martes, 30 de junio de 2015

Hallan toneladas de hachís en un buque cargado de sal en alta mar


NARCOTRÁFICO

Operación de la Guardia Civil

Hallan toneladas de hachís en un buque cargado de sal en alta mar

  • Han sido detenidas más de media docena de personas, de origen asiático

  • En la actuación han intervenido varias agencias de seguridad europeas


    La Unidad Especial de Intervención de la Guardia Civil ha asaltado en alta mar un buque que transportaba un cargamento de sal y ha hallado en él ocultas toneladas de hachís, en una operación internacional en la que han sido detenidas más de media docena de personas, según han informado hoy a Efe fuentes cercanas a la investigación.
Los arrestados, de origen asiático, llegaron este martes al Puerto de Málaga, adonde agentes del instituto armado han llevado el barco, escoltado por una embarcación de la Guardia Civil.
El buque transportaba 1.500 toneladas de sal junto a la droga en fardos y en la actuación han intervenido varias agencias de seguridad europeas, entre ellas la francesa, mientras que por parte española han sido Aduanas y la Unidad Central Operativa (UCO) del instituto armado.
Se espera que en breve los cuerpos de seguridad de los países intervinientes informen de esta operación.

Las 300 mejores playas de España y Portugal

Las 300 mejores playas de España y Portugal

Navega por nuestro mapa para encontrar tu playa favorita para este verano


El verano ya está aquí. Momento para lanzarse a la playa y disfrutar del mar, de las olas, del sol, del chiringuito, de fiestas sobre la arena... Hay centenares de playas para elegir, solo en España más de tres mil. Hemos buceado en 'El Viajero' para juntar en un mapa las 300 playas y calas que hemos recomendado en los últimos tres años, las últimas, de ayer mismo. Aquí están.
Puedes aumentar el mapa donde más te interese, hasta lograr una detallada imagen de satélite. Cada playa tiene su punto de localización. Pinchando en ellos se desplegará una pequeña ventana con el nombre, una foto y un cartel que invita a "ir a la playa". Si pinchas aquí, llegarás a la información publicada en 'El Viajero'.
Ahora solo falta que busques la tuya. ¡Y a hacer las maletas!

 Pincha aquí para ir al mapa de playas



La playa de Son Bou, en Menorca. / GONZALO AZUMENDI
Hay playas de todo tipo, que también podrás descubrir en nuestros reportajes temáticos: desde las 20 mejores playas nudistas a diezarenales situadas junto a espectaculares desembocaduras de río, pasando por diez playas salvajemente asombrosas. Y para tramos de costa concretos, por ejemplo: calas de Cabo de Gata donde el bañador es opcional, lasmejores playas de Andalucía, las playas más asombrosas del Cantábrico o los chiringuitos más molones en las 26 guapas de Sitges.

Proteger a los tiburones para salvar a la comunidad

Proteger a los tiburones para salvar a la comunidad

El ecoturismo resucita la localidad filipina de Donsol gracias a los escualos en un ejemplo
para la conservación de la especie



En Oslob alimentan con plancton a los tiburones ballena para asegurar su presencia cercana a la costa. / Á. L. M. C.

El guía otea el horizonte sujetándose al mástil superior del banka —bote tradicional filipino—, cuando da el aviso. Primero una mancha oscura sobre el vasto azul. Una aleta dorsal después. Y media docena de visitantes se sumergen Pacífico adentro. Nada parece flotar bajo sus pies más que la penumbra, hasta que una boca de varios metros emerge del fondo marino. Sólo se ven las manchas blancas del pez más grande del mundo, moviendo sinuosamente su cola —larga como un ser humano—. Más de 20 grupos asisten al baile acuático en la bahía filipina de Donsol, que baña la mayor concentración de tiburones ballena del mundo. El gigante marino no sólo se salvó del exterminio, sino que ha resucitado el turismo local y a sus habitantes.
“Estos tiburones estaban condenados a morir. Es un milagro que estén vivos y son una bendición para nosotros”, dice Joel Briones, de 46 años y guía-ojeador de una de las 30 embarcaciones que siguen a estos peces para disfrute de los visitantes. Joel es presidente de la Asociación de Operadores de Botes en la industria entorno a los conocidos como gigantes gentiles por su carácter inofensivo. “Ahora gano 500 pesos [10,2 euros] diarios y mi hija mayor ha podido acabar la universidad. Pero antes mi familia sólo comía dos veces al día con los 100 [2 euros] que yo ganaba con la pesca”, explica mostrando uno de esos billetes de 100, adornado en el reverso por un tiburón ballena. Esta especie se convirtió en emblema nacional a raíz del ecoturismo en Donsol.
En los años noventa, la falta de ingresos ahogaba esta pequeña aldea de pescadores al extremo sur de la isla de Luzón y a 500 kilómetros de Manila. Como también peligraba la existencia de los tiburones ballena de su bahía. Donde ahora hay restaurantes y resorts, los 50.000 lugareños de esta localidad sólo recuerdan unos pozos como únicos suministros de agua. También en esa década, 800 tiburones ballena fueron apresados en el archipiélago; desde donde su carne se vendía a 13 euros el kilo en el mercado asiático. La pesca de uno sólo de estos ejemplares se pagaba a 230.000 euros, según datos de WWF.
“Todo cambió en 1998. Ya sabíamos que se podían ganar millones matando a los butanding [tiburones ballena en tagalo, la lengua local]. Pero entonces aprendimos que su valor puede ser infinito si los protegemos como se merecen”, cuenta Alan Amanse, de 48 años, defensor acérrimo de estos peces y presidente de la Asociación de Oficiales para la Interacción Butanding (BIO). Éste y el grupo de operadores de botes, son los principales motores de la exitosa industria turística local; que ha pasado de ingresar unos 18.000 pesos (370 euros) a 22 millones (452.000 euros) en sólo una década. Pero esa cifra no incluye las ganancias de los negocios que también se han beneficiado de la interacción con los tiburones ballena, como restaurantes, resorts, transportes o sari-sari (tiendas de ultramarinos filipinas).
El ecoturismo en Donsol da prioridad a la conservación natural. Los visitantes, en grupos de seis, alquilan barcas por 3.500 pesos (71 euros) para surcar las orillas de la bahía durante tres horas en busca de los peces gigantes. Una vez avistados, los turistas disfrutan de los tiburones bajo supervisión de los guías locales, que controlan que no se toque ni incomode a los animales. Pese a ser una especie migratoria, su inusual presencia en Donsol transforma sus costas en una de las más especiales del planeta junto a las de Belice o Australia. Atraídos por la posibilidad de interactuar con los animales en su entorno salvaje, los turistas han pasado de un millar a más de 25.000 anuales en menos de 15 años; multiplicando los ingresos del sector exponencialmente.
Alan Amanse, que como el resto de los guías ha desarrollado una habilidad natural para avistar y reconocer a todos los tiburones ballena que nadan en las cercanías, describe los últimos años no sólo como un camino hacia el éxito económico, sino también hacia el descubrimiento de sus vecinos acuáticos: “Ahora reconocemos cada una de sus marcas, pero antes ni sabíamos que eran tiburones. Pensábamos que eran como la peste, porque no hacían otra cosa que destrozar nuestras redes de pesca”.

