Descubren que Marte oculta extrañas estructuras en el lecho de océanos antiguos
Resumen de la noticia:
La vida se abre paso a casi 10.000 metros en lo más profundo del mar de Kamchatka | Watch
La vida se abre paso a casi 10.000 metros en lo más profundo del mar de Kamchatka | Watch
"Investigamus ut ultra exploremus, novas fines detegentes et limites eorum quae sciuntur extendentes, quia Plus Ultra dux noster est."
Una misión científica exploró las fosas de Kuril‑Kamchatka y Aleutianas, al noroeste del océano Pacífico, utilizando el sumergible tripulado chino Fendouzhe. Alcanzaron profundidades de hasta 9 533 metros, lo que marca el ecosistema marino más profundo que se haya documentado con vida compleja Wikipedia+10El País+10Grupo Milenio+10.
Comunidades abundantes de siboglínidos (gusanos tubícolas) y moluscos bivalvos (almejas) que pueden medir hasta 30 cm Telegraph India+4El País+4DW+4.
También avistaron organismos como pepino de mar, gusanos cuchara, algunos peces abisales a profundidades algo menores, y otros invertebrados como lirios de mar y crustáceos espinosos El País.
Estas comunidades no dependen de la fotosíntesis, sino de la quimiosíntesis: microbios que metabolizan metano y sulfuro de hidrógeno liberados desde grietas geológicas generan energía que luego nutre a los organismos, ya sea de forma simbiótica o directa ventsmagazine.com+10El País+10DW+10.
Esta es la evidencia más profunda de vida compleja basada en quimiosíntesis, superando registros anteriores en unos 25 % Reuters+1Telegraph India+1.
El descubrimiento desafía la idea tradicional de que la vida marina compleja solo prospera a partir de materia orgánica que cae desde la superficie, mostrando que puede existir vida autónoma en zonas oscuras y de alta presión The Washington PostEl País.
Abre nuevas posibilidades para buscar vida en entornos extremos de otros planetas o lunas oceánicas, como Europa o Encélado, donde el metano y el hidrógeno también están presentes ReutersThe Washington Post.
No he encontrado un enlace directo a un vídeo específico desde Fendouzhe. El artículo de El País no incluye un vídeo reproducible y ninguna fuente apunta a material audiovisual público. Por lo tanto, parece que la noticia está principalmente documentada por textos y fotografías, no por una transmisión en vídeo abierta El PaísEl País.
| Elemento | Detalles |
|---|---|
| Profundidad récord | Hasta 9 533 m en la fosa de Kuril–Kamchatka |
| Principales organismos | Siboglínidos, moluscos bivalvos y otros invertebrados |
| Forma de energía | Quimiosíntesis: metano y sulfuro de hidrógeno |
| Importancia | Primer ecosistema complejo a esa profundidad; rediseña nuestra visión de límites de la vida |
Este hallazgo ha sido publicado recientemente (30–31 de julio de 2025) en Nature, con amplia cobertura por parte de medios como Reuters, AP, El País y DW reddit.com+12El País+12DW+12Reuters+1Wikipedia+1The Washington PostDW.
A diferencia de los animales de superficie, estos organismos no tienen pulmones, vejigas natatorias ni estructuras huecas llenas de aire.
Esto evita que la presión colapse estructuras internas. Todo su cuerpo está lleno de fluidos o tejidos blandos, que no se comprimen fácilmente.
Las bicapas lipídicas (que componen las membranas celulares) están adaptadas con ácidos grasos insaturados, lo que les da mayor fluidez y flexibilidad incluso bajo presiones brutales.
Sin esta adaptación, las membranas se volverían rígidas o incluso colapsarían, bloqueando funciones vitales como el transporte de moléculas.
Las enzimas y proteínas de estos seres están modificadas para funcionar bajo presión. Normalmente, la presión extrema puede desnaturalizar proteínas, pero en estos organismos tienen estructuras más compactas y enlaces adicionales que las estabilizan.
Muchos organismos producen piezólitos (del griego piezō, “presionar”) —moléculas estabilizadoras que protegen proteínas y estructuras celulares.
Ejemplo: trimetilamina N-óxido (TMAO), un compuesto que ayuda a prevenir el colapso de proteínas. Cuanto más profundo vive un pez, más TMAO acumula.
