El ciclo meteorológico de El Niño y La Niña tiene una gran influencia sobre un gas de efecto invernadero
El óxido nitroso, bien conocido por sus variados usos
prácticos, desde el clínico hasta el automovilístico, es problemático
cuando está suelto en la atmósfera. El óxido nitroso es el tercer gas en
importancia, después del dióxido de carbono y el metano, de los que
contribuyen con su presencia al efecto invernadero.
La mayor parte de las emisiones de óxido nitroso surge de modo natural del suelo, donde los microbios descomponen compuestos que contienen nitrógeno, liberando óxido nitroso como subproducto. Sin embargo, actividades humanas como la agricultura, y en particular el uso de fertilizantes que trae aparejado, han aumentado las emisiones de óxido nitroso durante los últimos 35 años, un incremento que ha contribuido al calentamiento global del planeta.
Unos científicos del Centro de Ciencias del Cambio Global, dependiente del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en Cambridge, Estados Unidos, han desarrollado recientemente un modelo digital muy detallado que simula los niveles de emisión del óxido nitroso en diferentes regiones y ecosistemas del mundo. Basándose en la temperatura y la humedad del suelo local, algunas de las simulaciones han conseguido reproducir las mediciones reales del óxido nitroso.
Mapa
de influencia de El Niño en 1997. Las áreas blancas frente las costas
tropicales del sur y del norte de América indican la presencia de agua
más caliente de lo normal. (Imagen: NASA JPL / CNES)
Con sus simulaciones, el equipo de Eri Saikawa (ahora en la Universidad Emory, de Atlanta, Georgia, Estados Unidos), Ron Prinn y Adam Schlosser descubrió un sorprendente patrón: Regiones de diversas partes del mundo suelen experimentar una disminución en las emisiones de óxido nitroso durante episodios del fenómeno meteorológico de El Niño, que periódicamente ocasiona un calentamiento anómalo de las aguas del Océano Pacífico, afectando a los patrones de temperatura y precipitaciones en todo el mundo. De igual forma, los autores del nuevo estudio encontraron que, justo a la inversa, las emisiones de óxido nitroso se elevan durante los episodios del fenómeno meteorológico de La Niña, que es en muchos aspectos la fase opuesta a la de El Niño en un ciclo de alternancia entre ambos. Durante los periodos dominados por La Niña, la entrada de aguas más frías en el Pacífico hace descender la temperatura.
Los resultados de la nueva investigación pueden indicar la existencia de un mecanismo de realimentación en el que el óxido nitroso no solo contribuye al calentamiento global, sino que también puede estar afectado por los patrones climáticos.
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