jueves, 28 de febrero de 2013

Elefantes marinos dotados con transistores exploran para los científicos el fondo marino antártico

Los animales seleccionados, junto con sofisticados datos vía satélite y anclajes en cañones oceánicos, juegan un papel para proporcionar datos sobre el extremo ambiente antártico

Elefantes marinos con sensores en la cabeza que nadan bajo el hielo antártico han ayudado a los científicos a entender mejor cómo el océano más frío, donde se forman las aguas más profundas, proporciona pistas vitales para entender su papel en el cambio climático en el mundo.
   Los animales seleccionados, junto con sofisticados datos vía satélite y anclajes en cañones oceánicos, juegan un papel para proporcionar datos sobre el extremo ambiente antártico, donde las observaciones son muy raras y a donde no pueden llegar los barcos, dijeron investigadores del Antarctic Climate & Ecosystem CRC en Tasmania.
   Los científicos conocen desde hace tiempo la existencia del "agua del fondo antártico", una capa densa y profunda de agua cerca del lecho oceánico que tiene un impacto significativo en el movimiento de los océanos de todo el mundo.
   Se conocían tres áreas donde se forma este agua, y la existencia de una cuarta se sospechó durante décadas, pero la zona era demasiado inaccesible, hasta ahora, gracias a los elefantes marinos.
   "Los elefantes marinos fueron a una zona de la costa a la que nunca iba a llegar ningún banco", dijo Guy Williams, especialista en hielo marino del ACE CRC y coautor del estudio.
   "Esta es una forma particular de agua antártica llamada agua profunda antártica de producción, uno de los motores que impulsan la circulación de los océanos", dijo a Reuters. "Lo que hemos encontrado es otro pistón de ese motor".
   Los elefantes marinos del sur son los más grandes de su especie, con los machos pudiendo alcanzar los seis metros de largo y un peso de hasta 4 toneladas.
   En 2011, veinte ejemplares fueron desplazados desde la estación Davis en el este de la Antártida con un sensor, cuyo peso estaba entre 100 y 200 gramos, en su cabeza. Cada dispositivo tenía un pequeño transmisor por satélite que permitía pasar la información a una base de datos diaria en intervalos de cinco a diez minutos cuando los animales subían a la superficie.
   "Los elefantes marinos (...) fueron hasta la propia fuente y encontraron este agua densa muy fría y salada en pleno invierno debajo de la polinia, que es como llamamos a la fábrica de hielo alrededor de la costa antártica", añadió Williams.
   Estudios previos han mostrado que hay tendencias que duran 50 años en las propiedades del agua profunda antártica, y Williams dijo que la última investigación ayudaría a evaluar mejor esos cambios, tal vez proporcionando pistas para modelos del cambio climático.
   "Varios de los elefantes marinos buscaron comida en el talud continental, a unos 1.800 metros de profundidad, perforando una capa de este agua densa en cascada hacia el abismo", dijo en un comunicado. "Esto nos da raras y valiosas mediciones de este proceso en invierno".

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lunes, 25 de febrero de 2013

La guardería de las ballenas grises

La guardería de las ballenas grises

Por: Paco Nadal
Grises 1
Imagina un autobús de dos pisos con aletas. Imagina que esa mole viene directo hacia ti. Imagina que estás en una débil lancha fueraborda de apenas cinco metros de eslora flotando en una laguna costera sin posibilidad de refugiarte o quitarte de en medio. El autobús de dos pisos es una ballena gris, de nombre oficial eschrichtius robustus; peso aproximado: 20 toneladas; longitud, unos 15 metros. Pero el bus con aletas y cola no te embiste. Frena suavemente, saca su alargada cabeza para curiosear quién son esos extraños que la fotografían, y luego da un coletazo y pasa bajo la lancha tan suavemente que si lleváramos a bordo un aparador con copas de cristal de Bohemia no habría vibrado ni una.
Pues esa es la sensación que siento ahora mismo mientras me adentro en la bahía Magdalena, en la costa del Pacífico de la Baja California mexicana para ver y disfrutar de cerca uno de los grandes fenómenos de la naturaleza: la migración anual de ballenas grises desde Alaska hasta estas lagunas someras de las costa mexicana para aparearse y dar a luz a sus crías.
Las ballenas grises viven durante cuatro meses en esta laguna costera de Magdalena, o en las cercanas de San Ignacio y Ojo de Liebre, tres bahías de aguas someras de apenas 20 metros de profundidad, enseñando a sobrevivir a sus ballenatos, que consumen unos 200 litros de leche materna al día. Una especie de guardería de cetáceos en la que los bebés están a salvo de sus depredadores. Luego, a mediados de abril, una voz misteriosa, una orden grabada en lo más profundo de sus genes, les ordena ponerse en marcha de nuevo y retornar a las frías aguas de Alaska para completar una vez más el ciclo.
Rito, el guarda de este espacio natural protegido, me dice que hoy ha contado, sumando madres, machos y crías, unas 85 ballenas en este tramo de laguna frente a Puerto López Mateo. ¡85 gigantescas ballenas en una charca de no más de un kilómetro de ancho por varios de largo!. Muy mal se nos tiene que dar para no ver ninguna.
Grises 2

