lunes, 25 de febrero de 2013

La misión SMOS estudia las corrientes oceánicas en el Atlántico Norte

 
Lanzado en 2009, el satélite SMOS de la ESA para el estudio de la humedad del suelo y la salinidad de los océanos (Soil Moisture and Ocean Salinity) nos está ayudando a comprender el ciclo del agua.

La misión del agua de la ESA arroja luz sobre la evolución de la serpenteante Corriente del Golfo. Este es tan solo uno de los muchos logros del satélite SMOS que se han presentado este viernes en un encuentro celebrado en ESAC (European Space Astronomy Centre), en Madrid.
   Lanzado en 2009, el satélite SMOS de la ESA para el estudio de la humedad del suelo y la salinidad de los océanos (Soil Moisture and Ocean Salinity) nos está ayudando a comprender el ciclo del agua.
   A lo largo de los últimos tres años la misión ha estado proporcionando datos globales más precisos sobre la humedad de los suelos y la salinidad de los océanos, utilizados para estudiar nuestro ciclo del agua.  
   Se han adquirido nuevos conocimientos sobre el movimiento de la Corriente del Golfo - uno de los sistemas de corrientes más estudiados.
   Esta corriente, que se origina en el Caribe y fluye hacia el Atlántico Norte, juega un importante papel en la trasferencia de calor y sal, influyendo en el clima de la costa este de Norte América y la costa oeste de Europa.
   Los datos sobre salinidad de SMOS muestran que el agua caliente y salada impulsada hacia el norte por la Corriente del Golfo converge con aguas más frías y menos saladas, transportadas hacia el sur a lo largo de la costa este de Norte América por la Corriente del Labrador. Esta convergencia causa fuertes gradientes laterales que llevan a procesos de mezcla entre las masas de agua más allá del Cabo Hatteras.
   Las observaciones de SMOS pueden delimitar y monitorizar los remolinos resultantes que han sido 'arrancados' de la corriente, formando pequeñas áreas de agua caliente y salada en la Corriente del Labrador, y zonas de agua más fresca y fría en la Corriente del Golfo. SMOS puede monitorizar la dinámica de este proceso gracias a su alta resolución y su frecuencia de renovación de datos.
   Esto está proporcionando a los científicos nueva información sobre cómo se mueve la sal entre los limites de las corrientes - una clave para comprender mejor el 'cinturón de convección' de la circulación oceánica global.
   Este y otros logros científicos alcanzados durante los tres años de funcionamiento de la misión SMOS han sido presentados durante una conferencia llevada a cabo este viernes en ESAC (European Space Astronomy Centre), centro de la ESA situado en Villanueva de la Cañada, cerca de Madrid (España).
   Los datos de SMOS, que han sobrepasado cualquier expectativa, se están utilizando para monitorizar la extensión y el grosor de los hielos del mar Ártico, proporcionando cobertura diaria del Océano Ártico.
   Además, el satélite puede determinar la velocidad de los vientos durante un huracán - tal y como sucedió el año pasado con el Huracán Sandy, que devastó zonas de la costa este de los Estados Unidos - midiendo la radiación de microondas emitida por los mares revueltos.

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