Según los científicos, el aumento de la temperatura promueve la descomposición de la materia orgánica y, por tanto
La acumulación de ácido sulfhídrico en el fondo marino es uno de los factores que más amenazan la supervivencia de Posidonia oceanica,
una especie endémica del Mediterráneo. Así lo ha constatado un equipo
con participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas
(CSIC) que ha estudiado durante ocho años las praderas que forma esta
planta en las Islas Baleares. Los resultados, publicados en la revista Global Change Biology,
determinan que el aumento de la temperatura máxima de la superficie
del mar está relacionado con un mayor estrés de la especie por
sulfhídrico.
Según los científicos, el aumento de la temperatura promueve la
descomposición de la materia orgánica y, por tanto, la acumulación de
ácido en los sedimentos en condiciones de falta de oxígeno.
Simultáneamente, el aumento de la temperatura intensifica la respiración
de la planta y, por tanto, su capacidad para mantener los tejidos
oxigenados. El sulfhídrico puede entonces penetrar en la planta a través
de las raíces y llegar a causar un estrés tóxico y, en algunos casos,
la muerte.
“Se sabe que la Posidonia
es muy vulnerable al ácido sulfhídrico, incluso aunque las
concentraciones sean bajas. Un aporte importante de materia orgánica
resultado de la contaminación humana afectará a la supervivencia de esta
especie”, destaca Rosa García, investigadora del CSIC en el Instituto
Mediterráneo de Estudios Avanzados, mixto del CSIC y la Universidad de
las Islas Baleares.
Los investigadores han medido las tasas netas de crecimiento de la
población en cada pradera y el isótopo estable de azufre, indicador de
la acumulación del sulfhídrico, en muestras de hojas, sedimento y agua.
“Con estos parámetros hemos calculado el porcentaje de azufre presente
en la planta que proviene del ácido sulfhídrico acumulado en el
sedimento. Además, hemos utilizado el isótopo de azufre como indicador
de toxicidad en las hojas. También hemos relacionado los datos de
azufre con una serie temporal de temperaturas máximas anuales del agua
del mar recopiladapara las diferentes islas, la profundidad de las
praderas y las tasas de crecimiento”, ha detallado García.
Según el estudio, a mayor profundidad las praderas están menos
expuestas al estrés por sulfhídrico. No obstante, los científicos
prevén que la profundidad no será suficiente para paliar las
consecuencias de las temperaturas proyectadas para finales del siglo
XXI, incluso aunque se tengan en cuenta escenarios moderados de emisión
de gases de efecto invernadero.
“Uno de los escenarios modela el estrés por azufre en un gradiente de
40 metros de profundidad a la temperatura máxima estimada en el mar
Mediterráneo para finales del siglo XXI. El modelo predice que las
praderas de Posidonia estarían afectadas por el estrés por sulfhídrico
hasta los 40 metros de profundidad, exacerbando así el declive de la
especie y comprometiendo su supervivencia”, agrega la investigadora del
CSIC.
Una especie desprotegida
Desde principios del siglo XX, entre el 5% y el 20% del área cubierta por Posidonia oceanica
se ha perdido debido principalmente al impacto humano. El calentamiento
global ha emergido en los últimos años como una amenaza para esta
especie de crecimiento extremadamente lento y con una longevidad
milenaria. En Baleares, las plantas que pueblan los fondos marinos se
encuentran actualmente en regresión, no sólo por el calentamiento del
agua, sino también por perturbaciones locales como la contaminación o
los anclajes de las embarcaciones.
Estudios previos han revelado que la densidad de la especie podría
disminuir un 90% a mediados de este siglo debido al calentamiento del
agua superficial del mar Mediterráneo. Entre los beneficios
ecosistémicos que podrían llegar a desaparecer, destaca el
enterramiento de dióxido de carbono, el reciclado de nutrientes, la
protección costera de la erosión y el aumento de la biodiversidad.
Referencia Bibliogáfica
Rosa García, Marianne Holmer, Carlos M. Duarte, Núria Marbà. Global warming enhances sulphide stress in a key seagrass species (NW Mediterranean). Global Change Biology. DOI: 10.1111/gcb.12377
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