Y en efecto, al poco aparece una gran hembra con su ballenato, nadando pausadamente en paralelo a nuestra lancha, asomando su gran ojo para curiosear a los curiosos. Son tan amigables y se sienten tan seguras en este refugio mexicano que es casi imposible venir y no ver una gran ballena a un metro de distancia. Por eso es tan popular el avistamiento de cetáceos en estas lagunas. Para evitar problemas, también es estricta la regulación: hay unos supervisores que vigilan que no haya más de 27 lanchas a la vez en el agua, y que no se junten más de tres a la vez cuando se avista una ballena.
Las lanchas las manejan los propios pescadores de Puerto López Mateos, agrupados en la cooperativa Aquendi, quienes durante cuatro meses ganan más dinero y de forma menos peligrosa paseando a los visitantes que el resto del año, cuando salen a aguas abiertas en busca de tiburones blancos o makos, jureles y dorados.
La histeria colectiva estalla en la lancha cuando un ballenato – o a veces su madre - se acerca para jugar. Saca su enorme morro, lo pega a la nave y deja que sus ocupantes le acaricien y la fotografíen durante unos minutos, como una estrella del celuloide. Pocas veces en tu vida puedes estar tan cerca de una ballena. Pocas veces en tu vida tendrás una oportunidad tan clara de concluir que a estos maravillosos seres hay que protegerlos. No exterminarlos.
La cooperativa Aquendi organiza visitas todos los días de la temporada a avistar ballenas desde Puerto López Mateo. Un paseo de dos horas cuestas unos 12 euros.
Por: Paco Nadal
Grises 1
Imagina un autobús de dos pisos con aletas. Imagina que esa mole viene directo hacia ti. Imagina que estás en una débil lancha fueraborda de apenas cinco metros de eslora flotando en una laguna costera sin posibilidad de refugiarte o quitarte de en medio. El autobús de dos pisos es una ballena gris, de nombre oficial eschrichtius robustus; peso aproximado: 20 toneladas; longitud, unos 15 metros. Pero el bus con aletas y cola no te embiste. Frena suavemente, saca su alargada cabeza para curiosear quién son esos extraños que la fotografían, y luego da un coletazo y pasa bajo la lancha tan suavemente que si lleváramos a bordo un aparador con copas de cristal de Bohemia no habría vibrado ni una.
Pues esa es la sensación que siento ahora mismo mientras me adentro en la bahía Magdalena, en la costa del Pacífico de la Baja California mexicana para ver y disfrutar de cerca uno de los grandes fenómenos de la naturaleza: la migración anual de ballenas grises desde Alaska hasta estas lagunas someras de las costa mexicana para aparearse y dar a luz a sus crías.
Las ballenas grises viven durante cuatro meses en esta laguna costera de Magdalena, o en las cercanas de San Ignacio y Ojo de Liebre, tres bahías de aguas someras de apenas 20 metros de profundidad, enseñando a sobrevivir a sus ballenatos, que consumen unos 200 litros de leche materna al día. Una especie de guardería de cetáceos en la que los bebés están a salvo de sus depredadores. Luego, a mediados de abril, una voz misteriosa, una orden grabada en lo más profundo de sus genes, les ordena ponerse en marcha de nuevo y retornar a las frías aguas de Alaska para completar una vez más el ciclo.
Rito, el guarda de este espacio natural protegido, me dice que hoy ha contado, sumando madres, machos y crías, unas 85 ballenas en este tramo de laguna frente a Puerto López Mateo. ¡85 gigantescas ballenas en una charca de no más de un kilómetro de ancho por varios de largo!. Muy mal se nos tiene que dar para no ver ninguna.
Grises 2

Y en efecto, al poco aparece una gran hembra con su ballenato, nadando pausadamente en paralelo a nuestra lancha, asomando su gran ojo para curiosear a los curiosos. Son tan amigables y se sienten tan seguras en este refugio mexicano que es casi imposible venir y no ver una gran ballena a un metro de distancia. Por eso es tan popular el avistamiento de cetáceos en estas lagunas. Para evitar problemas, también es estricta la regulación: hay unos supervisores que vigilan que no haya más de 27 lanchas a la vez en el agua, y que no se junten más de tres a la vez cuando se avista una ballena.
Las lanchas las manejan los propios pescadores de Puerto López Mateos, agrupados en la cooperativa Aquendi, quienes durante cuatro meses ganan más dinero y de forma menos peligrosa paseando a los visitantes que el resto del año, cuando salen a aguas abiertas en busca de tiburones blancos o makos, jureles y dorados.
La histeria colectiva estalla en la lancha cuando un ballenato – o a veces su madre - se acerca para jugar. Saca su enorme morro, lo pega a la nave y deja que sus ocupantes le acaricien y la fotografíen durante unos minutos, como una estrella del celuloide. Pocas veces en tu vida puedes estar tan cerca de una ballena. Pocas veces en tu vida tendrás una oportunidad tan clara de concluir que a estos maravillosos seres hay que protegerlos. No exterminarlos.
La cooperativa Aquendi organiza visitas todos los días de la temporada a avistar ballenas desde Puerto López Mateo. Un paseo de dos horas cuestas unos 12 euros.

Hallan los restos de un antiguo continente en el océano Indico - La Razón digital

Hallan los restos de un antiguo continente en el océano Indico - La Razón digital

La misión SMOS estudia las corrientes oceánicas en el Atlántico Norte

 
Lanzado en 2009, el satélite SMOS de la ESA para el estudio de la humedad del suelo y la salinidad de los océanos (Soil Moisture and Ocean Salinity) nos está ayudando a comprender el ciclo del agua.

La misión del agua de la ESA arroja luz sobre la evolución de la serpenteante Corriente del Golfo. Este es tan solo uno de los muchos logros del satélite SMOS que se han presentado este viernes en un encuentro celebrado en ESAC (European Space Astronomy Centre), en Madrid.
   Lanzado en 2009, el satélite SMOS de la ESA para el estudio de la humedad del suelo y la salinidad de los océanos (Soil Moisture and Ocean Salinity) nos está ayudando a comprender el ciclo del agua.
   A lo largo de los últimos tres años la misión ha estado proporcionando datos globales más precisos sobre la humedad de los suelos y la salinidad de los océanos, utilizados para estudiar nuestro ciclo del agua.  
   Se han adquirido nuevos conocimientos sobre el movimiento de la Corriente del Golfo - uno de los sistemas de corrientes más estudiados.
   Esta corriente, que se origina en el Caribe y fluye hacia el Atlántico Norte, juega un importante papel en la trasferencia de calor y sal, influyendo en el clima de la costa este de Norte América y la costa oeste de Europa.
   Los datos sobre salinidad de SMOS muestran que el agua caliente y salada impulsada hacia el norte por la Corriente del Golfo converge con aguas más frías y menos saladas, transportadas hacia el sur a lo largo de la costa este de Norte América por la Corriente del Labrador. Esta convergencia causa fuertes gradientes laterales que llevan a procesos de mezcla entre las masas de agua más allá del Cabo Hatteras.
   Las observaciones de SMOS pueden delimitar y monitorizar los remolinos resultantes que han sido 'arrancados' de la corriente, formando pequeñas áreas de agua caliente y salada en la Corriente del Labrador, y zonas de agua más fresca y fría en la Corriente del Golfo. SMOS puede monitorizar la dinámica de este proceso gracias a su alta resolución y su frecuencia de renovación de datos.
   Esto está proporcionando a los científicos nueva información sobre cómo se mueve la sal entre los limites de las corrientes - una clave para comprender mejor el 'cinturón de convección' de la circulación oceánica global.
   Este y otros logros científicos alcanzados durante los tres años de funcionamiento de la misión SMOS han sido presentados durante una conferencia llevada a cabo este viernes en ESAC (European Space Astronomy Centre), centro de la ESA situado en Villanueva de la Cañada, cerca de Madrid (España).
   Los datos de SMOS, que han sobrepasado cualquier expectativa, se están utilizando para monitorizar la extensión y el grosor de los hielos del mar Ártico, proporcionando cobertura diaria del Océano Ártico.
   Además, el satélite puede determinar la velocidad de los vientos durante un huracán - tal y como sucedió el año pasado con el Huracán Sandy, que devastó zonas de la costa este de los Estados Unidos - midiendo la radiación de microondas emitida por los mares revueltos.

viernes, 22 de febrero de 2013

La circulación termohalina del Atlántico quedó prácticamente detenida en...