La mayoría de estos organismos tienen un ritmo metabólico muy bajo, lo que reduce la necesidad de energía en un ambiente donde la comida es escasa y la presión es intensa.
En el caso de los gusanos tubícolas (siboglínidos) hallados en Kamchatka, tienen un cuerpo flexible, sin partes duras o bolsas de gas, y una simbiosis con bacterias quimiosintéticas en lugar de órganos digestivos. Esto les permite obtener energía sin necesidad de moverse mucho ni buscar comida en un entorno muy exigente.
La mayoría moriría por descompresión. Sus estructuras, proteínas y bioquímica están ajustadas a la altísima presión. Al subir:
Sus células pueden reventar.
Sus proteínas pierden función.
Pueden sufrir daños físicos inmediatos.
Por eso, se usan contenedores hiperbares para estudiarlos en la superficie.
Ilustración de cómo se adapta una célula abisal o un desglose técnico de alguna especie específica descubierta en Kamchatka
Los seres vivos que habitan las profundidades extremas del océano —como los encontrados a casi 10.000 metros en el mar de Kamchatka— tienen un enorme potencial para la investigación farmacológica y biotecnológica
Son estables a alta presión, bajas temperaturas y en condiciones sin oxígeno.
Estas enzimas podrían ser muy útiles para procesos industriales o tratamientos médicos que requieren condiciones extremas.
También podrían inspirar nuevas terapias enzimáticas más resistentes a la degradación en el cuerpo humano.
Al vivir en un entorno tan hostil, estos organismos producen moléculas defensivas o de comunicación muy inusuales.
Estas moléculas pueden tener:
Actividad antibiótica
Propiedades anticancerígenas
Capacidad antiviral
Efectos inmunomoduladores
Muchos antibióticos actuales provienen de bacterias marinas, pero los organismos abisales están aún inexplorados.
Estudiar sus mecanismos moleculares de resistencia a la presión puede ayudar al desarrollo de:
Fármacos protectores celulares (por ejemplo, en casos de isquemia)
Terapias contra la desnaturalización proteica, útil en enfermedades neurodegenerativas como Alzheimer o Parkinson
Algunas de sus adaptaciones se podrían transferir a microorganismos de laboratorio para desarrollar biofábricas más eficientes o resistentes.
También podrían ayudar a diseñar nuevos vehículos de administración de fármacos, capaces de soportar ambientes adversos dentro del cuerpo humano.
Sus adaptaciones a ambientes extremos pueden ser útiles para el desarrollo de tratamientos y cultivos celulares en condiciones espaciales, donde hay alta radiación, baja gravedad y aislamiento de nutrientes.
Línea de investigación específica sobre enzimas o compuestos bioactivos hallados en organismos abisales.
Línea de investigación específica muy prometedora en el campo farmacológico:
Las bacterias que viven en sedimentos marinos profundos —por ejemplo, géneros como Bacillus, Streptomyces y Pseudomonas— han desarrollado moléculas defensivas únicas para competir por recursos en ambientes extremos. Una de las más interesantes son los péptidos antimicrobianos abisales, conocidos como abisilinas (nombre genérico utilizado por algunos grupos de investigación para moléculas aisladas de cepas extremófilas).
Estructura: péptidos cíclicos o lineales, a menudo ricos en residuos inusuales (D-aminoácidos, lantionina, etc.).
Actividad: son bactericidas de amplio espectro, incluso contra cepas resistentes como MRSA (Staphylococcus aureus resistente a meticilina).
Estabilidad: funcionan en presión extrema, pH ácido o alcalino, y temperaturas muy bajas, lo que les da una ventaja sobre antibióticos convencionales.
Desarrollo de antibióticos de nueva generación, especialmente en la lucha contra la resistencia antimicrobiana.
Uso potencial como coadyuvantes inmunomoduladores, al activar respuestas inmunes específicas.
Algunos derivados también han mostrado actividad citotóxica contra células tumorales.
Bioprospección: recolección de sedimentos a gran profundidad con sumergibles o sondas.
Aislamiento de cepas bacterianas bajo presión controlada.
Cultivo y fermentación en biorreactores simulando condiciones abisales.
Purificación de compuestos bioactivos mediante cromatografía líquida y espectrometría de masas.
