miércoles, 28 de noviembre de 2012

Un gallego tiene la patente para que los barcos no se hundan




Un gallego tiene la patente para que los barcos no se hundan

 
 

Kafloat ofrece un sistema de seguridad para que los barcos retrasen o eviten que una nave se inunde de agua o vuelque. Al activarse de forma inteligente, tanto automática como manualmente, salen los flotadores al exterior dónde se inflan a la presión correspondiente hasta que se conforman, suministrando el empuje necesario para evitar el hundimiento
 
El sistema de reflotación de barcos ideado y desarrollado por la empresa gallega Kafloat podría incorporarse a las nuevas exigencias de seguridad planteadas por el Ministerio de Fomento a raíz del hundimiento este martes del buque "Siempre Casina" en la costa lucense

¿El objetivo? Evitar o, al menos, retrasar el hundimiento de las naves por inundación o vuelco. El escalofriante dato de que cada año 24.000 pescadores mueren en el mar hace de la pesca el sector con el mayor índice de accidentes laborales en la UE. Son cifras que avalan la necesidad de este sistema de flotación.

Con una inversión de más de tres millones de euros, el nuevo sistema de seguridad representa hoy la gran esperanza para el sector marítimo. De hecho, la Dirección General de la Marina autorizó el pasado mes de julio la instalación del sistema Kafloat en barcos de hasta 30 metros de eslora. Ésta aconseja firmemente su uso. Una buena noticia para Kafloat, porque después de varios años de trabajo en I+D, ahora el negocio empieza a dar fruto.

El día 1 de Abril tuvieron lugar en los Astilleros de Huelva, SA las segundas pruebas reales del Sistema KAFLOAT. Este sistema responde a una patente española de origen gallego cuyo objetivo es mantener a flote una embarcación tanto en el caso de una entrada o vía de agua como en el caso de un posible vuelco.

La novedad del Sistema KAFLOAT reside en la flotabilidad adicional que proporciona a la nave o embarcación afectada el empuje de unos flotadores alojados en unos módulos instalados en el costado. Estos módulos están convenientemente distribuidos y colocados a la parte interna del mismo por debajo de la línea de flotación. Al activarse de forma inteligente, tanto automática como manualmente, salen los flotadores al exterior dónde se inflan a la presión correspondiente hasta que se conforman, suministrando el empuje necesario para evitar el hundimiento, o la estabilidad que impide el vuelco de la embarcación.

La primera prueba real tuvo lugar hace tres meses y medio. Se efectuó sobre un pesquero propiedad de KAFLOAT, de 26 metros de eslora y 200 toneladas de desplazamiento. Esta segunda prueba real en el mismo buque pesquero, a flote, fue más ambiciosa que la primera.

En esencia consistió en inundar el mayor compartimiento estanco del barco, la bodega de pescado en este caso, que en una situación real hubiese prácticamente provocado su ulterior hundimiento. El empuje proporcionado por 12 flotadores del sistema aportó el complemento necesario a la reserva de flotabilidad del barco para que quedase, en asiento correcto, con condiciones de proceder a puerto o ser remolcado con la debida seguridad.

Los flotadores, corazón del sistema, funcionaron con toda actitud y se comprobó también la bondad de los módulos de estabilidad previstos.

Para Vicente López-Perea, fundador de la empresa Kafloat, 71 años no es edad para retirarse, incluso es buena para emprender. En 2001, este gallego decidió mejorar las condiciones de trabajo de los pescadores con un nuevo sistema de seguridad de flotación para los barcos, del que tiene la patente.

En el desarrollo de la patente colaboran las empresas PARAFLY, SA que se encarga de lo que hemos denominado coloquialmente “corazón del Sistema” o módulos de flotación; SENER, SA que realiza los cálculos de estabilidad, “cerebro del Sistema”, y dispone los módulos en situación adecuada; y ASTILLEROS DE HUELVA, S.A., dónde se efectúan las pruebas y se encarga de la instalación del Sistema a bordo.

El Sistema KAFLOAT, fundamental en lo que respecta a la Seguridad de la Vida Humana en la Mar, también está patentado, además de en España, en la Unión Europea (18 países), Estados Unidos, Canadá, Japón, Hong-Kong y Australia. Se introducirá comercialmente dentro de un año y medio. (KAFLOAT)

El Gobierno español ha subvencionado ya con casi 900.000 euros el desarrollo de este dispositivo, que lleva el nombre de la empresa, y está planteándose amortizar cuanto antes su inversión incluyéndolo en el paquete de nuevas exigencias de seguridad para barcos anunciado en Burela por la ministra de Fomento, Magdalena Alvarez, que adelantó que en un plazo máximo de dos semanas su Departamento y el de Pesca suscribirán un convenio para mejorar la condiciones de seguridad de los pesqueros ante un hipotético nuevo accidente marítimo, citando entre las medidas previstas que los buques de menos de 15 metros deberán disponer de GPS para una localización vía satélite inmediata y una caja negra similar a la de los aviones.

El presidente fundador de la empresa gallega Kafloat, Vicente López-Perea, mantuvo una reunión con representantes de la Dirección General de la Marina Mercante del Ejecutivo central para ultimar los detalles de la autorización de este sistema en España y para evaluar la viabilidad de la incorporación de este dispositivo a toda la flota española. Respecto a la autorización, y tras varios contactos telefónicos a lo largo de la semana, la empresa ha recibido un escrito en el que la Dirección General de la Marina Mercante manifestaba que "examinado el documento sobre pruebas y ensayos -enviado por Kafloat a Fomento-, no vemos inconveniente para su implantación", por lo que, según han valorado fuentes de la empresa, es más que probable que el visto bueno oficial de la Administración del Estado al dispositivo se produzca en breve.

