La investigación recoge que las especies cultivables de bacterioplancton marino presentan un 48,5 por ciento de bases guanina y citosina en su genoma, mientras que el de las analizadas por la investigación sólo alcanza el 37,9 por ciento de ellas
El genoma de las bacterias oceánicas --que habitan la capa superficial del mar hasta los 200 metros de profundidad-- es "más sencillo" que el de aquellas cultivables en laboratorio, pues su AND contiene "menos duplicidad de genes, menos genes no codificantes y menor contenido de las bases nitrogenadas guanina y citosina", según revela un estudio en el que ha participado el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC, que se publica en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).
La investigación recoge que las especies cultivables de bacterioplancton marino presentan un 48,5 por ciento de bases guanina y citosina en su genoma, mientras que el de las analizadas por la investigación sólo alcanza el 37,9 por ciento de ellas. Asimismo, recoge que los genomas cultivados "suelen ser hasta el doble de grandes que los de las bacterias de vida libre analizadas por la investigación".
La investigadora del Instituto de Ciencias del Mar del CSIC, Silvia Acinas, ha explicado que la simplificación genética podría deberse a "un mecanismo primario" para adaptarse a las condiciones oceánicas de escasos nutrientes. "La simplificación del genoma supone un ahorro de energía que puede ser reinvertida en otros procesos esenciales de la célula como la nutrición", ha apuntado.
En este sentido, Acinas ha expresado que "es sorprendente cómo los genomas bacterianos han reducido sus tamaños y se han especializado metabólicamente de formas muy diversas a las condiciones que podrían ser adversas para el crecimiento de los microrganismos en el océano". "Este proceso ha dado lugar a una menor versatilidad metabólica a cambio de
una mayor especialización funcional", ha indicado.
Por otro lado, ha señalado que hasta el momento "se había pensado que als bacterias marinas no presentaban patrones biogeográficos, dado que el océano es un ecosistema sin barreras". Además, ha expresado que este fenómeno pone de manifiesto que estos organismos "están sujetos a una adaptación local en función de las condiciones medioambientales", pues el trabajo determina que la presencia de las bacterias en una u otra región "está determinada fundamentalmente por la temperatura y la latitud".
Esta investigación internacional ha contado también con la colaboración de otros dos investigadores españoles, José González y Manuel Martínez García, pertenecientes a la Universidad de La Laguna (Tenerife) y a la Universidad de Alicante respectivamente.
innovaticias.com – ep
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