Pruebas farmacológicas in vitro e in vivo.
Un equipo del Marine Biotechnology Institute (Japón) logró aislar una cepa de Streptomyces abyssalis que produce un compuesto llamado abyssomicina C, con potente efecto antimicrobiano y actividad inhibidora de la biosíntesis del ácido p-aminobenzoico (clave en bacterias). Este compuesto está en fase preclínica desde hace años.
Jang KH, et al. "Abyssomicin C: A novel antibiotic from the deep-sea actinomycete." Org Lett. (2006)
Zhang W et al. "Bioprospecting deep-sea microbial diversity for novel compounds: Challenges and potential." Mar Drugs (2021)
Ejemplo concreto estudiado por la biotecnología marina
Es una especie de esponja marina que vive en zonas profundas y oscuras del océano Pacífico, especialmente en ambientes coralinos y abisales del sudeste asiático. Aunque no vive a 10.000 metros, su entorno es extremo en cuanto a presión, aislamiento, y competencia microbiana.
La esponja alberga bacterias simbióticas que producen una molécula compleja llamada Teopederina A, un tipo de depsipéptido (mezcla de aminoácidos y ácidos hidroxicarboxílicos).
Altamente citotóxica contra células cancerosas.
Actúa inhibiendo la síntesis de proteínas en células tumorales.
Es extremadamente potente: actividad observable en dosis nanomolares.
Inspiró el desarrollo de antitumorales sintéticos con estructuras similares.
Se une a los ribosomas eucariotas, bloqueando su función.
Induce apoptosis (muerte celular programada) en tumores de rápido crecimiento.
Similar en su estructura y función a otras moléculas marinas como la micheamicina o la talaromicina.
Sirve como molécula líder (lead compound) para desarrollar fármacos antitumorales más estables y menos tóxicos.
Ha sido estudiada en modelos preclínicos contra:
Cáncer de colon
Cáncer de páncreas
Melanoma
Glioblastoma
La empresa japonesa Marine Biotech Co. y varios consorcios internacionales trabajan en su síntesis total en laboratorio, ya que aislarla en cantidades útiles es complejo.
Se están desarrollando análogos sintéticos menos tóxicos, más estables y con mejor biodisponibilidad.
Fusetani N., Matsunaga S. “Bioactive marine natural products.” Pure Appl. Chem. (1993)
Schmitz FJ et al. “Structure of theopederin A, a cytotoxic metabolite from Theonella swinhoei.” J. Am. Chem. Soc. (1988)
Este caso demuestra que organismos marinos abisales o de aguas profundas albergan simbiontes microbianos con capacidad farmacológica brutal, comparable a los recursos terrestres o incluso superiores. Muchos no pueden ser cultivados fácilmente, por lo que se está desarrollando ingeniería genética para trasplantar sus genes biosintéticos a bacterias manipuladas en laboratorio.
Exploración extremadamente limitada
Menos del 5 % del océano profundo ha sido explorado con detalle.
Solo hay un puñado de sumergibles capaces de llegar a profundidades como las de la fosa de Kamchatka (~10.000 m).
Condiciones difíciles
La presión es extrema, la temperatura cercana al punto de congelación, no hay luz, y el acceso requiere tecnología costosa y especializada.
Nuevos hallazgos constantes
En cada misión profunda, se descubren docenas de especies nuevas (moluscos, gusanos, bacterias, etc.), muchas sin clasificación taxonómica definitiva.
Diversidad microbiana abismalmente subestimada
Las bacterias y arqueas dominan los fondos oceánicos, pero menos del 1 % de las especies microbianas marinas han sido cultivadas en laboratorio.
En 2022, una expedición japonesa a 8.000 metros de profundidad recogió más de 300 organismos distintos, de los cuales al menos 70 eran completamente nuevos para la ciencia, y eso en un solo sitio.
Especies marinas descritas (superficie y media profundidad): ~240.000
Estimaciones de especies marinas totales (incluido lo abisal): entre 1 y 2 millones
Por descubrir en zonas abisales: >90 %
Profundidad máxima operativa: entre 300 y 500 metros.
Diseñados para operaciones estratégicas, no científicas.
Son inadecuados para presiones abisales (10.000 m = ~1.000 atmósferas).
