Medio Ambiente
Los peces actúan de centinelas de la calidad del agua
Una
investigación realizada por la Universidad Politécnica de Madrid y el
Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria
concluye que la calidad de las aguas que alimentan las piscifactorías
puede monitorizarse mediante el análisis de sus peces, lo que sirve como
herramienta para detectar la contaminación de ríos y masas de agua.
En el marco de un proyecto de investigación realizado por el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA) y la ETSI Montes de la Universidad Politécnica de Madrid se ha estudiado la posibilidad de utilizar piscifactorías en funcionamiento para detectar la calidad de las aguas de nuestros ríos.
"Hay
pequeñas contaminaciones, que sin afectar a la calidad del producto,
pueden originar reacciones fisiológicas en los peces y el análisis de
dichos cambios puede ser un buen indicador de la calidad del agua",
apuntan los científicos.
La monitorización de la calidad de agua supone hoy un día todo un reto, particularmente a la hora de cumplir con las exigencias correspondientes a la aplicación de la Directiva Marco del Agua de la Unión Europea.
Realizar análisis químicos de manera continuada es complejo y costoso, y
aporta información sobre la presencia de una serie limitada de
compuestos químicos, obviándose la posible influencia de aquellos que no
se incluyen en los análisis, o bien el efecto de toda la multitud de
compuestos que aparecen en concentraciones que no llegan a detectarse
por los métodos analíticos tradicionales.
"Para salvar estos
problemas se está recurriendo de manera general a la utilización de
bioindicadores, que son testigos del estado de las aguas, y que es
precisamente lo que se ha llevado a la práctica en esta investigación",
añaden.
En el proyecto se han monitorizado dos piscifactorías continentales a lo largo de tres años,
y para evidenciar la exposición a cantidades traza de contaminantes se
han utilizado tres aproximaciones diferentes. Por un lado se han
muestreado regularmente los peces de las piscifactorías y se ha
analizado la inducción de procesos de detoxificación (concretamente la
actividad enzimática EROD) que se activan por la presencia de
contaminantes.
Efectivamente, estos procesos estaban inducidos en
algunos meses del año. En estos muestreos también se tomaron sedimentos
del canal de entrada de la piscifactoría, se obtuvieron extractos y se
llevaron a cultivos de células de peces mantenidas in vitro. Según los
investigadores, la inducción en estos cultivos celulares de los mismos
procesos de detoxificación observados en los peces evidencia la
presencia de contaminantes retenidos en los sedimentos.
Compuestos químicos en las piscifactorías
En
una segunda aproximación los peces se trasladaron a la piscifactoría de
la ETSI Montes con una calidad del agua muy buena. Se observó que al
cabo de una semana estos procesos de detoxificación desaparecían en los
peces lo que indicaba que, en las piscifactorías, estaban expuestos a
sustancias químicas.
Finalmente se realizaron análisis químicos en
los sedimentos de entrada a la piscifactoría. Sólo se encontraron
niveles anormalmente altos de algunos compuestos químicos en algunos
muestreos. Estos resultados no explican los procesos que se habían visto
inducidos en los peces y evidencian, por lo tanto, que debe de haber
sustancias en concentraciones indetectables que pueden causar los
efectos observados.
"Por todo ello, las
piscifactorías en funcionamiento pueden ser herramientas muy útiles para
la detección de contaminaciones difusas, con niveles subletales, tan
comunes en nuestros ríos y masas de agua", concluyen los expertos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario