época de los Austrias. En 1701, Felipe V, el primer rey Borbón, decidió conceder el asiento a la Real Compañía Francesa de Guinea, vinculada económicamente a su abuelo Luis XIV. El asiento estipulaba que dicha compañía debía introducir en América unos 42.000 esclavos durante diez años. Pero este cambio a favor de una compañía francesa duró poco porque el Tratado de Utrecht (1714) convirtió este negocio en un monopolio inglés. Efectivamente, la Compañía Inglesa del Mar del Sur obtuvo el asiento de negros durante treinta años, comprometiéndose a introducir 4.800 negros anuales. Además se autorizaba a la Compañía a introducir las mercancías necesarias para el sustento de los esclavos. Los ingleses cometieron muchas irregularidades en relación con lo dispuesto en el contrato, generando constantes tensiones con España, además de las que ya se tenían por Gibraltar y Menorca, territorios cedidos por el mismo Tratado de Utrecht. Estos abusos, junto con otros contenciosos comerciales, provocaron la conocida como Guerra de la Oreja de Jenkins de 1739. El Tratado de Aquisgrán de 1748 renovó el acuerdo entre España e Inglaterra sobre el asiento de negros, pero a los dos años se anuló.

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En 1765, el asiento de negros fue concedido por Real Cédula a la Compañía Gaditana de Negros. Entre 1766 y 1770, la Compañía se valió de naves con bandera y tripulación francesa e inglesa para llevar los esclavos a América. Pero esta empresa no fue un buen negocio, no cumplió con el número estipulado de esclavos que había que llevar a América, acumuló deudas y pesaron mucho los intereses de los préstamos conseguidos para poder subsistir. Se intentó salvar la compañía con el comercio de mercancías, además del de negros; obtuvo apoyos oficiales, pero hubo que disolverla en 1779.