El interés del Ejecutivo en el sistema Kafloat, del inglés ´Keep a float´ (mantener a flote), no es nuevo. Desde 2002 se han aprobado varias partidas presupuestarias destinadas a cofinanciar los proyectos de investigación y desarrollo (I+D) necesarios para hacer que la idea se convirtiese en algo tangible, a través del Programa de Fomento de la Investigación Técnica (Profit). Kafloat ha recibido un total de 878.000 euros entre los años 2002 y 2004 procedentes del Profit, antiguamente gestionado por el desaparecido Ministerio de Ciencia y Tecnología y actualmente por la Dirección General de Política Tecnológica, compartida por los Ministerios de Industria y Educación.

El coste total del proyecto ha supuesto una inversión total por parte de la empresa de 2,5 millones de euros, de los que más de la mitad se han destinado a I+D, mientras que el resto se ha gastado en gestión de patentes, personal, pruebas y material.

La aplicación práctica del dispositivo tiene ya una estimación de costes. Estos dependen directamente de la envergadura del barco, pero Kafloat calcula que puede suponer entre el 3,5 y el 5 por ciento del coste total de la embarcación.

En principio, el sistema es aplicable a cualquier tipo de barco y es susceptible de ser incorporado a cualquier embarcación ya construída. En todo caso, los planes de la empresa se concretan en empezar implantando el dispositivo en embarcaciones de menos de 30 metros -pesqueros de bajura y barcos de recreo- para, en una segunda fase de la expansión del negocio, pasar a pesqueros de altura y mercantes.

El orden de prioridades de la empresa coincidiría con los planes de exigencias de seguridad anunciados por el Ministerio de Fomento a raíz del hundimiento del "Siempre Casina", específicamente dirigidas a los barcos de menos de 15 metros de eslora.

La gestión de la patente de la idea en España en 1998 fue una de las primeras medidas adoptadas por la empresa tras su constitución para proteger el invento. Actualmente, el Kafloat está patentado en todos los países de la Unión Europea, en Canadá, en los Estados Unidos, en Japón y en Hong Kong, de manera que, de ser autorizado, podría implantarse ya en las flotas de todos estos estados. La autorización para España está en negociación desde hace ya tiempo, pero el naufragio del "Siempre Casina" podría no sólo precipitar la resolución positiva del visto bueno, sino también la obligatoriedad de su instalación en todos los barcos de la flota española.

El Kafloat ha sido testado con éxito en dos ocasiones en Huelva. La primera prueba se realizó en diciembre de 2002 y la segunda tuvo lugar en abril de 2003, ambas sobre un barco prototipo de 26 metros de eslora tanto en seco como a flote y con éxito, según fuentes de la empresa. La segunda de las pruebas consistió en inundar la bodega del barco con 80.000 litros de agua de mar y, tras la activación de todos los sistemas, se recuperó la flotación y el asiento.

El sistema Kafloat basa su ´atractivo´ como dispositivo preventivo de seguridad marítima en que permite que el personal embarcado permanezca a bordo hasta que lleguen los equipos de rescate, facilita la conservación de la carga evitando la pérdida económica y sobre todo ecológica en caso de productos contaminantes y mantiene la flotabilidad del barco para su traslado, ya sea por sus propios medios de gobierno o remolcado, hasta el punto más cercano.

La empresa que ha ideado este "airbag" para barcos tiene sede en A Coruña y ha bautizado el dispositivo con su propio nombre, Kafloat. Se trata de un sistema que permite mantener a flote cualquier barco cuando se produce una situación de emergencia derivada de la aparición de una vía de agua, una colisión, una filtración, una varada o cualquier otro accidente que pueda provocar el hundimiento o el vuelco de un barco.

En esencia, el sistema Kafloat consiste en la instalación de unos módulos de flotación estancos de tamaño adecuado, situados en el interior del casco y adosados a sus costados a lo largo de la parte del barco que permanece sumergida; unos flotadores plegados realizados con material muy resistente; unos sistemas de inflado y mantenimiento de la presión de dichos flotadores mediante un fluido; y una unidad de control que recibe la información procedente de sensores convenientemente dispuestos en el interior del barco.

La unidad de control es el ´cerebro´ del sistema, ya que es la encargada de activar la alarma en cuanto se detecta la entrada de agua en uno o mas de los compartimentos estancos o en la totalidad del barco para que inmediatamente se pongan en funcionamiento los elementos de flotación. En cuanto la unidad de control da la orden, se ponen en marcha varios subsistemas que activan el mecanismo de expulsión e inflado de los flotadores en función de la información recibida sobre la altura de la inundación o sobre el grado de inclinación del barco, dependiendo de si la emergencia consiste en una entrada de agua o en un peligro de vuelco.

El sistema se puede activar de forma automática o manual. La activación manual, que puede ser selectiva pero siempre implica el inflado de dos flotadores para garantizar la estabilidad a babor y estribor, permite adelantarse a daños mayores. En cualquier caso, una vez inflados los flotadores estos permanecen anclados a la estructura del casco para compensar la falta de estabilidad y flotabilidad que pueda estar sufriendo el barco, evitando así su hundimiento.

La activación de los flotadores supone una garantía de flotación de más de 24 horas y no implica la substitución completa del sistema una vez que el barco está a salvo, sino que, al igual que ocurre con el airbag de un coche, solamente exige el recambio de los flotadores, ya que la instalación, que es la parte más costosa, es permanente.

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