Se trata de uno de los paisajes más áridos de Europa y uno de los pocos de origen volcánico. Sin embargo, el
Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar -el espacio protegido marítimo-terrestre de mayor superficie y relevancia ecológica del Mediterráneo Occidental europeo- es uno de los lugares más visitados por los turistas. Sus
más de 60 kilómetros de costa, de gran belleza y riqueza ecológica, cuentan con espectaculares acantilados volcánicos y arrecifes, extensas playas, formaciones dunares de arenas blancas y grises, salinas y calas con aguas cristalinas que suponen un paraíso para los buceadores... Todo ello, junto a la diversidad y singularidad de su flora y fauna, ha convertido al parque almeriense en una de las joyas naturales de Andalucía y, también, de España.
En verano, playas urbanas como las de San José y Aguamarga y naturales como Mónsul y Los Genoveses son de las más concurridas de la zona. Pero existen también numerosas calas tranquilas y recónditas poco frecuentadas por sus difíciles accesos. Descubrimos diez de las más aisladas para pasar una jornada lejos del bullicio y las aglomeraciones vacacionales.
Cala de en Medio. Es una de las más salvajes, aisladas, vírgenes y bellas de la zona. Su acceso es complicado, ya que se llega a pie por caminos pedregosos tras una larga caminata desde el pueblo de Aguamarga. Situada en el corazón del Parque Natural, esta playa de aguas cristalinas y arena dorada no cuenta con servicios (se recomienda llevar agua y comida), ideal para los amantes de los lugares insólitos.
Cala del Barranco Negro. También conocida como De los Toros, es de arena negra y está escondida entre la vegetación de pinos y palmeras. Se accede por la carretera entre La Isleta y Rodalquilar (no está señalizada y, si no hay coches aparcados, es difícil saber el sitio exacto por dónde bajar). Sus fondos marinos son un paraíso para buceadores por su origen volcánico.
Playa Ancón y Cala Carbón. En un entorno idílico está la última playa antes del Faro de Cabo de Gata. Destaca por sus impresionantes puestas de sol. La playa la podemos ver desde lo alto de la estrecha carretera que sube al faro y recorre la costa. Muy cerca está la recóndita Cala Carbón, de singular atractivo. No tiene servicios y se aconseja hacer senderismo por la zona y subir hasta el mirador de Vela Blanca para admirar el litoral volcánico y el mar.
Calas del Barronal. Entre las ensenadas de Los Genoveses y de Mónsul (dos de las playas más concurridas), se encuentran las Calas del Barronal, a los pies del cerro del mismo nombre, con una altura de 163 metros, cuyos barrancos dan lugar a pequeñas y maravillosas entradas de mar, de aguas transparentes y fondos espectaculares. Para llegar a ellas, hay que andar desde el aparcamiento de Los Genoveses por un sendero que lleva primero a Cala Los Amarillos (minúscula, encajada entre paredes volcánicas), luego a Cala del Príncipe, a Cala Chica y, por último, a Cala Grande, lugar tranquilo y poco frecuentado de gran belleza y arena oscura.
Cala Arena y Cala Rajá. La primera es una diminuta cala de arena muy fina, totalmente virgen y solitaria. Es la primera después del Faro de Cabo de Gata, con acceso fácil a través de un pequeño camino sin asfaltar, pero sin aparcamiento ni servicios. Está protegida por la ladera de la Punta Baja, un singular peñón formado por pequeñas columnas basálticas. A su izquierda se ve el gran cerro de La Vela Blanca y se ubica la también espectacular y protegida Cala Rajá, a la cual se accede a pie a través de inclinadas laderas. Es una cala para que los que disfrutan de los lugares insólitos y recónditos se puedan perder.
Cala Carnaje. El Cerro de Los Lobos preside esta tranquila playa (450 m) de piedras, en medio de un territorio desértico y virgen, a la que se llega tras una caminata por terrenos polvorientos desde la localidad de Rodalquilar. La zona es frecuentada por pescadores con caña.
El Playazo de Rodalquilar. No muy lejos, la arena fina y dorada cubre esta extensa playa (de las más bonitas en pleno desierto almeriense), a un lado rodeada por montañas y, al otro, vigilada por el Castillo de San Ramón, un antiguo bastión defensivo del siglo XVIII. El castillo está construido sobre una preciosa duna fosilizada.
Playa de los Muertos. Sin duda, de parada obligada por ser una de las más bonitas gracias a sus contrastes: las blancas arenas se mezclan con las cristalinas aguas azul-verdosas y la tonalidad oscura y violácea de las piedras volcánicas. El color y las insólitas formas dibujan esta espectacular playa de acceso fácil (N-341) hasta el aparcamiento y de difícil llegada a pie hasta el mar. Un auténtico paraíso de aguas potencialmente peligrosas que no dispone de servicios.
Dónde dormir
Hotel Don Ignacio. | Paseo Marítimo, s/n, San José |
Tel.: 950 61 10 80 | 45 habitaciones | Desde 95 euros.
En pleno Parque Natural del Cabo de Gata-Níjar, en el precioso e histórico pueblecito pesquero de San José, se ubica este hotel en primera línea de playa y a tan sólo un paseo del puerto deportivo. Las habitaciones (con todas las comodidades, incluido wifi) son exteriores y tienen terraza con vistas al mar.
Hotel de Naturaleza Rodalquilar & Spa. | Paraje Los Albacetes s/n, Rodalquilar |
Tel.: 950 38 98 38 | Desde 114 euros.
Está situado en el corazón del Parque Natural, a poco más de un kilómetro de la playa de El Playazo. Construido alrededor de un gran patio central con una fuente y palmeras, de inspiración árabe y andalusí y con todas las modernidades, el establecimiento dispone de spa (con varios tipos de saunas, baños turcos, tumbonas térmicas...), además de piscina al aire libre y centro de
fitness. El complejo está situado en el antiguo pueblo minero de Rodalquilar, famoso por sus minas de oro.
Dónde comer
Gallo pedro reducido a lo jíbaro, en Casa Miguel (San José).
El pescado fresco, elaborado de todas las formas imaginables (cocido, frito, a la plancha, en guisos, en sopas...), así como el marisco, tienen presencia obligada en la gastronomía del Cabo de Gata, aunque también hay platos de caza tradicionales de la sierra, como el cordero al ajillo, las migas, los gurullos (pasta de sémola de trigo con perdiz o conejo), el remojón...Goleta Cabo de Gata (Paseo Marítimo. Cabo de Gata. Tel.: 950 37 02 15) ofrece platos como pescado relleno de salsa de piquillo, presa al ajillo, pulpo a las tres cocciones, arroz de marisco... todo ello en su terraza a pie de playa con unas vistas de escándalo.
En el centro de San José, en un ambiente especial con recuerdos y detalles de los legendarios rodajes de cine en la zona, Casa Miguel(calle Correo, esquina Cajamar. Tel.: 950 38 03 29) está especializada en cocina mediterránea variada. Destacan las gambas fritas de la casa, la lubina y el gallo pedro reducido a lo jíbaro.