Giuseppina Nicolini: 'El Mediterráneo no puede ser un gran cementerio'
Cuerpos rescatados de la costa de Lampedusa en 2013.
Foto: Gtres Online
La noche del pasado domingo 7 de junio la alcaldesa de Lampedusa, Giuseppina Nicolini,
acudió, como tantas otras veces, al puerto de la localidad para estar
presente en el desembarco de 193 inmigrantes, la mayoría prófugos de Siria y Eritrea, rescatados en el Mediterráneo.
Entre ellos, un recién nacido y muchos niños. Pero en esta ocasión lo
que más llamó su atención fue una joven siria que se abrazaba a su gato y
no quería desembarcar sin él. "Te das cuenta de que son personas
exactamente igual que nosotros, que sufren al dejar su tierra y se
aferran a cualquier cosa que puedan traer con ellos, unos alguna foto y
esta chica, su mascota", nos cuenta la alcaldesa, con voz cansada al
teléfono, al final de una larga jornada.
'Este mar es el corazón de Europa, no debe ser ignorado, militarizado y, sobre todo, no puede convertirse en un cementerio'
Giuseppina, nacida en Lampedusa en 1961, entró en política a una edad
temprana con las juventudes comunistas y durante varios años fue una
activista ecologista. En 2012 resultó elegida alcaldesa al frente de una
agrupación cívica, y tuvo que dejar a un lado el medio ambiente para
consagrarse, en cuerpo y alma, a denunciar la tragedia que estaba
ocurriendo en las aguas cercanas a su isla, donde miles de personas han
perdido la vida en los últimos años. A los pocos meses de asumir el
cargo, cuando aparecieron en la isla varios cadáveres, escribió a las
instituciones europeas preguntándoles "¿Cómo debe ser de grande el
cementerio de mi isla?". El campo santo de Lampedusa (una isla de apenas
20 kilómetros cuadrados y 5.000 habitantes, más cerca de las costas
africanas que de las italianas) es pequeño, pero allí se sigue dando
sepultura a los nuevos muertos. "Los enterramos allí donde hay sitio. La
mayoría sin nombre, porque no han podido ser identificados, pero al
menos escribimos si se trata de un hombre o una mujer, su edad estimada y
una pequeña historia sobre el naufragio", señala.
El Papa Francisco es el jefe de Estado más lúcido qye existe en la
actualidad. Antes de su visita, corríamos el riesgo de convertirnos en
el Guantánamo del Mediterráneo'
En octubre de 2013 la alcaldesa conmovió a toda Italia cuando, tras
el naufragio de un barco con 500 personas cerca de las costas de
Lampedusa, apareció en televisión llorando mientras gritaba: "¡Basta! Es
un horror continuo!". Al mismo tiempo pedía al entonces primer
ministro, Enrico Letta, que fuera a ayudarles a contar
los muertos, tarea que llevan 20 años haciendo los habitantes de su
isla. Letta no fue, pero sí puso en marcha la operación 'Mare Nostrum', para salvar vidas en el Mediterráneo. A finales de 2014 esta iniciativa, sin embargo, fue sustituida por otra europea, 'Tritón', con menos medios y con el fin, al menos sobre el papel, de patrullar las fronteras en aguas europeas.
En
lo que llevamos de año han llegado a Lampedusa en torno a 10.000
inmigrantes. A diferencia de lo que ocurrió hace unos años, cuando
permanecían todos hacinados en el centro de acogida, ahora se quedan
solo los más débiles, como mujeres y niños, o quienes necesitan atención
médica. Los demás son trasladados a otros puertos italianos.
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