El proyecto reduce la sobrepesca, protege al pez más grande del planeta y genera una industria sostenible
Un incidente con una red de arrastre, fue lo que propició el nacimiento del modélico proyecto de conservación medioambiental. El rescate de un ejemplar enredado en una malla atrajo a la prensa y puso el foco sobre los tiburones ballena, en peligro por la sobrepesca. Meses después, la intervención de organizaciones defensoras de los animales convertían las aguas de Donsol en el único santuario para esta especie en las más de 6.000 islas del archipiélago de Filipinas.
Ese mismo año, el Ministerio de Agricultura aprobaba una orden administrativa de pesca prohibiendo la captura, venta y posesión de tiburones ballena y rayas. Y también se ratificaba la Ley de Pesca (1998) para la conservación de los recursos marinos. Las medidas, impulsadas por los acontecimientos en Donsol, convirtieron a Filipinas en uno de los primeros países en los que se protegía a los tiburones ballena mientras en las costas vecinas se cazaban por toneladas para vender su preciada carne.
Pero no fue sencillo convencer de la necesidad de regulación a las familias filipinas, ya que la pesca supone su principal fuente de ingresos. Según un reciente informe de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo (USAID) sobre el Triángulo Coral del Pacífico —ecosistema económicamente más rentable y biodiverso del mundo—, Filipinas es el principal proveedor de pescado de las seis naciones que forman el área; contribuyendo con casi 1.000 millones de euros a la industria. Pero según la organización WWF en Filipinas, la matanza de tiburones ballena se ha eliminado de sus costas; con la excepción de incidentes aislados.
La clave del éxito radica en contar con la comunidad local como agente de cambio y beneficiaria del proyecto. “Los proveedores de los servicios turísticos (guías y tripulación) son los propios pescadores, que ya no dependen únicamente de la pesca para sobrevivir”, explica Raul Burce, director de programas de WWF en Filipinas; organización que encargada de la gestión de la industria de interacción con los tiburones ballena, junto al ayuntamiento local y al departamento de turismo. El proyecto ha generado una fuente de ingresos alternativa para los pescadores entre diciembre y mayo, cuando los gigantes gentiles merodean las aguas de Donsol.
La reducción de la actividad pesquera a sólo medio año, unida a eliminación de la pesca ilegal, ha permitido la regeneración natural de los recursos. “Actualmente, el área de protección marina cubre 312 hectáreas y el resultado de las evaluaciones bioecológicas muestra un incremento drástico de pescado en frecuencia y biomasa”, analiza Raul Burce. El ejemplo de Donsol también marcó un precedente en la lucha por la conservación internacional de los tiburones ballena. En 2002, la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITE) aceptó al pez gigante en su lista de animales protegidos, sancionando su pesca.

