El estudio se ha llevado a cabo a través del Programa de Perforación Oceánica, IODP, un programa de investigación científica internacional en el que participan 26 países
Científicos de la Escuela
Politécnica Federal (ETH) de Zúrich, en colaboración con las
universidades de Cambridge, Princeton y Columbia, publican en el
último número de la revista Science un registro de la
productividad biológica en las cuencas del océano Austral –tanto de la
zona antártica como de la subantártica– que explica cómo dos
mecanismos han causado una variación significativa de la concentración
de dióxido de carbono en los últimos 800.000 años.
El estudio se ha llevado a cabo a través del Programa de Perforación Oceánica,
IODP, un programa de investigación científica internacional en el que
participan 26 países. El objetivo es la exploración de la historia y
estructura de la Tierra mediante el muestreo y análisis de sedimentos
marinos.
El grupo de expertos, encabezado por el investigador del ETH Samuel
Jaccard, analizó los datos de las dos zonas abarcando el último millón
de años –diez ciclos glaciales–, y confirman lo que sugerían estudios
anteriores: durante las edades de hielo se escapa menos dióxido de
carbono a la atmósfera de la zona antártica, al contrario de lo que
ocurre en la zona subantártica, que experimenta aumentos de
productividad y mayor bombeo de dióxido de carbono a la atmósfera.
"Este estudio aporta datos clave sobre los mecanismos que regulan las concentraciones de CO2
en la atmosfera durante los ciclos glaciales. En concreto, muestra que
los cambios en la productividad marina y circulación oceánica que se
producen en el océano Antártico juegan un papel fundamental en este
proceso. Los nuevos datos sugieren que estos dos procesos pueden
explicar los cambios en las concentraciones atmosféricas de CO2 durante el ultimo millón de años", explica a SINC Alfredo Martinez Garcia, coautor del estudio e investigador en el ETH.
La zona antártica incluye las aguas que rodean la Antártida, y la
zona subantártica se refiere a las aguas inmediatamente al norte de
estos territorios.
“La combinación de estos dos ciclos diferentes en el océano
Antártico han impulsando cambios en el registro de dióxido de carbono
atmosférico durante cientos de miles de años”, aseguran los expertos.
Sus resultados también confirman los aumentos débiles de dióxido de
carbono en la atmósfera durante los tibios períodos interglaciares que
se produjeron entre 450.000 y 800.000 años.
"Entender el funcionamiento de estos procesos durante estos periodos
del pasado es fundamental para poder predecir su evolución en el
futuro en un escenario de calentamiento global. En concreto, los datos
obtenidos pueden ayudar a entender como el ciclo marino del carbono
puede verse alterado en el futuro y como esto puede afectar a la
evolución del clima", concluye Martínez.
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