La cultura hispana en Estados Unidos: 3. Las misiones, asentamientos his...

Una 'farmacia' de más de 2.000 años en la costa de la Toscana

Jueves, 10 enero 2013
Arqueología

Una 'farmacia' de más de 2.000 años en la costa de la Toscana


Un equipo de investigadores de la Universidad de Pisa (Italia) han analizado recientemente los ingredientes de seis pastillas encontradas en una cajita entre los restos de un naufragio ocurrido alrededor de 140 años a. C. en Pozzino, en la costa de la Toscana.

El barco, de la era romana, fue descubierto por primera vez en 1974 y explorado durante las décadas de los 80 y los 90, aunque hasta ahora no se había llevado a cabo un análisis exhaustivo de las pastillas. Los resultados se han publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences.

El estudio de las muestras del frágil material ha revelado que las tabletas contienen, entre otros ingredientes, grasas animales y vegetales y resina de pino, que tiene propiedades antibacterianas. También se ha encontrado aceite de oliva, usado en la época para fabricar perfumes y preparados medicinales, así como almidón y zinc, considerado por los científicos cono el ingrediente activo del medicamento.

Los investigadores creen que las pastillas eran usadas para tratar infecciones de los ojos.

“Estoy sorprendida de que hayamos encontrado tantos ingredientes y tan bien conservados, teniendo en cuenta que estuvieron debajo del agua tantísimo tiempo”, ha declarado a la BBC Maria Perla Colombini, profesora de Química en la Universidad de Pisa.
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Las pastillas contienen grasas animales y vegetales, resina de pino y compuestos de zinc. (Imagen PNAS)

Para no destruir las pastillas, los científicos han utilizado unas mínimas muestras que fueron sometidas a espectrometría de masas, una técnica que se emplea para identificar los elementos de un compuesto.

El hallazgo de medicinas antiguas es poco habitual y menos aún en tan buenas condiciones como las halladas en Pozzino.

Según Gianna Giachi, responsable de Patrimonio Arqueológico de Toscana, casi todo lo que se sabe procede de escritos médicos de la época.

“Hemos comparado los resultados con lo que escribieron autores antiguos como Theophrastus (371-286 a. C.), Plinio el Viejo y Dioscorides (ambos de la primera centuria a. C.) y visto una gran similitud entre lo hallado y los ingredientes habituales de la época. En especial el uso de componentes de zinc, utilizado para el tratamiento de infecciones oculares.

Giachi ha añadido que el estudio ayudará a entender más la farmacia antigua, que era "muy sofisticada". (Fuente: SINC)

Los escondites salinos de las bacterias del río Tinto pueden ser como los de Marte



Las altas dosis de radiación, la falta de humedad, así como la temperatura y presión extremas que soporta la superficie de Marte, hacen difícil el desarrollo de la vida. Dentro de este ambiente tan hostil, los científicos buscan nichos más ‘amigables’ que pudieran guarecerla y uno de los candidatos son los depósitos salinos.

Ahora un equipo del Centro de Astrobiología (CAB, INTA-CSIC), en España, ha analizado un ambiente de este tipo en la Tierra: las costras de sal asociadas a un mineral con azufre y hierro denominado natrojarosita. Se encuentra en la cuenca del río Tinto, en Huelva, y es muy similar a otro detectado en Marte: la jarosita. Su presencia revela la existencia presente o pasada de agua.

“Los depósitos salinos son buenos ‘albergadores’ de restos biológicos, e incluso de vida en sí misma, en situaciones muy adversas”, destaca a SINC Felipe Gómez, coautor de este trabajo que publica la revista Planetary and Space Science.

“El motivo es que en este ambiente se mantienen unas condiciones menos adversas que las del entorno, ya que, por ejemplo, protege de la radiación y mantiene condiciones de humedad superiores a las del exterior”, explica el investigador.

Con técnicas microscópicas y de ecología molecular, el equipo ha descubierto una película de bacterias y algas viviendo en microcuevas de sal que no se pueden observar directamente. Se han encontrado hasta cinco morfologías distintas de microorganismos pertenecientes a géneros como Dunaliella y Cyanidium.

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Los precipitados de natrojarosita del río Tinto ocultan a los microorganismos (en verde) dentro de micronichos salinos. (Imagen: F. Gómez / CAB)

Los depósitos analizados se han ido formado en capas de pocos milímetros de grosor y constituyen un ecosistema “completamente distinto” del ya de por sí extraño ambiente del río Tinto.

“Los minerales precipitados sólo se pueden haber formado en un entorno tan ácido como este, y aún así albergan comunidades microbianas en desarrollo, es decir, que aquí encuentran su ecosistema óptimo”, dice Gómez.

Según el estudio, “la localización de estos micronichos protegidos en un análogo terrestre de Marte  –como el río Tinto– supone un importante paso para considerar el potencial de habitabilidad del planeta rojo”.

La sonda Mars Global Surveyor de la NASA ya localizó formaciones salinas en forma de abanico aluvial en la superficie marciana y los científicos piensan que también las podría haber bajo el océano helado de la luna Europa, uno de los satélites de Júpiter.

“Desde un punto de vista astrobiológico, los depósitos de sal tienen gran importancia y se deben tener en cuenta a la hora de buscar restos de vida en misiones espaciales de exploración, como la que actualmente está desarrollando el rover Curiosity en Marte”, concluye Gómez. De hecho, se han localizado depósitos salinos de interés astrobiológico no lejos de donde se mueve el rover de la NASA.

En la Tierra, el equipo del CAB también ha estudiado ambientes salinos extremos en el lago Chott El Jerid (Túnez) y bajo el suelo del desierto de Atacama (Chile). (Fuente: SINC)

Hallazgo de anémonas en lugares inesperados

Jueves, 10 enero 2013
Biología

Hallazgo de anémonas en lugares inesperados


Como resultado del trabajo de campo realizado por especialistas de la Universidad de las Islas Ryukyus en Okinawa, Japón, se ha logrado descubrir dos nuevas especies de anémonas incrustantes, o zoantídeos coloniales, en lugares inesperados.

Las especies pertenecen al género Neozoanthus, del que solo se conocía una especie, hallada en el Océano Índico. Sorprendentemente, las nuevas especies fueron encontradas en el Océano Pacífico, al sur de Japón, y en la Gran Barrera de Coral, en Australia.