Conservación o turismo

Científicos, organizaciones internacionales y miembros del sector turístico concluyen que el ecoturismo es la única forma de revertir la amenaza a las especies protegidas. Comparando industrias similares a la de Donsol, el valor estimado de un tiburón ballena para el turismo es de casi 32.000 euros anuales (1,8 millones de euros a lo largo de su vida); haciendo de los proyectos de interacción, ejemplos de desarrollo sostenible.
“La sostenibilidad es el equilibrio entre el ser humano y el resto de seres vivos. Las especies amenazadas están en peligro por muchos factores, pero el turismo no debería ser otro más. El conservacionismo pretende reducir el impacto del hombre”, explica Arnel A. Yaptinchay, experto en ecología acuática y director deVigilancia de la Fauna Marina de Filipinas (MWWP), una de las organizaciones impulsoras del proyecto en Donsol. En la actualidad, trabaja con el Ministerio de Turismo en una ley que servirá de guía para el tratamiento de especies marinas amenazadas. Yaptinchay confía en que la norma prohíba el alimento artificial de animales, para acabar así con el turismo que explota a los tiburones usando esos métodos en otras localidades costeras de Filipinas.
En 2011, el pequeño municipio de Oslob, al sur de la isla filipina de Cebu, creó su particular industria de interacción con tiburones ballena. A diferencia del modelo en Donsol, las barcas no buscan a los especímenes salvajes océano adentro, sino que éstos son atraídos por el plancton ofrecido por la tripulación de los botes. Dos hileras de embarcaciones alineadas a escasos metros de la orilla hacen de pasarela para que los animales desfilen a nado mientras los turistas se bañan y toman fotos. La facilidad para interactuar con los peces gigantes y lo asequible del precio (siete euros para locales y 11 para extranjeros), ha llevado más de 1.500 visitantes diarios a Oslob. En grupos de ocho, los turistas disponen de una hora de baño con los animales, que son alimentados por los organizadores durante seis horas. A pesar de ser más barato que otras interacciones, el mayor número de visitas han creado una industria estimada en un millón de euros anuales (el doble de lo que recauda la interacción en Donsol).

Algunas prácticas de explotación turística amenazan a los escualos
El impacto económico del turismo en Oslob también ha lucrado a sus habitantes. “Mi restaurante estaba en bancarrota en 2011. Pero ahora tenemos unos beneficios de 40.000 pesos al mes (823 euros). Mis hijos podrán tener una mejor educación”, explica Theresa Torralba, de 38 años. Sin embargo, los propios beneficiados por la industria de interacción cuestionan una práctica que suscita críticas. “Todos estamos ganando dinero con este negocio, pero alimentar a estos animales no puede ser bueno porque se les hace depender del hombre… Los tiburones ballena deberían estar en libertad y quien quiera verlos debería hacerlo en su entorno salvaje”, razona Jefferson Santos, conductor de bote y guía turístico local de 32 años.
Un estudio publicado en 2012 por la organización conservacionista local Lamave analiza los efectos de la interacción en Oslob sobre los peces gigantes. El informe menciona el daño que la alimentación artificial de estos animales migratorios puede tener para su especie y para todo el ecosistema marino. Pero también subraya que muchos de ellos han sufrido cortes y lesiones en la boca al chocar intencionadamente con embarcaciones en busca de la comida a la que han sido acostumbrados. La propia organización Lamave es consciente de que está en juego el sustento de muchas familias y se abstiene de denunciar la práctica. Actualmente, trabaja con el gobierno local en la creación un código de conducta para mejorar la interacción.
Pero Arnel A. Yaptinchay cree que un código no servirá para enmendar un proyecto que prioriza el negocio por encima todo: “En Donsol hay un modelo de conservación, mientras que lo de Oslob es un negocio. Es mucho más sencillo cambiar las prácticas de un sistema que está orientado a la protección del animal que las de uno basado en la explotación turística”. El experto en ecología acuática pone como ejemplo el turismo que ambos negocios generaron en la temporada 2011-12 y recalca que uno tiene más de 10 años de antigüedad que el otro. Mientras que Donsol acogió 27.000 visitas, la costa de Oslob se inundó de casi 98.000 turistas.
Desde Donsol, Joel Briones se lamenta de que el dinero prime sobre la conservación. A falta de leyes o códigos de conducta a seguir en Oslob, el ojeador apela al juicio de los visitantes. “En Donsol, la interacción es única porque se hace en su entorno natural. Depende de los turistas. Si quieren ver a un tigre, pueden ir a la jungla o pueden ir a un zoo…”, concluye guardando su billete. En el anverso figuran 100 pesos. En el reverso; la silueta reducida, salvaje y gentil, del pez más grande del planeta.
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Diseñan un monitor que se transforma como la piel de un camaleón

Ingeniería

Diseñan un monitor que se transforma como la piel de un camaleón



Inspirándose en especies como los camaleones, calamares y pulpos, científicos estadounidenses han creado un monitor fino y flexible similar a una piel que puede cambiar de color de forma autónoma.

“Todas las pantallas humanas son grandes y rígidas, mientras que la piel de un pulpo es elástica, flexible y puede cambiar de color. Por tanto, ¿no podríamos inspirarnos en la biología y crear un monitor que sea como una piel?”, explica Debasis Chanda, ingeniero de la Escuela Universitaria de Óptica y Fotónica de Orlando (EE UU) que ha liderado el estudio publicado esta semana en Nature Communications.

A partir de esta idea, Chanda y su equipo desarrollaron una estructura muy delgada que cambia de color cuando se le aplica una corriente eléctrica. Gracias al método diseñado por los científicos, esta no necesita una fuente propia de energía, sino que aprovecha la luz ambiental.

Este dispositivo está formado por una capa de cristal líquido incrustada en una nanoestructura metálica con forma de huevo que absorbe algunas longitudes de onda y refleja otras. Estos colores se pueden regular con el voltaje aplicado al cristal.

La interacción entre las moléculas del cristal y las ondas de plasma en la nanoestructura metálica permite tener una pantalla regulable y capaz de adoptar cualquier color.

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El doctor Chanda utilizó la conocida fotografía de la niña afgana para demostrar las capacidades de cambio de color de la pantalla. (Foto: University Central Florida)






El monitor tiene un ancho de pocos micrómetros, frente a los 100 de la piel humana. Para crearlo, los investigadores utilizaron una técnica barata de nanoimpresión que permitía que la estructura abarcara una gran superficie.

