El delfín que permanecía desde el pasado viernes en la bocana de acceso a la Marina Real del Puerto de Valencia ha muerto a las 09.30 horas de hoy, debido posiblemente a la infección que sufría, ha informado a EFE el jefe del Servicio de Veterinaria del Oceanogràfic, Daniel García.
Las causas de la muerte serán determinadas tras un escáner que se le practicará hoy en una clínica veterinaria de Silla (Valencia) y una necropsia que tendrá lugar probablemente mañana en el Instituto Cavanilles de la Universitat de Valencia.
El delfín, un ejemplar juvenil de calderón gris ("Grampus griseus") de unos dos metros y de entre 80 y 90 kilos -es una especie que llega a superar los tres metros y 350 kilos- ha pasado bien la noche y ha comido abundantemente, según las mismas fuentes, pero a primera hora de la mañana ha sufrido varios episodios de temblores.
El personal de l'Oceanogràfic que le vigilaba se ha tirado al agua para socorrerlo, pero finalmente el animal ha muerto y se ha precipitado al fondo de la dársena, de donde ha sido rescatado su cuerpo.
"Hemos tratado de evitarlo, pero este desenlace era el más probable. Ahora trataremos de sacar conclusiones y conocer exactamente las causas de lo sucedido, ya que no es normal que un delfín se meta en un puerto", ha añadido García.
Las causas de la muerte serán determinadas tras un escáner que se le practicará hoy en una clínica veterinaria de Silla (Valencia) y una necropsia que tendrá lugar probablemente mañana en el Instituto Cavanilles de la Universitat de Valencia.
El delfín, un ejemplar juvenil de calderón gris ("Grampus griseus") de unos dos metros y de entre 80 y 90 kilos -es una especie que llega a superar los tres metros y 350 kilos- ha pasado bien la noche y ha comido abundantemente, según las mismas fuentes, pero a primera hora de la mañana ha sufrido varios episodios de temblores.
El personal de l'Oceanogràfic que le vigilaba se ha tirado al agua para socorrerlo, pero finalmente el animal ha muerto y se ha precipitado al fondo de la dársena, de donde ha sido rescatado su cuerpo.
"Hemos tratado de evitarlo, pero este desenlace era el más probable. Ahora trataremos de sacar conclusiones y conocer exactamente las causas de lo sucedido, ya que no es normal que un delfín se meta en un puerto", ha añadido García.
El delfín, que ha permanecido cinco días en la dársena de la Marina Real, fue tratado con antibióticos y antifúngicos, y contó con la asistencia constante de un veterinario de l'Oceanogràfic.
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