Durante
su estancia en el mar, el vehículo oceanográfico ha remitido vía
satélite al centro tecnológico toda la información que iba recogiendo.
Los remolinos del golfo de Bizkaia
se habían estudiado hasta el momento mediante imágenes de satélite,
modelos oceanográficos y boyas que derivan con la corriente. Una
campaña de AZTI-Tecnalia observa in situ las tres dimensiones
del remolino, mediante el uso del planeador submarino Glider, que se
desplaza verticalmente en las aguas con una trayectoria en zig-zag.
Durante su estancia en el mar, el vehículo oceanográfico ha
remitido vía satélite al centro tecnológico toda la información que iba
recogiendo. De este modo, se ha podido observar que estos remolinos
alteran notablemente la profundidad de la termoclina estacional, así
como la concentración de clorofila y turbidez. Sin embargo, pese a
saber que cuentan con una profundidad de más de 1.000 metros, los
investigadores no pueden determinar con exactitud su extensión vertical
total, ni el lugar en el que se originan.
Para completar la información del Glider, la campaña denominada
GESEBB ha contado con dos boyas de deriva que fueron lanzadas al centro
del remolino, con el fin de estimar las velocidades de giro de las
corrientes generadas por este fenómeno y estudiar su capacidad de
retención.
Toda la información servirá a los expertos para determinar cómo
afectan estos remolinos a las especies marinas que habitan en aguas
pelágicas -las más cercanas a la superficie-. Los científicos estiman
que pueden tener un efecto en la ecología marina de la zona, por un
lado por la alteración que ejercen sobre la dinámica marina y por otro,
por su capacidad de retención de plancton, en el que se encuentran
huevos y larvas de diferentes especies de peces que desovan en las
proximidades.
La acción de los remolinos
Los remolinos oceánicos son los equivalentes en el mar a las
borrascas y anticiclones atmosféricos. Pueden modificar la circulación
oceánica general de la zona en que se encuentran y transportar calor,
partículas y propiedades biogeoquímicas desde su región de formación.
De este modo, los remolinos generados en las zonas costeras y que
posteriormente derivan hacia mar abierto, pueden transportar
contaminantes, nutrientes y larvas de distintas especies.
Los remolinos estudiados, al girar lentamente, no representan ningún
peligro para el tráfico marino y se ubican geográficamente desde la
costa hasta 45ºN y entre 2º30’O y 4º30’O. Estas estructuras oceánicas
se generan durante el invierno y perduran varios meses. Habitualmente
migran hacia el oeste, aunque algunos años, dependiendo de las
condiciones oceanográficas, se generan remolinos estacionarios que
permanecen durante meses frente a nuestras cosas
No hay comentarios:
Publicar un comentario