La flexibilidad de este monitor posibilita su aplicación a plásticos o materiales sintéticos. A corto plazo, podría servir para hacer más pequeños y flexibles los monitores de televisiones, ordenadores y teléfonos móviles.

Sin embargo, según destacan los científicos, el mayor impacto podría ser la creación de nuevos tipos de pantallas, inconcebibles hasta ahora.

“El camuflaje, la ropa, y los artículos de moda, entre otros, podrían cambiar”, asegura Chanda. “¿Para qué necesitaría 50 camisetas en el armario si tengo una a la que le puedo cambiar constantemente el color y el estampado?”, concluye el experto. (Fuente: SINC)

La fusión de los glaciares de Svalbard aumentaría 17 milímetros el nivel del mar

Climatología

La fusión de los glaciares de Svalbard aumentaría 17 milímetros el nivel del mar

Un grupo internacional de glaciólogos, entre los que se encuentran Francisco Navarro, Jaime Otero y Javier Lapazaran, profesores del departamento de Matemática Aplicada a las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), en España, han realizado un estudio publicado en el Journal of Glaciology sobre el archipiélago noruego de Svalbard, situado en el océano Ártico, que sufre desde hace tiempo grandes pérdidas de masa glaciar por efecto del calentamiento del planeta.

Hasta la fecha, las estimaciones del volumen total de hielo de Svalbard disponibles en los registros eran muy dispares, variando entre 5.229 y 9.690 kilómetros cúbicos. Ante la imposibilidad de medir con técnicas como el georradar el volumen individual de los más de 1.600 glaciares existentes en Svalbard, las estimaciones de volumen se basan en relaciones de escala entre volumen y área, calibradas a partir de datos reales medidos con georradar.

Al ser estas medidas muy escasas en la zona, debido a las dificultades logísticas y de acceso, los resultados eran muy pobres. Ampliar significativamente el número de medidas disponibles fue, por tanto, el primer reto que tuvieron que afrontar los investigadores.

Durante los últimos quince años, Francisco Navarro y su equipo, junto a un grupo de investigadores rusos, polacos y noruegos, han efectuado decenas de mediciones que, unidas a las que ya habían realizado otros glaciólogos, han compilado en un inventario de medidas de georradar sobre los glaciares de Svalbard.

Este conjunto de datos ha permitido obtener una relación volumen-área mucho más ajustada que la disponible hasta la fecha. Fruto de las nuevas aportaciones, y de las ya existentes, han sido capaces de estimar con mayor exactitud el volumen total de hielo que contienen los glaciares de este archipiélago ártico, 6.700 ± 835 kilómetros cúbicos.

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Georradar para medir el espesor de la nieve y GPS. (Foto: UPM)


Este resultado supone dar a conocer cuál sería la contribución potencial de la fusión de los glaciares de Svalbard al aumento del nivel del mar, que Navarro y su grupo han estimado en 17 ± 2 milímetros.

Durante los últimos años, la contribución del departamento de Matemática Aplicada a las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones de la UPM –adscrito a la Escuela Técnica Superior de Telecomunicación de la UPM– a través del profesor Navarro y su equipo se ha centrado en aspectos matemáticos y tecnológicos.

El Panel Intergubernamental de Cambio Climático indicaba  en su informe de 2013 que, de los 3,2 milímetros por año estimados como promedio del aumento del nivel del mar entre 1993 y 2010, un 42,5% correspondería a la pérdida neta de masa glaciar, aunque esta pérdida no solo se produce por fusión, sino también en forma de desprendimiento de icebergs.

“Los glaciares de Svalbard, al igual que los de otras regiones árticas, se encuentran entre los que se han visto sometidos a un mayor calentamiento durante el último siglo, por lo que su retroceso ha sido bastante acusado, y las previsiones de cara a los próximos decenios siguen apuntando en esta misma línea”, explica Navarro. “El aumento de la precipitación en forma de nieve sobre las zonas glaciadas, típico de un escenario de calentamiento, puede compensar parcialmente este efecto, pero solamente ralentizando en cierta medida el ritmo de regresión de los glaciares”.

Los glaciares forman una parte fundamental de la reserva de agua dulce de la Tierra, pues se estima que contienen casi el 69% del total (aunque esto solo supone un 1,7% del agua del planeta, que en su mayor parte es salada).

Una hipotética desaparición de estas masas heladas y, en particular, de los grandes mantos de hielo que cubren la Antártida y Groenlandia alteraría tanto las condiciones meteorológicas globales como el régimen actual de las corrientes oceánicas, implicando una reestructuración del sistema climático a escala planetaria.

Los glaciares son responsables de la reflexión al espacio de parte de la radiación solar incidente e intercambian masa y energía constantemente con la atmósfera y el océano, de modo que influyen en la circulación atmosférica y en la circulación oceánica. Pero con su pérdida no solo resultaría afectado el clima.

En muchas zonas del planeta son una fuente importante de recursos hídricos, esenciales para el regadío y el abastecimiento de agua potable para las poblaciones que en ellas habitan. Y en otros lugares, incluso, suponen un importante recurso paisajístico y turístico.

Además, según alerta el profesor Navarro, una hipotética desaparición de las grandes masas de hielo supondría vivir en un planeta con un nivel del mar superior en más de 70 metros al actual, lo que implicaría la inmersión de amplias zonas costeras en las que se acumula una parte importante de la población mundial.