La única especie previamente conocida de Neozoanthus fue hallada en Madagascar y descrita en 1972. Tras ello, no fue vista durante cuatro décadas, hasta que una investigación reciente determinó que nuevos ejemplares hallados en el Pacífico probablemente pertenecían a ese género. El nuevo estudio describe de modo formal a estos nuevos especímenes como pertenecientes a dos especies.
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Neozoanthus caleyi, en la Gran Barrera de Coral, Australia. (Foto: Gary Cranitch. CC-BY 3.0)
Los miembros de este género son pequeños, con pólipos individuales de no más de 6 milímetros de diámetro. Tienen discos orales rojos, grises, azules o púrpuras. Todos habitan en ecosistemas de arrecifes de coral en zonas con fuertes corrientes y cierto grado de enfangamiento. Las dos nuevas especies y la especie hallada en Madagascar contienen algas unicelulares simbióticas y fotosintéticas que les proporcionan energía derivada de la luz solar.

Ya fue asombroso en 2008 hallar Neozoanthus en el Pacífico, cerca de Japón. Al principio se creyó que tal vez estos ejemplares eran muy raros. Sin embargo, otra investigación realizada en el sur de Japón por el equipo de James Davis Reimer, Yuka Irei y Takuma Fujii, ha revelado que la especie japonesa es común localmente.

Otra sorpresa llegó con unas inspecciones en la Gran Barrera de Coral australiana en 2009 y 2010, cuando se encontraron anémonas incrustantes similares a miles de kilómetros de Madagascar y de Japón.

En el nuevo estudio se corrobora que estos nuevos especímenes pertenecen a dos especies, y se les describe de manera detallada.

Mayor inteligencia para robots submarinos

Jueves, 10 enero 2013
Ingeniería

Mayor inteligencia para robots submarinos


Los robots submarinos ahora pueden ser más inteligentes. Unos ingenieros de la Universidad de Stanford y el Instituto de Investigación del Acuario de la Bahía de Monterrey (MBARI), ambas instituciones en California, han desarrollado un sistema que permite a vehículos subacuáticos autónomos (AUVs por sus siglas en inglés) anticiparse mejor a los obstáculos en su camino, lo cual hace posible que puedan fotografiar con seguridad incluso parajes recónditos y traicioneros del fondo oceánico.

Fotografiar el fondo oceánico con vehículos submarinos no es algo nuevo, pero el sistema informático desarrollado por Sarah Houts, del Laboratorio de Robótica Aeroespacial de la Universidad de Stanford, permitiría por primera vez a los vehículos captar de modo autónomo imágenes de rasgos topográficos peligrosos sin ver comprometida su seguridad.

Hasta ahora, los científicos sólo podían obtener imágenes de estos sitios peligrosos guiando ellos mismos un vehículo por control remoto desde a bordo de un barco, una operación costosa e inviable para misiones que implican la inspección periódica del fondo marino.

Hace poco, investigadores del MBARI desarrollaron AUVs capaces de captar imágenes del fondo marino por sí mismos, pero sólo cuando éste es relativamente plano. Sin embargo, Stephen Rock, director del citado Laboratorio de Robótica Aeroespacial, y otros investigadores, creen que los datos científicos más interesantes se esconden en cañones de pendientes pronunciadas y otros terrenos abruptos. Se requiere por tanto que los robots sean capaces de maniobrar con éxito dentro de estos sitios.

Para diseñar un sistema que permita a un típico vehículo subacuático robótico, con forma de torpedo, navegar por lugares submarinos remotos y peligrosos, tomar fotografías y regresar intacto, Houts se basó en un sistema de navegación especial desarrollado por Rock y Rob McEwen, ingeniero del MBARI. Este sistema permite que un vehículo conozca su ubicación comparando su altitud (su distancia hasta el fondo oceánico) con un mapa existente del terreno. Pero, para asegurar que el vehículo pueda salir ileso de sitios escarpados, Houts tuvo que darle la capacidad de anticipar y evitar obstáculos.

A partir del mapa de un terreno, Houts calculó las trayectorias óptimas, así como la altura, velocidad, y orientación óptimas del vehículo en cada punto de la trayectoria de navegación. Este planteamiento permite al AUV navegar de forma segura cerca del fondo oceánico. El robot aplica algoritmos para guiarse a sí mismo alrededor de obstáculos con los que se encuentra en su camino.

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Un robot subacuático, en forma de torpedo y de color amarillo, a punto de ser soltado en el mar. (Foto: Sarah Houts / Universidad de Stanford)
Los ingenieros de la Universidad de Stanford y el MBARI ya han realizado con éxito una prueba del nuevo sistema para AUVs en la Bahía de Monterrey.

Houts quiere adaptar la tecnología de anticipación de obstáculos a un proyecto del MBARI para vigilar cambios en icebergs. De modo similar a como el AUV tomaría fotos de sitios específicos en el fondo oceánico, el vehículo de este otro proyecto recolectaría muestras de partes específicas de un iceberg.

En este caso, sin embargo, habría un desafío adicional: El iceberg se mueve por el océano, por lo que el vehículo robótico también tiene que poder hacer una estimación de cómo el iceberg se está moviendo de manera que pueda permanecer junto a él.

El proyecto ha sido financiado por la NASA a través de su programa ASTEP, dedicado a ciencia y tecnología para investigaciones de astrobiología en la exploración de otros mundos. Los responsables del programa ASTEP quieren usar una tecnología similar con asteroides que se mueven rápidamente por el sistema solar.

jueves, 21 de febrero de 2013

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miércoles, 20 de febrero de 2013

La cultura hispana en Estados Unidos: 2. Conquistadores españoles en el ...

Conociendo mejor la actividad cotidiana de los microbios marinos

Aquaviva proyecta en Arucas (Islas Canarias) la piscina más profunda del mundo para buceo

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Descubren nuevas especies de peces en una fosa de Nueva Zelanda

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El galeón español del siglo XVI hallado en Ribadeo se conserva casi intacto

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Encuentran restos de un barco del siglo XX en los Cayos de Florida

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Restos de un barco hallado frente a las costas de Gran Canaria evidencian el potencial arqueológico

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martes, 19 de febrero de 2013

Navegación a vela, ¿futuro del comercio internacional?

Navegación a vela, ¿futuro del comercio internacional?

