Un nuevo estudio de los restos de 37.000 años de antigüedad de un cráneo que corresponde al humano anatómicamente moderno más antiguo descubierto en una isla del sudeste de Asia ha revelado que esta persona no era del mismo linaje que los aborígenes australianos como se pensaba originalmente. El cráneo perteneció a alguien de otra etnia. Y además, muy probablemente se trataba de una mujer adulta, en vez de a un adolescente.
La investigación, liderada por Darren Curnoe, de la Universidad de Nueva Gales del Sur en Australia, representa la investigación más detallada del antiguo cráneo, desde que fue encontrado en 1958, en la Caverna de Niah, situada en el estado malayo de Sarawak, en la Isla de Borneo.
El nuevo análisis desbarata creencias largamente mantenidas sobre la historia antigua de esta región.
Curnoe y sus colegas han encontrado que las características principales de la misteriosa mujer, inferibles del análisis de sus restos óseos, se parecen mucho más a las típicas de algunos de los indígenas de Borneo de hoy en día, incluyendo su cuerpo pequeño y de constitución ágil, en vez de a los rasgos corporales propios de los aborígenes australianos.
El cráneo fue descubierto por Tom Harrisson, del Museo de Sarawak, durante excavaciones de la Boca Oeste del gran complejo de cuevas de Niah, y fue analizado por el eminente antropólogo británico Don Brothwell.
En 1960, Brothwell llegó a la conclusión de que el cráneo pertenecía a un varón adolescente y que representaba a una población de tempranos humanos anatómicamente modernos que estaban muy emparentados evolutivamente con los aborígenes australianos, en particular los habitantes de Tasmania, o que incluso eran los antepasados de estos.
Las ideas de Brothwell han sido muy influyentes y por eso su hipótesis gozó de una amplia aceptación desde el principio. A causa de dicha aceptación, la hipótesis no fue apenas sometida a comprobaciones que permitiesen corroborarla o desmentirla. Ahora la situación ha cambiado drásticamente, y el resultado de ello ha sido una gran sorpresa para muchos.
El cráneo fue un fósil clave en el desarrollo de la hipótesis, según la cual el sudeste asiático fue inicialmente poblado por personas relacionadas con los aborígenes australianos y de Nueva Guinea, quienes fueron después reemplazados por agricultores del sur de China, hace unos pocos miles de años.
El nuevo estudio desafía a esta hipótesis, mostrando que, al menos en Borneo, las personas más antiguas que habitaron en la isla eran mucho más parecidas a los indígenas que viven hoy en día en la isla que a los aborígenes australianos, y ello denota consecuentemente una larga continuidad de este grupo poblacional a través del tiempo.
Los resultados del nuevo estudio también sugieren que al menos algunos de estos pobladores indígenas de Borneo no fueron reemplazados por los agricultores emigrantes, sino que en vez de eso adoptaron la nueva cultura agrícola cuando estos llegaron hace alrededor de 3.000 años.
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