Sociedad
Japón extrae con éxito la controvertida energía del «Hielo inflamable»
Han conseguido extraer gas natural de sus reservas submarinas, pero los expertos alertan del impacto ecológico
Atrapado bajo el hielo del lecho marino, en los océanos hay gas suficiente para alimentar el consumo de la Tierra durante varios siglos.
De momento, el único país que ha podido extraerlo con éxito ha sido
Japón, que el pasado mes de marzo consiguió procesar gas natural a
partir de hidrato de metano, una sustancia con forma de polvo blanco que
se sedimenta en el fondo marino o bajo tierra y en la que las moléculas
de agua o hielo aprisionan el gas.
Tras llegar al lecho marino con una taladradora especial,
que bajó hasta 300 metros de profundidad, el barco-plataforma «Chikyu»,
perteneciente a la Corporación Nacional de Petróleo, Gas y Metales de
Japón (Jogmec) y al Instituto de Ciencia y Tecnología Industrial
Avanzada, redujo la presión para separar las moléculas de metano de las
de agua y subirlas luego a la superficie. Varias horas después, una llama en la popa del barco demostraba el éxito de la prueba,
que tuvo lugar en el Océano Pacífico a 80 kilómetros de la costa al sur
de la Península de Atsumi, en la prefectura de Aichi. «Japón podría
tener finalmente una fuente de energía propia», se congratuló el
portavoz de la empresa estatal Jogmec, Takami Kawamoto.
La falta de energía tras el apagón nuclear obliga a Japón a importar grandes cantidades de gas natural
Acuciado por su falta de energía tras la suspensión de su
medio centenar de reactores nucleares debido al desastre de Fukushima en
2011, Japón se vio obligado a importar el año pasado una cifra récord
de 87,3 millones de toneladas de gas natural licuado. Dicha factura le
cuesta entre 2 y 3 billones de yenes (entre 15.000 y 23.000 millones de
euros) a Japón, que lleva más de una década invirtiendo una fortuna en las investigaciones sobre el «hielo inflamable» para reducir su dependencia energética.
«Espero que podamos confirmar la producción estable de gas,
pero aún quedan obstáculos por superar», advirtió el ministro de
Comercio, Toshimitsu Motegi, quien confió «en afrontar los retos uno a
uno para utilizar los recursos que rodean Japón». Sus progresos son seguidos muy de cerca por otros países que también están explorando sus costas en busca de hidrato de metano, como Canadá, China, Noruega y Estados Unidos.
Según un informe publicado por la Agencia Internacional de la Energía en 2012, las reservas de hidratos de metano pueden generar el doble de energía que todo el gas, petróleo y carbón del mundo juntos.
Abundante en el Ártico y bajo los océanos, el hidrato de metano ha sido
extraído con éxito del subsuelo canadiense por un equipo también
japonés, que en 2002 bombeó agua caliente para bajar la presión y
liberar sus moléculas. En la prueba submarina de marzo, los técnicos
nipones optaron por la despresurización porque inyectar agua caliente al
lecho marino requería demasiada energía.
A tenor del Servicio Geológico de EE.UU., el hidrato se
mantiene estable, y en su forma sólida, a más de 150 o 200 metros de
profundidad en los mares cerca de los polos y a unos 500 metros conforme
se aproximan al Ecuador. Lo que todavía es una incógnita es el tanto por ciento de las reservas que podrán recuperarse.
Con este «hielo inflamable» de producción nacional, Japón también persigue liberarse de su dependencia del carbón,
que aporta una quinta parte de la energía que se consume en el país y
es uno de los principales emisores de gases de efecto invernadero. Pero
ya han surgido voces alertando del impacto medioambiental
que tiene el hidrato de metano. «Es entre 20 y 30 veces más potente que
el dióxido de carbono (CO2), que se considera responsable del
calentamiento global», advierte a ABC Andrew DeWit, profesor de Política
Económica de las Finanzas Públicas en la Universidad tokiota de Rikkyo y
uno de los expertos más reputados sobre energías renovables en Japón.
En su opinión, «la mayor amenaza que entraña la explotación del hidrato
de metano es el riesgo de desestabilización de sus enormes reservas, que
podría causar repentinas y catastróficas liberaciones de gas». Al ser
inflamable, el hidrato de metano resulta muy peligroso si no se mantiene
estable bajo la temperatura y la presión adecuadas. Según una tribuna
de opinión publicada en el diario en inglés «Japan Times» por Peter Wynn
Kirby, de la Escuela de Geografía y Medio Ambiente de la Universidad de
Oxford, «el hidrato de metano provocó la explosión que causó el vertido
de la plataforma petrolífera de BP en el Golfo de México en 2010».
A pesar de estas advertencias, Japón se ha propuesto seguir adelante con sus ensayos
con el fin de explotar en un plazo de cinco años su «hielo inflamable»,
que pretende convertir en su energía autóctona aunque muchos piensen
que se trata de un regalo envenenado.
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