El equipo de Navarro cuenta para sus investigaciones en el Ártico con el apoyo logístico de estaciones polares rusas, polacas y noruegas. También trabaja en la Antártida con el soporte logístico de la base española Juan Carlos I, que se encuentra en la zona más cálida y está operativa solo durante el verano austral.

“Las condiciones son infinitamente más duras en el interior del continente, donde los 30 grados bajo cero es una temperatura normal en verano, como lo son los 60 bajo cero en invierno”, aclara el profesor.

“Al poco de acabar mi carrera de Ciencias Físicas, viví durante un año completo en las condiciones climáticas más extremas de mi vida. Fue en la base antártica estadounidense Amundsen-Scott, el en propio Polo Sur, donde experimenté temperaturas de hasta 76 grados bajo cero. ¡El consuelo era que los rusos de la base Vostok, nuestros vecinos más cercanos, a 1.000 kilómetros de distancia, pasaban todavía más frío!”, bromea.

Forman parte también del equipo de investigadores Alba Martín, actualmente contratada posdoctoral en la Universidad de Bristol (Reino Unido) y antes becaria de doctorado en la UPM, y Malgorzata Blaszczyk, de la Universidad de Silesia (Polonia). (Fuente: Universidad Politécnica de Madrid)

Manual del perfecto playero

Manual del perfecto playero

Además de lo más claro, como el uso de la crema solar, un día en la playa se rige por reglas no escritas. Por ejemplo: reservar espacio en primera línea para luego irse a desayunar no está muy bien. Igual que echarse la siesta en las camas balinesas del chiringuito

 
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En las películas, cuando alguien está muy agitado o estresado, jamás se le acerca otro personaje y le dice: “Cierra los ojos y piensa en un camping”. O “cierra los ojos y piensa en un centro urbano bien planificado”. Siempre es “piensa en una playa”. Hasta aquellos que despotrican —que hay mucha arena, dicen— saben que la suya es una batalla perdida, que malhablar de la playa es como ir en contra de la pizza o de los cachorros de panda. Ahora que empieza la temporada de costa conviene recordar unas prácticas instrucciones de uso.

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Cuanto más difícil es llegar, más bonita es la cala

Esta es una regla universal que suelen aplicarse los intrépidos, aquellos que no dejan la toalla sobre la arena o sobre la dura roca a no ser que antes hayan caminado al menos una hora por un camino cada vez más complicado. ¿Son siempre más bonitas las calas aisladas? No necesariamente, pero puede que el esfuerzo haga que lo parezcan. Algunas de las mejores calas recónditas de España son la de Gulpiyuri, en Asturias; Es Talier, en Menorca, y la de Chicré, en el almeriense Cabo de Gata.

Las costas más deseadas

A estas alturas, descubrir una playa nueva solo es posible si uno es amigo de Richard Branson o Athina Onassis, y estos tienen el detalle de invitarle a su isla privada. Pero sí hay costas al alza. Desde el portal Atrápalo destacan como destinos de moda en el extranjero Zanzíbar, Mauricio y las Maldivas. Colombia y Panamá se perfilan como la nueva Costa Rica para quienes quieran combinar mar y naturaleza. Y en España siguen sumando puntos las playas de Cádiz, las de las islas Cíes, en Pontevedra, y las de Fuerteventura.

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Chicas: La moda de baño tiene peligro

No es lo mismo arriesgar con un pantalón que con un bañador. Andrea Alonso, de la marca de ropa de baño Mi&Co, inspirada en Formentera, se muestra escéptica con los triquinis, “que dejan marcas imposibles”, y propone los clásicos biquinis de triángulo y bandeau. Al igual que en los últimos ve­­ranos, los bañadores enteros de corte noventero siguen siendo tendencia, a combinar con una blusa de escote tipo Bardot (con los hombros al aire) y con shorts de tiro alto y botones —no cremallera—, para parecer una extra del Beach Club en el que trabajaba Brandon de Sensación de vivir.

Chicos: Si el logo del bañador es más grande que la esfera del reloj, no mola

Esta es una de las normas de etiqueta de baño masculina que ofrece Daniel García, jefe de moda de la revista ICON. Otras: “Evita cualquier prenda demasiado delicada, nueva o ajustada. Si se ve la ingle cuando te sientas, o el vello púbico al estirar el bañador, ahórratelo; si es un bañador tipo slip, intenta que no sea blanco, para evitar transparencias, y si tarda más de una hora en secarse, quítale el forro y utilízalo para cualquier otra cosa”. No hay que apurarse; acertar es fácil: “Un bañador de secado rápido a medio muslo, una camiseta vieja de algodón, unas gafas de sol y una bebida con hielo en la mano debería ahorrar cualquier quebradero de cabeza”.

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Reservar está feo

Lo hemos visto muchas veces en las noticias: antes de que den las siete de la mañana, en municipios de toda la costa española —Cullera, en Valencia, suele ser el paradigma—, los playistas corren hasta la orilla, sombrilla en mano, y plantan el tenderete en primera línea de mar. Después, desaparecen. En algunas localidades, como en Cunit (Tarragona), han prohibido esta práctica, que también se da con las tumbonas en los hoteles de playa. En este último caso son los alemanes los que arrastran la fama de ser los mayores acaparadores, gracias a su costumbre de echar la toalla antes del desayuno.

No existen las playas nudistas como tal

Como mucho, las de tradición nudista, aclara Ismael Rodrigo, presidente de la Federación Española de Naturismo. En toda la costa, a menos que el Ayuntamiento haya impuesto alguna ordenanza extraña y de legalidad dudosa, el bañador es estrictamente opcional. Y, a pesar de lo que digan algunos blogs (que insisten en que está prohibido poner la música alta o, incluso, ligar en las playas naturistas), tampoco existen normas propias de comportamiento, tan solo el sentido común.