El "TRES HOMBRES" puede cargar 35 toneladas y albergar cinco tripulantes y diez pasajeros / BBCUn caluroso día de verano en agosto, el comerciante de vinos danés Sune Rosforth recibió 8.000 botellas de vino recién llegadas de Francia. Desde las oficinas de instituciones financieras que flanquean el muelle, los trabajadores miraban algo que no se veía en el centro de Copenhague desde hacía años.El barco que llevó el vino desde el puerto bretón de Brest era un bergantín de 32 metros de eslora, llamado "TRES HOMBRES".
Su compañía, Rosforth and Rosforth, abastece a restaurantes en Dinamarca con vinos orgánicos y biodinámicos.
Hace tiempo que hablaba de transportar vino de una manera más ecológica con un productor de Anjou que también capitanea un barco, pero el plan original usaba barcazas de .
"Un día nos llamó para contarnos que había una oportunidad de trasladar el vino, pero en un velero", señala. "Respondimos '¡Fantástico!'".
Vino en Copenague
En 2008, la Compagnie de Transport Maritime à la Voile anunció planes para enviar vino francés por velero. Hubo varios embarques pero la compañía cerró en 2010.
Esto no ha desanimado a otras compañías.
El TRES HOMBRES zarpó en 2009 de Ámsterdam y ha trasladado desde entonces. También da a marineros en tierra la oportunidad de integrarse a la tripulación.
La carga de vino fue planeada con su socio, la de de mercancías a vela TransOceanic Transport (TOWT), que trabaja con una flotilla de veleros y ofrece a los compradores una manera de rastrear el viaje.
"No es un renacimiento aventurero poético de tecnología del Siglo XIX, sino algo que definitivamente encara la transición de energía en el mar", dice el fundador de TOWT, Guillaume Le Grand.
Se calcula que la industria marítima produce 3% a 5% de las emisiones globales de dióxido de carbono, haciendo que la navegación a vela sea muy atractiva al sector orgánico y ecológico.
Al aumentar el precio del petróleo, también sube el costo de las opciones tradicionales de carga.
Esto ha motivado la investigación de combustibles alternativos como gas natural licuado (GNL) y una reducción de la velocidad de las naves de carga, la llamada navegación lenta.(BBC MUNDO)
06/01/12
EL NACIONAL (Venezuela)

Pilar Luna: «Mientras yo viva, en México lucharemos contra los cazatesoros»

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Impune saqueo en 200 sitios con barcos naufragados en el Golfo de México y Caribe; datan desde el si

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viernes, 15 de febrero de 2013

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Del 8 al 10 de marzo vuelve el Salón del Inmersión, un sector en pleno crecimiento con más de 7 mill

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El hombre que superó el cáncer gracias a una babosa (y mucha ciencia)

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  • Marcel Joan logró superar un cáncer terminal gracias a un fármaco experimental basado en el veneno de un molusco. El desarrollo del fármaco quedó en vía muerta por su baja rentabilidad

Intervención quirúrgica por un cáncer en un hospital de Madrid
Intervención quirúrgica por un cáncer en un hospital de Madrid Jesús G. Feria
 
El 7 de febrero de 2004, Marcel Joan escupió el café contra la pared de su cocina. La fecha es precisa porque su mujer, Paquita, ha apuntado desde entonces cada detalle sobre la salud de su marido en una libreta.
Los datos de Paquita son la cronología de un caso único. Su marido es un experto en artes gráficas ya retirado -tiene 65 años- que ha vivido toda su vida en Olot (Girona). La libreta indica que el 28 de julio de 2004 a Joan le empezaron a dar quimioterapia. Los médicos le habían encontrado un tumor en el esfófago poco común y difícil de erradicar. Apenas podía beber ni tragar alimentos. Un año y medio después estaba defenestrado. Sufría metástasis en varios órganos vitales y los médicos habían probado con él hasta cuatro líneas de tratamientos sin éxito. "Aquella mañana el médico me vino a decir: 'Arregla las cosas porque en navidades ya no estarás", recuerda Joan. Era marzo de 2006.

En 1993 Joan era aún un sano y prometedor empleado que estaba a cargo de la primera imprenta offset de Olot. Ese año, investigadores de la Universidad de Hawai anunciaron un descubrimiento que le salvaría la vida. El equipo había sacado de los arrecifes de coral unas 200 babosas marinas de color verde oliva y rayas naranjas. De ellas los científicos extrajeron el veneno con el que estos moluscos, de la especie Elysia rufescens, se defienden de sus depredadores. Se trataba de un compuesto llamado kahalalide F y en el laboratorio resultó ser letal para varios tipos de células humanas de cáncer. Estudios posteriores demostraron que el kahalalide F acababa con células de tumores sólidos de pulmón, colon, riñón, ovario, próstata y útero. Además las células no parecían desarrollar inmunidad a la actividad del compuesto, como sí lo hacen para ciertos tratamientos de quimioterapia. Aquel veneno era lo más parecido a un tesoro enterrado en el fondo del mar.
En marzo de 2006 los médicos le dieron a Joan una última opción para intentar salvarse. "Me preguntaron si quería ser conejillo de indias", recuerda. Después de firmar "contratos de 200 páginas" acabó inscrito en un ensayo dirigido por el Instituto Catalán de Oncología. El estudio no probaría el kahalalide F, sino un derivado de este compuesto sintetizado en laboratorio llamado elisidepsina. Su nombre comercial era Irvalec y su propietario era la farmacéutica española Pharmamar, especialista mundial en desarrollar fármacos basándose en productos extraídos del mar.

Respuesta única
El ensayo era un fase I, algo que en la jerga médica indica que su principal objetivo es medir si el compuesto es nocivo para los pacientes. Los médicos, por supuesto, también atesoran cualquier dato sobre la efectividad del fármaco. Las notas de Paquita indican que Joan recibió la primera dosis del fármaco experimental el 25 de abril. A partir de entonces sus tumores comenzaron a menguar.

En unos meses pasó de pesar 50 kilos y no poder vestirse solo a volver en coche solo a Olot después de cada sesión de tratamiento. En julio de 2009, tras recibir su dosis número 49, los médicos mandaron a Joan a casa. Para entonces su cuerpo ya estaba totalmente limpio de cáncer. Han pasado tres años desde aquello y Joan sigue sin rastro de su enfermedad, subiendo a las montañas que rodean su Olot natal y disfrutando de sus tres nietos.
"No he visto nada igual", reconoce Ramón Salazar, oncólogo del ICO y responsable del ensayo clínico en el que participó Joan. La respuesta de este enfermo fue sorprendente y única, ninguno de los otros pacientes, "entre 20 y 30", mostraron esa progresión. "Tiene algo el tumor de este hombre que le hace sensible a la elisidepsina", reconoce Salazar.
El oncólogo se lanzó entonces a responder los porqués de la potencia antitumoral del fármaco. Era necesario conocer el mecanismo de acción de aquel compuesto para aclarar por qué podía ser tan efectivo en unas personas y no en otras. Desbordado por la tarea, Salazar envió muestras del tumor de Joan a su colega Santiago Ramón y Cajal, jefe de Patología Molecular del Hospital Vall d'Hebrón de Barcelona.
"Recibimos muestras de seis o siete pacientes entre los que había un alto grado de cáncer de esófago", recuerda Ramón y Cajal, cuyo tío-bisabuelo fue el célebre Nobel de medicina español. "Intentamos relacionar la respuesta de los tumores a marcadores celulares". Esos marcadores podían ayudar a explicar cómo la elisidepsina acababa con el cáncer hasta hacerlo desaparecer. Mientras, Pharmamar siguió adelante con el desarrollo de su fármaco Irvalec, que se probó en más pacientes y pasó a la fase II.
"Con estos tumores tan malignos aquel resultado era excepcional, alucinante", recuerda Ramón y Cajal. Pronto, el tumor de Joan y los otros enfermos comenzaron a mostrar resultados. El equipo de Ramón y Cajal desveló que el Irvalec parecía funcionar mejor cuanto "menos epitelial y más mesenquimal era el tumor". Esos dos términos se refieren a dos tipos de tejidos que dan lugar a dos tipos de tumores, el carcinoma y el sarcoma, respectivamente. Este último es mucho menos frecuente que el primero, lo que indicaba que Irvalec combate mejor los tumores más raros, como el de Joan. Hasta ahí pudo llegar la investigación. Los siete casos que manejaba Ramón y Cajal no eran suficientes para aclarar el mecanismo exacto que usa el fármaco para atacar las células cancerígenas. Hacían falta más casos, pero estos no llegarían nunca.

