Ciencia
Logran recrear en el laboratorio una ola «congelada» en el tiempo y que no rompe nunca
Esta investigación, realizada conjuntamente por científicos españoles y estadounidenses, mejorará el diseño de barcos y puertos marinos
Científicos de la Universidad Carlos III de Madrid y de la Universidad de California en San Diego han recreado en el laboratorio una ola de tubo estática, cuya cresta ni avanza ni retrocede. Según informa la UC3M, esta investigación permitirá mejorar el diseño de barcos y puertos marinos o analizar cómo se produce el intercambio de dióxido de carbono entre el océano y la atmósfera.
«Podemos meter los dedos bajo la cresta que nunca nos mojaremos; nunca rompe»
En el experimento que se describe en
el artículo, publicado en la revista «Experiments in FluidŽs» los
científicos han utilizado técnicas de procesado digital de imágenes y de visualización, iluminando con láser para
reconstruir la forma de la ola en tres dimensiones y poder compararla
con olas reales, similares a las que cabalgan los surfistas.
«Lo más llamativo es observar una ola de tubo que se queda quieta, hasta el punto de que podemos meter los dedos debajo de la cresta el tiempo que queramos y no nos mojamos porque esta ola no rompe nunca», describe Rodríguez. Para conseguir este fenómeno, los científicos construyeron un pequeño canal en un laboratorio.
«Prototipo simple»
El prototipo es relativamente simple,
dicen, pues consiste en una placa semisumergida con una esquina cuadrada
que obstruye parcialmente el flujo en un tanque de agua con una
longitud similar a la de una furgoneta. «Es la forma más sencilla y barata de producir una diferencia de alturas en una corriente de agua que se mueve a gran velocidad», indica rofesor Rodríguez.
En la parte teórica del estudio, en
la que los científicos de la UC3M colaboran actualmente con colegas de
la UCSD (EEUU) y de la Universidad de East Anglia (Reino Unido),
utilizan técnicas de simulación por ordenador y de análisis asintótico
para crear una descripción aproximada de la formación de esta ola. «Esta
descripción es lo suficientemente precisa para entender su
comportamiento; nos aprovechamos del hecho de que la ola es muy esbelta.
Es decir, a medida que nos alejamos de su origen, su tamaño va creciendo lentamente», señala Pablo Martínez-Legazpi, investigador de la UCSD.
Y añade que «a medida que
profundizábamos en el tema, nos hemos dado cuenta de que este proceso de
formación es representativo y común al de otras olas de gran interés en
ingeniería civil y naval, como las olas que impactan sobre puertos,
puentes, barcos o plataformas en condiciones de mala mar».
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