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Hay vida más allá del bocata

Mikel Iturriaga y Mònica Escudero, del blog El Comidista, recomiendan alternar el clásico bocadillo con pasteles salados, como la spakanopita griega, y preparar ensaladas de legumbres, con el aliño aparte. “Cualquier cosa que quepa en un tupper y se pueda comer con tenedor sirve”, recuerdan. Solo conviene evitar la mayonesa y cuajar bien las tortillas para evitar infecciones indeseables.

Los chiringuitos tienen protocolo

Los bares de playa solían ser más sencillos de navegar cuando tenían forma de chamizo o de caseta de plástico. Ahora que se ha impuesto en toda la costa la moda ibicenca, con camas gigantes a modo de hamacas colectivas, todo se ha vuelto más complicado. No está bien utilizarlas para la siesta. Y no, recostarse en ellas tampoco le convierte a uno en un miembro menor de la realeza monegasca.

Geoffrey Parker: «Felipe II merece el título de imprudente»

Cultura

Geoffrey Parker: «Felipe II merece el título de imprudente»


Acaba de publicar «Felipe II, el Rey Imprudente», biografía que incluye la novedosa documentación recién hallada en la Hispanic Society of America

felipe guzmán, Geoffrey Parker, en la conferencia dada en la Universdad Pablo de Olavide
 
En octubre de 2010 Geoffrey Parker (Nottingham, 1943) publicaba un libro que resumía su vida de investigación sobre Felipe II, con el arriesgado título de «La biografía definitiva». Justo después descubría en la Hispanic Society of America una colección de tres mil documentos que hacían añicos ese título. La pesadilla de cualquier historiador. Dice bromeando que se sintió ante un «juicio filipino». Después de estudiarlos, con más sabiduría y el mismo buen humor inglés de siempre, Parker publica «Felipe II, el Rey Imprudente» (Planeta), una biografía que se conforma con ser esencial en la que los documentos iluminan el relato y toman voz : 

—Curioso que se diera cuenta tan tarde, porque «El éxito nunca es definitivo» era el título de un libro suyo sobre Felipe II, precisamente.
—Ojalá lo hubiera pensado mejor. Terminé en 2010 aquella biografía, que se presentó en El Escorial. Creía que ya podría divorciarme de Felipe II. Pero inmediatamente después topé con unas cartas entre el duque de Medina Sidonia y Felipe II, de 1588. En una de ellas el noble, uno de los hombres más ricos de España, le hace un chantaje al rey (risas).

—¿Un chantaje?
—Felipe II le acababa de pedir que mandase la Gran Armada contra Inglaterra y Medina Sidonia le responde que sí, después de intentar librarse: Majestad, yo voy a mandar su armada, pero tengo cuatro hijos que pasan hambre…

—¿Que les ocurría?
—¡Nada! El hombre más rico de España le decía al rey que sus hijos pasaban hambre y necesidad para pedirle, antes de partir, dos encomiendas. Después de leer aquellas cartas, le pedí a John O’Neill, conservador de manuscritos y libros raros de la Hispanic Society of America, que era quien me las había enseñado, que me dijera si había algo más entre sus fondos. ¡Y vaya si tenía! Me dijo: 32 cajas.

—¿Cómo siguió la investigación?
—Organizamos el asunto gracias a una beca de la Mellon Foundation. Eran tres mil documentos. Mil de ellos con muy poco interés, casi todos del duque de Sesa (nieto del Gran Capitán), que aportan datos sobre las cuentas en sus estados. También documentos en árabe de San Francisco de Borja, con las cuentas de sus propiedades, que estaban en Valencia. Estos no tenían interés político. 

—¿Y los otros dos mil?
—Mil de ellos eran billetes pequeños, que tienen indudable interés pero no aportan novedades: en ellos el rey comenta cosas, a veces personales, como «estoy cansado», «tengo hemorroides», cosas que hemos visto en otros muchos documentos de Felipe II. Pero los últimos mil… esos sí tenían gran interés.

—¿De qué nos hablan?
—Hay unos quinientos del Consejo de Aragón interesantísimos. La mayor parte con apostillas del rey. Y está el intercambio de cartas de Felipe II y Medina Sidonia. Quiero destacar que sin el apoyo de O’Neill no hubiera sido posible todo esto. En solo dos meses organizamos todos estos papeles, con ayuda de Bethany Aram y Rachael Ball, y fue entonces cuando me di cuenta de hasta qué punto mi biografía de Felipe II no era la definitiva. Fue como si me hicieran un juicio «filipino».

¿Por qué Imprudente?
—Tras la muerte del rey, su historiador, Antonio de Herrera y Tordesillas, preparó una «Historia del mundo en tiempo de Felipe II». Sugiere que, como todos los reyes castellanos de la historia, Felipe merece un epíteto. El sabio, el católico, el bueno… fueron los de reyes del pasado. Para su rey propone una docena de títulos, y uno de ellos era el prudente. Hay una marca en el documento, una flecha que indica que ese fue el epíteto elegido, el que le pareció mejor. 