Un fármaco no rentable
En abril de 2012 sucedió algo que Paquita no tiene apuntado en su libreta´: se detenía el desarrollo de Irvalec, pese a que el fármaco había demostrado una una notable actividad contra un tipo de tumores gastroesofágicos conocidos como adenocarcinoma indiferenciado de células grandes de esófago. Estos tumores sólo suponen el 1% de todos los cánceres de esófago y tienen una incidencia global muy baja.
La investigación con Irvalec o con kahalalide F quedó aparcada. Esto no solo fue una decepción para gente como Ramón y Cajal o Salazar, sino también para investigadores de la propia compañía. Entre ellos está Carmen Cuevas, jefa de I+D de Pharmamar y responsable del desarrollo de Irvalec. Su empresa tenía un convenio de colaboración con los investigadores de la Universidad de Hawai que aislaron por primera vez el veneno de aquel molusco marino.
Cuevas se muestra realista. "Este fármaco podría haber funcionado; de hecho, funcionaba y como prueba está aquel paciente [Joan]", señala. "Pero hay que priorizar, hubiera llevado años reclutar a pacientes necesarios para lanzar un ensayo debido a la poca incidencia de este tipo de tumores y hacerlo hubiera sido muy costoso", reconoce. A cambio, señala, otro fármaco desarrollado a partir de extractos marinos, el Yondelis, "ya está en el mercado" y otros, como el aplidin, están ya en la fase III en ensayos clínicos contra el mieloma múltiple.
"Desarrollar un fármaco cuesta 1.000 millones de dólares [unos 760 millones de euros], sólo el 20% resulta rentable y sólo en uno de cada 20.000 casos se recupera la inversión", resume Fernando Albericio, químico especialista en fármacos contra el cáncer del Instituto de Investigación en Biomedicina de Barcelona. Albericio conoce bien el Irvalec, ya que su laboratorio también investigó las propiedades antitumorales del kahalalide F.

"Todos los que conocí han muerto"
En la industria farmacéutica "es muy frecuente que se dejen de desarrollar compuestos como este", reconoce Albericio. "Muchas cosas se quedan por el camino, la investigación contra el cáncer es así", señala.
La única vía que sigue adelante es el estudio del kahalalide F para tratar la psoriasis, "un tipo de alteración celular en el que algunos expertos ven similitudes con el cáncer, aunque sea mucho menos grave", explica Albericio.
Desde que se curó, Joan sube algunas mañanas a una zona de montaña conocida como Las Presas y se pasa una hora sentado en una piedra, completamente solo. "Los laboratorios quieren números", resume sobre la decisión de Pharmamar. Sabe que es la única persona del mundo que ha superado un cáncer terminal gracias a aquel compuesto que un investigador sacó del Océano Pacífico hace 20 años. "No sé de nadie como yo, todos los que conocí durante esos años están muertos o en el hospital", confiesa

El calentamiento global reduce el oxígeno del fondo marino del Ártico

El calentamiento global reduce el oxígeno del fondo marino del Ártico



Una investigación publicada en la revista "Science" ha demostrado por primera vez que el calentamiento global provoca una reducción de la concentración de oxígeno del fondo marino del Ártico Central y altera su ecosistema, ha informado la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB).
Los investigadores han descubierto que el alga "Melorisa artica", una especie que se encarga de la producción de la mitad de materia orgánica de la zona a partir del dióxido de carbono, crece más rápidamente porque el aumento del deshielo hace que entre más luz a las capas de hielo donde viven.
Esto ha permitido formar grandes cadenas de algas bajo el hielo del Ártico Central, cuando hasta solo se habían detectado hasta ahora en regiones costeras.
Las cadenas de algas son tan pesadas que se desplazan hasta el fondo del mar, a más de 4.000 metros de profundidad, donde atraen a estrellas y pepinos de mar, que se alimentan de ellas y, los restos son metabolizados por bacterias que, en este proceso, consumen el oxígeno del lecho marino.
El investigador líder del proyecto, Antje Boetius, se ha mostrado satisfecho de que se haya podido demostrar que el calentamiento global afecta también, de un modo más rápido de lo que se creía, al fondo marino.
"No sabemos si es un fenómeno puntual que hemos podido observar durante este periodo estival o si continuará en los próximos años", ha explicado Boetius.
Asimismo, el investigador principal ha alertado de que continúan sin entender suficientemente la función del ecosistema ártico, de modo que no pueden prever las consecuencias de esta disminución rápida del hielo marino.
Durante la investigación, que se desarrolló en verano del 2012 y en la que participaron las doctorandas de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), Montserrat Roca y Viena Puigcorbé, se utilizaron cámaras guiadas, vehículos operados remotamente bajo el hielo y microsensores.

jueves, 14 de febrero de 2013

Hacia los insecticidas basados en el veneno de una anémona de mar

jueves, 3 enero 2013
Bioquímica

Hacia los insecticidas basados en el veneno de una anémona de mar





Una nueva investigación muestra que ciertas toxinas extraídas del veneno de anémonas de mar podrían constituir la base para una nueva generación de insecticidas, e incluso ser usadas para tratar algunos trastornos cardíacos, ciertas clases de dolor y otras afecciones.

A medida que los insectos evolucionan para volverse resistentes a los insecticidas, crece la necesidad de desarrollar nuevas formas de control de plagas para mantenerlos a raya.

Un equipo de científicos ha descubierto que el veneno de una anémona de mar posee varias toxinas que prometen conducir a una nueva generación de insecticidas que sean respetuosos con el medio ambiente y que eviten que los insectos desarrollen resistencia.

Como estas toxinas desactivan canales iónicos que intervienen en el dolor y la inflamación, también podrían servir para nuevos fármacos dirigidos a tratar dolores, convulsiones, trastornos cardíacos, epilepsia y enfermedades inmunitarias tales como la esclerosis múltiple.

