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Comida, barcos, competición y la costa noreste de la provincia de Alicante. Estos son los ingredientes de la IV Gourmet Race Teulada-Moraira, una regata atípica. No se trata de echar un pulso de velocidad y estrategia en busca del mejor viento, sino de demostrar la habilidad en los fogones de las embarcaciones. Navegar y cocinar, deporte y gastronomía. Un maridaje de éxito.
La cuarta edición de la Gourmet Race se celebra el 10 de octubre con una flota compuesta por 24 embarcaciones a vela y a motor. El formato de competición es sencillo: los participantes sueltan amarras en el Club Náutico Moraira y acuden de manera escalonada hasta el muelle de espera, donde recogen el ingrediente principal que proporciona la organización (este año, un kilo de gallineta de fondo, un pescado similar a la escorpa y cabracho) e inician un recorrido entre boyas de unas cuatro millas de distancia alrededor de la bahía.
Cada barco está vigilado de cerca. Esta vez no sólo se miden los veleros como en las regatas de siempre -aunque poco importa el orden de llegada-, el Comité de Regatas también se asegura de que nadie embarque durante el recorrido para echar una mano en la cocina.
Al regresar a puerto, después de aproximadamente una hora y cuarto de navegación, las tripulaciones bajan lo cocinado y lo emplatan ante el público. El plato pasa entonces a una zona reservada donde un jurado de prestigio lo puntuará sin saber quién es el autor de la elaboración. Campeones de España de cocina como Evarist Miralles, estrellas michelíncomo Manuel Alonso, así como otros chefs y críticos gastronómicos serán los encargados de establecer la clasificación final.
La Gourmet Race nació de la idea de ofrecer un evento de promoción turística en una temporada atractiva desde el punto de vista climático pero de baja afluencia de turistas. "Al club le cuesta dinero esta regata, pero es el evento del municipio que más repercusión tiene, más incluso que los festejos de Moros y Cristianos y, además, es el más rentable a nivel publicitario; la gastronomía tiene mucho tirón", explica Tomás Solano, director del Club Náutico Moraira.
Alrededor de la regata se ha creado una completa agenda de actividades para todos los públicos. Durante esta semana, algunos de los restaurantes de la localidad presentan menús temáticos con motivo de la prueba y se celebran catas de cervezas artesanas y talleres de salazones. Para los que no pueden resistirse a echarse al mar, también hay oferta náutica: SUP bautismos de kitesurf y travesías en catamarán por el litoral y parasailing.
No hay demasiado estrés en esta rara avis del deporte náutico. Las tripulaciones no se desesperan para dar caza a sus rivales y la regata siempre acaba a la hora de comer. Bon appétit.
Comentario de Aprocean:
Es una pena que con la cantidad de eventos culturales y deportivos relacionados con el mar, apenas tengan repercusión a nivel nacionaly por ende internacional con lo bueno que sería para promover nuestras costas.
Salvador Lechuga Lombos
Periodista
Pres. de Aprocean
Periodista
Pres. de Aprocean
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