—¿Y porque otro historiador, Parker, le enmienda la plana?
—Pienso que merece también el Imprudente de mi libro porque algunas de sus decisiones condenaron a España a malgastar sus recursos. Especialmente contra Inglaterra, empezando en 1571, cuando por primera vez gastó muchísimo dinero en destronar a Isabel Tudor. La Armada no fue el único empeño caro. Y también con los moriscos, porque la guerra de las Alpujarras era totalmente innecesaria, una especie de Irak.
—¿Algo más?
—Por la inflexibilidad en su política contra los protestantes, judíos y musulmanes. En 1559 estaba en negociaciones con Francia y también a punto de lograr una tregua con el turco. Ganada la paz con Francia, dice: suprimimos las negociaciones con el turco. ¡Qué tontería! Veinte años de guerra en el Mediterráneo: ¡Imprudente!

—Pero si esa la ganamos en Lepanto.
—Claro que Lepanto es muy importante. La flota otomana estaba en Grecia, en una gran incursión al oeste. Fue muy importante esa victoria, pero fue táctica, en mi opinión. No estratégica. No se fue a Constantinopla. La guerra continúa. Y eso se habría evitado tal vez con paz en 1559. La tregua llegó en 1577. Fueron 18 años de guerra sin necesidad.

—Difícil estar en su pellejo, pero en el libro dice también que era el monarca más dotado del momento.
—De acuerdo. Gobernar un imperio global es algo que no podemos imaginar. Un consejero suyo decía «la cabeza de su Majestad debe ser más grande que la de cualquier otro». Y no era un cumplido. Su memoria era increíble. Recordaba con exactitud detalles de un documento que había visto por la mañana y corregía ese detalle al terminar el día después de haber trabajado en cientos de documentos. 

—Hable de otros documentos que han cambiado su impresión sobre el rey...
—Hay una consulta de Antonio Pérez, después de la caída del duque de Alba que lo compara con Álvaro de Luna. 

—Las intrigas se agravan con los problemas en Flandes. ¿Hay alguna novedad en el triángulo de traiciones entre Escobedo, Pérez y Juan de Austria?
—Los tres y el rey se traicionaron. Me encantaría conocer la colección de Margarita de Parma, que estaba en Nápoles, en el archivo que quemaron los alemanes en 1943. Había doscientas cartas de don Juan de Austria, ya que su hermanastra era su confidente.

—¿Qué peso se puede otorgar a su carácter inflexible, intransigente, en el retrato real?
—En 1571 trata de matar o prender a la reina Isabel. Los consejeros hablan de que está inflamado, como si no hubiera tenido en cuenta lo que le escribió el duque de Alba, que Isabel conocía sus planes. El rey perdió el sentido de la realidad. Con la Armada se repite. Todos los cambios de estrategia y la decisión final de requerir la reunión de la flota y el ejército es una tontería. Santa Cruz se lo hace ver y Felipe responde que es arriesgado «pero Dios, cúya es la causa va a proveer buen tiempo». Eso es la fe. 

—No la perdió cuando fracasa la Armada.
—Hay dos documentos en archivos diferentes sobre la desesperación que vivió ante la falta de noticias. En el primero dice «muy presto nos habremos de ver en cosa que no querríamos ser nacidos» y está en el archivo Zabálburu. Y en Simancas está el documento del día siguiente sobre la propuesta a su consejo, en el que les anima a intentar un nuevo ataque. 

—¿Qué le gusta menos del rey?
—Cómo malgastó tiempo en cosas como la invasión de Inglaterra en lugar de mejorar las infraestructuras. Fue una oportunidad perdida para hacer de España una nación más grande. La Gran Armada costó más que El Escorial. Lo más admirable es su red de información en un imperio tan grande y su capacidad para estar al tanto de todo. Su visión para lo grande y lo pequeño de su tarea es admirable. 

—¿Qué le preguntaría a Felipe II si pudiera hablar con él por Skype?
—¿Mataste a Escobedo? Querría saber. Sé que conocía los planes, porque preparó las cédulas de tres de los asesinos y lo admitió implícitamente en el proceso a Antonio Pérez. ¿Y por qué?

El «chantaje» de Medina Sidonia a Felipe II para mandar la Armada

El hombre que ajusta la hora en España


TIEMPO

El segundo intercalar

El hombre que ajusta la hora en España

  • Javier Galindo ajusta y mantiene los relojes atómicos que marcan la hora legal en España

  • Esta noche les añadirá un segundo para alinear el horario solar con el civil

  • El Real Observatorio de la Armada en San Fernando custodia los relojes más precisos.

Javier Galindo, Jefe de la Hora del Real Observatorio de la Armada. SERGIO ENRÍQUEZ-NISTAL
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En uno de los edificios del Real Instituto y Observatorio de la Armada (ROA) en San Fernando (Cádiz), el más antiguo de nuestro país, una vitrina exhibe los primeros relojes que se utilizaron para controlar la hora legal en España. Junto a ella está la puerta de acceso a la sala que alberga media docena de relojes atómico, los más precisos de España y los que marcan la hora legal

Los custodia el capitán de Navío Francisco Javier Galindo Mendoza, jefe de la Sección de la Hora y responsable del equipo de diez personas que se encarga de su mantenimiento y de ajustarlos cuando hace falta. Como esta noche, cuando les añadirá un segundo para ajustar el horario solar, que está sujeto al comportamiento de la Tierra, con el tiempo civil, que se rige por estos relojes atómicos, también llamados de haz de Cesio. 

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Y es que, según recuerda Teodoro López Moratalla, Jefe de Efemérides del ROA, «el tiempo es un asunto complejo» y «la Tierra no gira a una velocidad constante alrededor de su eje. Rota de forma irregular, unas veces más deprisa y otras más despacio», explica. En la actualidad, la tendencia de nuestro planeta es a ir más despacio debido, entre otras causas, a la Luna y las mareas. 