EL equipo de Jan Tytgat, del Laboratorio de Toxicología de la Universidad de Lovaina, en Bélgica, extrajo veneno de la Anthopleura elegantissima, una anémona de mar, y purificó tres toxinas importantes presentes en el veneno.
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Anémonas de la especie Anthopleura elegantissima. (Foto: Dwayne Meadows, NOAA / NMFS / OPR)

Las toxinas fueron caracterizadas en profundidad, utilizando técnicas bioquímicas y electrofisiológicas. Esto proporcionó datos sobre su estructura, función y mecanismos de acción.

El descubrimiento de estas toxinas puede ser considerado similar al descubrimiento de un nuevo fármaco, ya que se trata de compuestos que podrían conducir a nuevos insecticidas y posiblemente a nuevos tratamientos para enfermedades humanas.

Información adicional

Encuentran una ballena dada por extinta

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Un robot flotante 'nada' entre San Francisco y Australia dejando atrás corrientes y tiburones

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Todas las monedas del caso Odyssey irán al Museo Arqua de Cartagena

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Tortuga robótica podría recorrer océanos en el futuro

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Descubren un género nuevo de crustáceo y cinco nuevas especies

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martes, 12 de febrero de 2013

Biodiésel de vísceras de pescado

Biodiésel de vísceras de pescado



Mientras en España los tiempos están convulsos respecto a los biocombustibles por la eliminación desde el pasado 1 de enero de los incentivos fiscales, así como por la decisión del Gobierno de levantar el veto al biodiésel argentino, en el otro lado del charco, los biocarburantes van a toda vela, o al menos con mejores velocidades de viento que en nuestro país. Prueba de ello es la decisión de Pebrobras Biocombustível, la filial de compañía brasileña Petrobras, de poner en marcha un proyecto para aprovechar los aceites de pescado extraído de las vísceras para producir biodiésel.
Una idea que, aunque no sea nueva, en la práctica sí que resulta innovadora y muy útil, puesto que Brasil en los últimos tiempos ha tenido problemas para abastecer la demanda nacional de biocarburantes (en concreto de bioetanol, no de biodiésel). Y con un gran potencial, ya que, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), cada año se consumen cien millones de toneladas de pescado a nivel mundial. De hecho, el consumo mundial de pescado per cápita se ha prácticamente duplicado en los últimos 45 años, según el estudio publicado por la Universidad de Aarhus, en Dinamarca.
Por todo ello, el Ministerio de Pesca de Brasil –que tiene como objetivo producir dos millones de toneladas anuales de pescado para 2014 fomentando la acuicultura– y Petrobras firmaron un memorando para investigar y fabricar biodiésel a partir residuos de pescado. Esta opción permitirá desarrollar un suministro alternativo y dar un nuevo uso a los residuos producidos por la actividad pesquera.
El proceso es aparentemente sencillo. Se extraen las vísceras del pescado, previamente hechos filetes, se prensan estos residuos y se retira de ellos su contenido en aceite mediante un extractor (máquina de beneficiado).
Proceso
Según los datos de la FAO, para producir biodiésel se extraería el aceite a través de un proceso de separación utilizando para ello agua a 90 grados Celsius, mezclada con metanol (un 9 por ciento aproximandamente) y con sosa cáustica, con el fin de separar la glicerina del biodiésel. A posteriori el combustible se purifica añadiendo manganeso. El resultado: al menos un litro de biodiésel a partir de 1 kg de residuos de pescado. Y la posibilidad de vender la glicerina a la industria cosmética para la producción de jabones.
Si bien, uno de los objetivos del proyecto sería hacer más rentable esta producción. En cualquier caso, «las tripas no tienen un valor elevado, por lo que hacer biocombustible a partir de las vísceras puede ser la mejor manera de usarlas, aunque el rendimiento sea menor», afirma el investigador de la Universidad de Aarhus, Alastair Ward. Y no es el único proyecto puesto en marcha en este sentido por Petrobras Biocombustível. «Biopeixe» es otra iniciativa de la firma que realiza con piscicultores de la región de Jaguaribara, en Ceará, para producir biodiésel de residuos del pescado.
Incrementar la producción
De llegar a buen puerto, esta iniciativa permitirá a Brasil incrementar todavía más la producción de biocarburantes, algo clave, ya que en las últimas cosechas, a pesar de que el país ha incrementado en un 4,7 por ciento el área de caña de azúcar plantada, ésta no ha dado la cosecha esperada.
De modo que hubo dificultades para cubrir la demanada nacional de bioetanol (aunque en el caso del pescado sería biodiésel), a pesar de que Brasil es el mayor productor de caña de azúcar del mundo. El clima ha sido el principal culpable. Al exceso de lluvia, que provocó la pérdida de 70 millones de toneladas de caña de azúcar durante 2009-2010, le siguió una sequía extrema entre 2010 y 2011, y después una oleada de frío que provocó una pérdida de producción el pasado año de 35 millones de toneladas respecto a la cosecha anterior ya de por sí mala, según estimó en su día la Compañía Nacional de Abastecimiento de Brasil (Conab), antes del cierre de los últimos datos del año.
Pero no es la única iniciativa en este sentido. El proyecto Enerfish, cofinanciado por la Comisión Europea, arrancó hace unos años para determinar cuál es la mejor manera para producir biocombustible de los residuos generados en una planta de procesamiento de pescado, como escamas, vísceras y aletas. 

Fábrica autosuficiente
Y es que la electricidad que necesita una fábrica de procesamiento de pescado se puede cubrir de sobra mediante un generador alimentado por biodiésel producido a partir de residuos de limpieza de pescado, hasta tal punto que la fábrica no sólo sería autosuficiente (tanto en el uso de energía, como en refrigeración y congelación), sino que la energía sobrante se podría vender, según informan desde Enerfish.
La demostración de este proyecto europeo se está llevando a cabo en Vietnam. En concreto, en una planta de procesamiento de panga de la empresa Hiep Thanh Seafood.
Y por potencial no será. Diariamente, por cada 120 toneladas de panga procesada en filetes, la compañía genera 81 toneladas de residuos durante la limpieza, informan desde Enerfish. Unos residuos de los que se podrían obtener 17 toneladas de aceite para producir 13 toneladas de biodiésel, que podrían convertirse en 150 megavatios hora (MWh) de energía de los que se podrían utilizar 57 MWh diarios para electricidad y 77 para las necesidades de refrigeración, superando así las necesidades de la planta de procesamiento vietnamita.
En definitiva, menos, en este caso, es más, al aprovechar estos residuos pesqueros para producir las necesidades eléctricas de una fábrica de procesamiento de pescado.
Además, las vísceras de pescado también podrían utilizarse para la producción de biogás, mezclándolas con estiércol del ganado, tal y como analizaron los científicos de la Universidad de Aarhus. Una opción, la de los restos de pescado, que ya está dando mucho que hablar y que en un futuro podrá ser, quizá, una materia prima tan común como lo es la caña de azúcar o la remolacha para la producción de bioetanol o como la soja, el girasol o la colza para la generación de biodiésel.

