La
segunda jornada del simposio ‘Fronteras de la Ciencia en Brasil y
España’, organizado por la Universidad de Salamanca y FAPESP, está
dedicada por entero a la investigación en cáncer
Varios países iberoamericanos
acaban de constituir una red científica que tiene como misión la
búsqueda de compuestos a partir de los cuales se puedan desarrollar
fármacos antitumorales. La idea es aprovechar la rica biodiversidad de
Centroamérica y Sudamérica para hallar biomoléculas que en la
actualidad no se están utilizando y que pueden ser de utilidad para
combatir el cáncer, según ha explicado hoy Atanasio Pandiella,
subdirector del Centro de Investigación del Cáncer (CIC) de Salamanca
en el marco del simposio Fronteras de la Ciencia de Brasil y España.
El científico ha explicado en declaraciones recogidas por DiCYT que
este centro de investigación mixto de la Universidad de Salamanca y el
Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) participará en el
proyecto tras la constitución de la red hace apenas dos semas en una
reunión que tuvo lugar en Brasil. Además de españoles y brasileños,
investigadores de Costa Rica, Chile, Perú y Panamá se han sumado a la
iniciativa.
Por parte de la Universidad de Salamanca también colabora la Facultad
de Farmacia, ya que se trata de un proyecto multidisciplinar en el
que, además de los especialistas en cáncer, es necesaria la
colaboración de químicos y biólogos, entre otros especialistas. El
objetivo es la búsqueda de nuevos productos poniendo en valor los
medios y el conocimiento de Iberoamérica, ya que habitualmente otros
países como Estados Unidos son los que lideran la investigación
biomédica y la producción de fármacos a pesar de que no cuentan con una
biodiversidad tan rica como la Centroamérica o América del Sur, ha
señalado Pandiella, puesto que recursos las plantas son la fuente de
muchos compuestos antitumorales.
Todo ello se basa en la cooperación científica entre diversos países.
En concreto, “desde hace muchos años tenemos una colaboración fluida
con diferentes instituciones brasileñas”, afirma el subdirector del CIC.
“Brasil está en ebullición y con grandes perspectivas de desarrollo
económico y tecnológico”, aseguró. Por eso, para la Universidad de
Salamanca reforzar los lazos con los investigadores de este país es “muy
relevante”.
En el mismo sentido se pronunció uno de los científicos brasileños
más destacados del simposio que se celebra en estos días en Salamanca,
Luiz Paulo Kowalski, investigador del Hospital A. C. Camargo Instituto
Nacional de Oncogenomica, Ciencia y Tecnología. Este tipo de
colaboraciones científicas iberoamericanas “nos fortalecen en relación a
las potencias económicas que dominan el mercado”, ha asegurado este
especialista en cáncer de cabeza y cuello. Además, ha apuntado otras
formas de colaboración científica. Por ejemplo, dentro de su
especialidad a menudo “la evolución clínica de los pacientes es
diferente en España y en Brasil”. Por eso, establecer una comparativa y
averiguar los motivos de estas diferencias puede dar lugar a nuevos
procedimientos diagnósticos y terapéuticos contra el cáncer.
Otra destacada investigadora brasileña ha sido Anamaria Aranha
Camargo, del Instituto Ludwig de Investigaciones sobre el Cáncer
(Hospital Sirio-Libanés), especialista en cáncer colorrectal, que ha
destacado la oportunidad que ofrece este evento hispanobrasileño
organizado por la Universidad de Salamanca y por la Fundación de Apoyo a
la Investigación Científica del Estado de Sao Paulo (FAPESP) para
iniciar nuevas colaboraciones científicas. “Este evento crea
expectativas para iniciar una metodología común en el campo de la
genómica”, aunque es un campo de una enorme complejidad.
Leucemia linfática crónica
En la jornada de hoy, enteramente dedicada a la investigación en
cáncer, ha destacado también la intervención de Marcos González,
especialista de la Universidad de Salamanca y del Hospital
Universitario, que se ha centrado en los avances logrados en la
secuenciación del genoma de la leucemia linfática crónica, uno de los
proyectos del Consorcio Internacional de los Genomas del Cáncer, un
proyecto mundial que consiste en secuenciar el genoma completo de 500
pacientes de cada uno de los 50 tumores más frecuentes.
Según ha explicado González, el proyecto ya está muy avanzado, puesto
que ya han participado más de 450 pacientes. Entre los resultados,
cabe destacar una publicación en Nature el pasado año,
cuando se completaron los cuatro primeros genomas completos de
pacientes, en los que se hallaron muchas alteraciones moleculares que
pueden ser dianas moleculares para que futuros fármacos ataquen la
enfermedad de forma más directa.
Además, una segunda publicación estudió 105 exomas completos, es decir, la secuenciación de los los exones de los genes, que son regiones muy concretas. Este trabajo permitió profundizar en los mecanismos patogénicos y explicar por qué la leucemia linfática crónica es muy agresiva en unos pacientes y silente en otros.
Finalmente, el resultado más reciente se mueve en el terreno de la epigenética, es decir, todo lo que afecta a los genes pero no viene determinado por ellos. Este último trabajo permite la división de este tipo de leucemia en tres grupos distintos de pacientes con distinto pronóstico. El objetivo final de toda esta línea de investigación será lograr tratamientos más efectivos.
Precisamente, el otro protagonista español de la jornada, Manel Esteller, director del Programa de Epigenética y Biología del Cáncer del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (Idibell) y profesor de Genética de la Universidad de Barcelona, ha explicado la importancia de la epigenética para avanzar en la lucha contra el cáncer, ya que es uno de los mayores expertos mundiales en esta cuestión.
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