Uno de los relojes atómicos del ROA.
 
En 1884 la comunidad internacional decidió adoptar el meridiano de Greenwich como meridiano cero. «Esta escala, llamada UT (o GMT, aunque esta denominación está desaconsejada desde los años 40), está dada por la rotación de la Tierra. No es, por tanto una escala uniforme o regular», afirma López. «O dicho de otra forma», propone Galindo, «el Sistema Solar, utilizado durante mucho tiempo para marcar la hora, es un mal reloj, un reloj inestable».

La precisión de los relojes atómicos

Los relojes atómicos, que permiten reproducir en el laboratorio un intervalo de tiempo constante, fueron la solución para esa falta de uniformidad y para conseguir una forma de medir el tiempo que no estuviera sometida a variaciones. «Surgió así una nueva escala, el Tiempo Atómico Internacional (TAI), en la que un segundo siempre dura lo mismo. Y de la escala TAI deriva la que se conoce como Tiempo Universal Coordinado (UTC), que siguen la mayoría de los países», señala López Moratalla.

«En la escala UT, sin embargo, un segundo cada vez dura más», dice López Moratalla. «¿Cómo se corrige esta deriva? Simplemente introduciendo un segundo que permite volver a alinear el tiempo basado en relojes atómicos con el tiempo basado en el Sol medio», explica Galindo junto a los equipos del laboratorio desde los que controla los relojes que, con grandes dígitos rojos, marcan la hora en la escala UTC. Esta medida, conocida como segundo intercalar, se lleva a cabo desde 1972 y se realiza aproximadamente cada 18 meses, preferiblemente el 30 de junio o el 31 de diciembre. Con este ajuste, mantienen la diferencia entre las escalas UTC y UT por debajo de 0,9 segundos.

«El siguiente cambio lo tendremos el 30 de junio. En realidad nos va a afectar el 1 de julio, porque tendrá lugar a las 00.00 horas UTC, que con el horario de verano serán las 02.00 horas en la Península y la 01.00 h. en Canarias. 

Incluiremos un segundo para recuperar el alineamiento entre el sistema basado en relojes atómicos y lo que hace el Sol respecto a la Tierra», señala Galindo. «El 1 de julio será un día excepcionalmente largo, con una duración de 86.401 segundos en lugar de los 86.400 segundos habituales», añade López Moratalla también capitán de Navío.

¿El último segundo intercalar?

Sin embargo, la necesidad de introducir segundos intercalares ha sido cuestionada en los últimos años por el coste que acarrea y por la posibilidad de que cause fallos en algunos sistemas informáticos. Ésta podría ser la última vez, o una de las últimas, que se ponga en marcha este ajuste, ya que la comunidad internacional está debatiendo abolir el segundo intercalar. La decisión se tomaría en octubre, en una conferencia internacional que se celebrará en Ginebra, donde se retomarán las discusiones que ya se iniciaron en 2012 durante la Asamblea de Radiocomunicaciones, según recuerda López.

Componentes electrónicos en la Sala de la Hora del ROA, en la que están los relojes atómicos que marcan la hora legal.
 
La Unión Internacional de Telecomunicaciones, el organismo de la ONU del que depende el mantenimiento o supresión de los segundos intercalares, ha propuesto otra alternativa. En lugar de hacer este ajuste cada pocos años, sostienen, cada 600 años se podría añadir una hora.

¿Y qué consecuencias tendría la abolición del segundo intercalar? «Prácticamente ninguna», coinciden Galindo y López. «Hoy en día, los que más se benefician de este ajuste son los navegantes para poder situarse en el mar por medio de los astros, pero existen otras formas de corregirlo», explica López. ReinoUnido, que usa como referencia horaria legal GMT y no UTC, no quiere prescindir del segundo intercalar debido a que la diferencia entre ambas escalas aumentaría. «Realmente no hay motivo ni para quitarlo ni para mantenerlo», admite Galindo.

Difundir la hora legal

«Nuestra misión es mantener el patrón nacional de tiempo y frecuencia. Estos relojes atómicos son contrastados continuamente con otros distribuidos por todo el mundo», explica, mientras muestra una pantalla en la que van apareciendo la hora de Reino Unido y Suiza. «Sincronizamos a la administración pública y a muchos usuarios que necesitan tiempo con altas prestaciones. Saber la hora exacta es clave, por ejemplo, para los registradores de la propiedad, los radares de la DGT, la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre o para certificar cuándo acaban los plazos de la ventanilla electrónica».

El reloj principal del ROA (o master clock) costó 450.000 euros. Su vida es larga, de unos 50 años, pero su mantenimiento es caro. La sustitución del tubo de estos relojes se hace cada siete años y cuesta 80.000 euros.

Telescopio Gautier de San Fernando.

Una de las salas del edificio principal en la que que se conservan (y siguen funcionando a la perfección los primeros relojes de péndulo de este observatorio, fundado en 1753 y trasladado en 1798 a San Fernando. Son muchos los tesoros históricos que custodia el ROA. Entre ellos figuran libros incunables, una colección de instrumentos antiguos usados para observar el cielo o un telescopio del siglo XIX con el que España contribuyó al primer gran proyecto astronómico internacional y cuyo funcionamiento nos enseña López. «Se hizo una carta del cielo. Para ello se construyeron 18 telescopios como éste y se repartieron entre los observatorios más relevantes de la época. Cada uno fotografió una parte del cielo», señala.