Ponle nombre a las nuevas lunas de Plutón

Ciencia

Ponle nombre a las nuevas lunas de Plutón

Día 12/02/2013 - 17.31h

Astrónomos del SETI lanzan un concurso para bautizar a los dos pequeños cuerpos. Los nombres están relacionados con la mitología griega y el inframundo

Imágenes del telescopio espacial Hubble revelaron en 2011 y 2012 la existencia de dos diminutas lunas alrededor de Plutón hasta entonces desconocidas. Desde el hallazgo, los astrónomos han llamado a estos satélites P4 y P5, pero ha llegado el momento de que tengan un nombre permanente. El equipo que descubrió los pequeños mundos, del Centro Carl Sagan del Instituto SETI en Mountain View, California, ha lanzado un concurso para bautizarlos. Cualquiera puede elegir su nombre favorito entre una lista de doce candidatos o incluso proponer uno nuevo, siempre que pertenezca a la mitología griega y el inframundo.
Por tradición, los nombres de las lunas de Plutón provienen de la mitología griega y romana, y están relacionados con las antiguas leyendas sobre el Hades y el infierno. Los astrónomos dan una lista con doce opciones. Entre ellas se encuentran Caronte, el barquero que cruzaba al mundo de los muertos; Hércules, el héroe que mató a Hidra; Cerbero, el perro de tres cabezas guardián del infierno; Estigia, la laguna que hay que cruzar para ir al inframundo; Orfeo, el músico que con su arte intentó rescatar a su esposa del infierno, u Óbolo, la moneda que se coloca en la boca de los muertos como pago a Caronte. Los astrónomos también aceptan nombres nuevos para añadir a la lista, siempre que tengan relación con la mitología griega.

Nuevos Horizontes

Después de 24 horas, la web del concurso ha recibido 75.000 votos llegados de todas partes del mundo. La votación en internet durará dos semanas y terminará el 25 de febrero. Después, los nombres de las lunas deberán ser aprobados por la Unión Astronómica Internacional (IAU). Si quieres participar y ayudar a en el bautizo, puedes hacerlo aquí.
La sonda espacial de la NASA «Nuevos Horizontes» llegará a Plutón en 2015. Esta sonda logrará las primeras imágenes detalladas del sistema de Plutón, que es tan pequeño y lejano que hasta el Hubble lo ve con dificultad.


lunes, 11 de febrero de 2013

Descrito el primer cocodrilo marino del Jurásico de España

Sábado, 9 febrero 2013
Paleontología

Descrito el primer cocodrilo marino del Jurásico de España


El grupo de investigación Aragosaurus-IUCA de la Universidad de Zaragoza, en colaboración con la Universidad de Edimburgo, acaba de describir un nuevo cocodrilo marino del Jurásico, procedente de la localidad zaragozana de Ricla (España).

Según el estudio, que ha sido publicado en la revista PLoS ONE, Maledictosuchus riclaensis (cocoldrilo maldito de Ricla) es el ejemplar de cocodrilo marino más antiguo y mejor preservado de la Península Ibérica. Su nombre se debe al pueblo donde fue hallado y a los casi 20 años que ha tenido que esperar para ser estudiado en profundidad (de ahí la maldición).

Los investigadores señalan que Maledictosuchus se conoce exclusivamente por el ejemplar de Ricla y se trata de un cráneo prácticamente completo, con una preservación excepcional. "Sin duda es una de las piezas más importantes depositadas en la Sala Lucas Mallada del edificio de Geológicas de la Universidad de Zaragoza", señalan.

El espécimen pertenece a los metriorrínquidos, un grupo de cocodrilos marinos típicos del Jurásico que se extinguieron en el Cretácico Inferior, hace unos 130 millones de años, es decir, que convivieron con los dinosaurios.
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Cráneo fósil y recreación de un nuevo cocodrilo marino del Jurásico que habitó en los fondos marinos que cubrían parte del territorio aragonés hace 164 millones de años. (Foto: Aragosaurus)
El fósil se encontró en 1994 durante las campañas de prospección previas a la construcción de las vías del AVE, impulsadas por el Gobierno de Aragón. Los paleontólogos C. Laplana, C. Gonzalvo y M. Soria encontraron las primeras esquirlas de hueso, que les condujeron hasta el lugar donde se hallaba un cráneo de cocodrilo conservado en varios nódulos de roca. Este cocodrilo habitó los mares hace unos 164 millones de años (Calloviense), durante el Jurásico Medio.

Actualmente no existe ningún cocodrilo totalmente ligado a la vida acuática, sin embargo, los metriorrínquidos fueron los cocodrilos mejor adaptados al medio marino. Algunas de las adaptaciones con las que contaban eran extremidades en forma de aletas, cola larga y bilobulada, parecida a la de los tiburones, el cuerpo, y sobre todo la cabeza, con formas hidrodinámicas, además de la pérdida de una armadura dérmica que está presente en los cocodrilos terrestres, señala el estudio.

El cráneo de Maledictosuchus también es hidrodinámico, con órbitas oculares enormes situadas a ambos lados de la cabeza y numerosos dientes de pequeño tamaño. Tendría una dieta fundamentalmente piscívora, aunque también podría comer cefalópodos y otros invertebrados marinos.

Según los investigadores, el espécimen es importante para comprender la evolución de este grupo de cocodrilos. La investigación, liderada por el grupo Aragosaurus, revela que Maledictosuchus es el miembro más basal y más antiguo de la tribu de los raqueosaurinos, un grupo de metriorrínquidos especializados, piscívoros y altamente adaptados a la vida en mar abierto. Maledictosuchus posee una morfología intermedia entre los metriorrínquidos basales y los miembros derivados de raqueosaurinos del Jurásico Superior.

Durante el Jurásico Medio, los metriorrínquidos fueron muy diversos en el oeste de Europa, especialmente Inglaterra y Francia, pero no se había descubierto hasta el momento ningún raqueosaurino. Por lo tanto, el estudio de este nuevo cocodrilo demuestra que durante el Jurásico Medio los metriorínquidos fueron más diversos de lo que se creía y que su evolución hacia una dieta muy especializada y a la vida en mar abierto comenzó ya durante el Jurásico Medio, al menos 10 millones de años antes de lo que se había pensado. Sin embargo, no fue hasta el Jurásico Superior cuando estas adaptaciones fueran ventajosas y este grupo de metriorrínquidos dominó los mares del oeste de Europa, indica el estudio. (Fuente: Universidad de Zaragoza)