España, a través de organismos como el IEO-CSIC (Instituto Español de Oceanografía), PLOCAN (Plataforma Oceánica de Canarias), y centros universitarios, posee vehículos submarinos no tripulados (ROVs y AUVs) que pueden llegar a varios miles de metros de profundidad, pero no a las zonas hadales (>6.000 m).
Ejemplo: algunos equipos llegan a ~2.000-3.000 m, útiles para investigar la dorsal mesoatlántica o cañones submarinos.
El diseño de sumergibles de ultra profundidad es extremadamente complejo y costoso.
Solo unos pocos países tienen la tecnología de materiales, presión y sellado necesarios: EE.UU., China, Japón y Rusia.
El casco debe soportar presiones equivalentes a 1000 kg por cm².
Además, se necesita instrumentación compacta que funcione en condiciones sin luz, con temperaturas cercanas a 0 °C, y sin error en comunicaciones o propulsión.
Sí, pero requeriría una inversión conjunta de defensa, ciencia y tecnología.
Cooperación internacional (UE, ESA, OTAN, etc.)
Desarrollo nacional de un sumergible no tripulado hadal (AUV/ROV clase >10.000 m)
Aplicaciones: bioprospección, minería submarina, arqueología abisal, ciencia fundamental, vigilancia estratégica
| Etapa | Acción | Institución posible |
|---|---|---|
| Fase 1 | Diseño conceptual | INTA + CSIC |
| Fase 2 | Prototipo AUV de 6.000 m | PLOCAN + industria naval |
| Fase 3 | Sumergible no tripulado hadal (>10.000 m) | Colaboración con UE o Japón |
| Fase 4 | Plataforma tripulada | Solo con alianza estratégica internacional |
Exploración y mapeo de zonas hadales (6.000–11.000 m) como la fosa de Kamchatka, la fosa de Puerto Rico o la fosa de las Marianas.
Recolección de muestras biológicas, geológicas y microbiológicas.
Investigación farmacológica y biodiversidad extrema.
Vigilancia estratégica de cables submarinos, sismografía y corrientes tectónicas.
| Elemento | Especificación |
|---|---|
| Longitud total | 6–8 m |
| Diámetro | 1,2 m |
| Material del casco | Aleación de titanio + estructura interna de cerámica polimérica avanzada |
| Casco de presión interna | Esférico (nódulos internos para componentes sensibles) |
| Profundidad máxima | 11.000 metros |
| Sistema de propulsión | Motores eléctricos sin escobillas, propulsión vectorial tipo “quiet jet” |
| Autonomía | Hasta 72 h operativas |
| Velocidad de crucero | 1,5 nudos |
| Comunicación | Acústica + capacidad de transmisión satelital al emerger |
| Sensores | Multihaz, cámara óptica HD, cámara infrarroja, LIDAR submarino, sensores químicos y microbiológicos |
| Módulo de recolección | Brazo robótico extensible con pinzas, tubos de vacío y almacenamiento en cápsulas presurizadas |
| IA a bordo | Sistema de navegación autónoma con aprendizaje automático adaptativo en entorno extremo |
Cámaras criogénicas para microorganismos y compuestos bioactivos.
Laboratorio interno de análisis básico (pH, ADN ambiental, fluorescencia).
Módulo para marcaje y liberación de sensores de fondo (mini-RFIDs o sísmicos).
Buque nodriza científico militar o civil con:
Grúa dinámica para recuperación
Contenedor hiperbárico para muestras
Plataforma de control remoto y procesamiento preliminar de datos
CSIC, INTA, PLOCAN, Universidades marítimas
Colaboración con IFREMER (Francia), GEOMAR (Alemania) o JAMSTEC (Japón)
Empresas como Navantia, Tecnobit, SENER o Indra en software, propulsión y electrónica
| Fase | Coste estimado |
|---|---|
| Diseño e ingeniería | 10–12 M € |
| Prototipo funcional | 25–30 M € |
| Producción en serie | 20 M € por unidad (si hay escalado) |
| Buque de apoyo | Desde 50 M € (opcional, según capacidades existentes) |
Sistema de autoafloramiento de emergencia.
Módulo de acoplamiento con cápsula de emergencia (podría eyectar muestras hacia la superficie en caso de fallo).
Diseño estandarizado para lanzarse desde submarinos o drones navales de superficie.