Miércoles, 29 mayo 2013
Ingeniería
La Organización de las Naciones Unidas declaró 2012 como el "Año Internacional de la Energía Sostenible para Todos", con el acceso universal a formas modernas de energía para el año 2030 como uno de los objetivos estipulados.
Sin embargo, son pocos y limitados los análisis realizados sobre vías de lograr este objetivo y sobre los costos económicos potenciales y los beneficios de salud que podría traer en cada caso.
Una nueva investigación proporciona datos reveladores sobre la cuestión.
El equipo de la investigadora Shonali Pachauri, del Instituto Internacional para el Análisis de Sistemas Aplicados (IIASA por sus siglas en inglés) en Austria, usó dos modelos para analizar las inversiones necesarias para lograr en el año 2030 la electrificación completa de las poblaciones rurales, y el acceso universal a combustibles de combustión más limpia para cocinar, así como las consecuencias de ello.
Los análisis realizados por ella y sus colaboradores indican que esas metas se podrían alcanzar con una inversión anual adicional de entre 65.000 millones y 86.000 millones de dólares, hasta el año 2030, acompañada por políticas orientadas a alcanzar dichas metas.
El equipo de Shonali Pachauri advierte que sólo una combinación de políticas encaminadas a acelerar la electrificación, así como a disminuir el costo de combustibles modernos con combustión más limpia, y el costo de hornillos y fogones para cocinar capaces de usar esos combustibles, puede hacer factible alcanzar esas metas en el año indicado.
Las inversiones propuestas son más altas que las estimadas anteriormente, pero equivalen sólo a entre un 3 y un 4 por ciento de las inversiones actuales en el sistema energético global.
El acceso a la electricidad y a combustibles, hornillos y fogones de combustión más limpia podría reducir la tasa anual de 4 millones de muertes que se estima que se producen por la contaminación del aire del hogar causada por prácticas de cocción usando combustibles de combustión muy sucia.
En su estudio, los investigadores han calculado que un mejor acceso a combustibles modernos para cocinar podría evitar entre 0,6 y 1,8 millones de muertes prematuras en el año 2030, y mejorar sustancialmente el bienestar de la población en áreas desfavorecidas o de difícil acceso.
El equipo de Shonali Pachauri estima que se necesitaría una capacidad adicional de generación de entre 21 y 28 gigavatios para proporcionar una cantidad modesta de electricidad a todos los hogares de zonas rurales aún sin electrificar. Esto es menos de lo que aumenta anualmente la capacidad de generación eléctrica de China.
Sin embargo, son pocos y limitados los análisis realizados sobre vías de lograr este objetivo y sobre los costos económicos potenciales y los beneficios de salud que podría traer en cada caso.
Una nueva investigación proporciona datos reveladores sobre la cuestión.
El equipo de la investigadora Shonali Pachauri, del Instituto Internacional para el Análisis de Sistemas Aplicados (IIASA por sus siglas en inglés) en Austria, usó dos modelos para analizar las inversiones necesarias para lograr en el año 2030 la electrificación completa de las poblaciones rurales, y el acceso universal a combustibles de combustión más limpia para cocinar, así como las consecuencias de ello.
Los análisis realizados por ella y sus colaboradores indican que esas metas se podrían alcanzar con una inversión anual adicional de entre 65.000 millones y 86.000 millones de dólares, hasta el año 2030, acompañada por políticas orientadas a alcanzar dichas metas.
El equipo de Shonali Pachauri advierte que sólo una combinación de políticas encaminadas a acelerar la electrificación, así como a disminuir el costo de combustibles modernos con combustión más limpia, y el costo de hornillos y fogones para cocinar capaces de usar esos combustibles, puede hacer factible alcanzar esas metas en el año indicado.
Las inversiones propuestas son más altas que las estimadas anteriormente, pero equivalen sólo a entre un 3 y un 4 por ciento de las inversiones actuales en el sistema energético global.
El acceso a la electricidad y a combustibles, hornillos y fogones de combustión más limpia podría reducir la tasa anual de 4 millones de muertes que se estima que se producen por la contaminación del aire del hogar causada por prácticas de cocción usando combustibles de combustión muy sucia.
En su estudio, los investigadores han calculado que un mejor acceso a combustibles modernos para cocinar podría evitar entre 0,6 y 1,8 millones de muertes prematuras en el año 2030, y mejorar sustancialmente el bienestar de la población en áreas desfavorecidas o de difícil acceso.
El equipo de Shonali Pachauri estima que se necesitaría una capacidad adicional de generación de entre 21 y 28 gigavatios para proporcionar una cantidad modesta de electricidad a todos los hogares de zonas rurales aún sin electrificar. Esto es menos de lo que aumenta anualmente la capacidad de generación eléctrica de China.
El suministro eléctrico es un recurso que todavía está fuera del alcance de una parte considerable de la población humana. (Foto: Amazings / NCYT / MMA)
A estas inversiones hay que añadir las políticas que ayuden a facilitar la transición hacia un modo más limpio de cocinar, mediante una combustión menos contaminante, en más del 40 por ciento de la población mundial.
En la investigación también han trabajado Bas J. van Ruijven de la Agencia de Evaluación Medioambiental de los Países Bajos (PBL), Yu Nagai de la Universidad Tecnológica de Viena en Austria, Detlef P. van Vuuren del Instituto Copérnico de Desarrollo Sostenible en la Universidad de Utrecht en los Países Bajos, Abeeku Brew-Hammond del Centro de Energía en la Universidad Kwame Nkrumah de Ciencia y Tecnología (KNUST) de Kumasi en Ghana, y Nebojsa Nakicenovic y Keywan Riahi del IIASA.
El IIASA es un instituto internacional financiado por instituciones científicas de África, América, Asia, Oceanía y Europa.