El sistema SYMBIOSIS integra tecnologías acústicas y ópticas sin
intervención humana. Es el producto de una iniciativa científica
internacional dentro del programa Horizonte 2020 de la UE. La
monitorización en tiempo real de bancos de peces conformará el
desarrollo de la política pesquera europea y dará lugar a una mayor
protección del medio ambiente marino.
Nacido como una iniciativa científica internacional bajo los
auspicios del programa europeo Horizonte 2020, el proyecto SYMBIOSIS
está desarrollando un sistema autónomo para identificar cardúmenes,
incluyendo información sobre su tamaño y movimientos en aguas profundas.
La Universidad de Haifa lidera el proyecto, mientras que dos equipos
del Instituto IMDEA Networks en Madrid (España) contribuyen a su
desarrollo. El sistema SYMBIOSIS integra tecnologías acústicas y ópticas
que no requieren intervención humana y podrá transmitir advertencias en
tiempo real a las estaciones costeras. Estos datos contribuirán a la
formulación de políticas de pesca oceánica y a una mejor protección del
medio marino.
El sistema será respetuoso con el medio ambiente, no solo en su
funcionamiento, que no será invasivo y no tendrá un impacto en el
ecosistema marino, sino lo que es más importante, porque proporcionará
información fiable sobre la condición de las poblaciones de peces
marinos. En la actualidad es prácticamente imposible recopilar dicha
información sin invertir enormes recursos. Con el uso de la última
tecnología óptica y acústica esperamos cambiar las actitudes existentes
hacia los recursos marinos», explicó el Dr. Roee Diamant de la Facultad
de Ciencias del Mar de la Universidad de Haifa, que coordina esta
iniciativa.
El desarrollo de la tecnología pesquera desde el siglo XX ha llevado a
la creciente comprensión de que la pesca es uno de los problemas más
graves que afrontan los ecosistemas marinos. Según algunas estimaciones,
si la pesca excesiva no se controla las poblaciones de peces del
planeta podrían colapsar para el año 2048. Las autoridades pesqueras
mundiales esperan frenar la sobrepesca con nuevas regulaciones y medidas
coercitivas justificadas por la reducción de las poblaciones de peces.
Pero hay muy pocos métodos actualmente disponibles para la
monitorización en tiempo real de esas poblaciones. La mayoría involucra
barcos de superficie que intentan localizar bancos de peces por medio de
sónares. Según el Dr. Diamant, estos métodos requieren considerables
recursos y personal para supervisar e interpretar los hallazgos del
sonar. En consecuencia, tienen una viabilidad limitada en términos de
costes versus beneficios. Además, el uso del sonar generalmente limita
la búsqueda de poblaciones de peces a áreas reducidas (las que están
debajo del barco que realiza el muestreo), lo que dificulta la toma de
decisiones a posteriori. Las estadísticas limitadas que proporciona este
muestreo aleatorio y a corto plazo del entorno marino implican que el
proceso es propenso a numerosos errores de muestreo.
El proyecto espera lograr un impacto
positivo en la investigación sobre
la biología marina, la conservación y la formulación de políticas pesqueras
en Europa y también a nivel global. (Foto: @IMDEA Networks Institute)
la biología marina, la conservación y la formulación de políticas pesqueras
en Europa y también a nivel global. (Foto: @IMDEA Networks Institute)
Combinando tecnologías ópticas y acústicas, el sistema SYMBIOSIS
controlará el entorno marino, y en particular el tamaño del stock de
peces, en un radio de un kilómetro. Funciona de manera completamente
autónoma, recolectando datos submarinos durante largos períodos y
transmitiendo esta información a un centro costero. La investigación se
centra en la identificación de seis grandes especies de peces que son
objeto de una demanda especialmente acusada por parte de la industria
pesquera: dos especies de atún; scad (una especie de caballa; Trachurus
mediterraneus); caballa del Atlántico (Scomber scombrus); mahi-mahi
(Coryphaena hippurus); y pez espada (Xiphias gladius). Este sistema
proporcionará a las autoridades información concreta y procesable.
La solución plantea una cadena de procesamiento que comienza con el
descubrimiento acústico y la clasificación de los peces en función de
sus características típicas de velocidad y movimiento. Los sensores
acústicos también miden el tamaño del pez y la biomasa total de los
peces en la zona. Una vez el sistema acústico identifica una de las seis
especies seleccionadas, activa el sistema óptico, que cuenta con varias
cámaras y un sofisticado método de procesamiento de datos con varios
algoritmos de identificación de imágenes que utilizan el 'aprendizaje
profundo' (un método de aprendizaje 'automático' o 'de máquinas').
Cuando el sistema óptico confirma la identificación de una de las seis
especies seleccionadas, transmite la información a través de
comunicaciones acústicas subacuáticas y luego por radio a una estación
costera.
Los investigadores de IMDEA Networks se centran en el diseño de un
sistema de localización de peces eficiente y en el reconocimiento visual
de las especies de peces seleccionadas. Los dos equipos del instituto
de investigación con sede en Madrid son el Laboratorio de Redes
Inalámbricas Ubicuas dirigido por el Dr. Paolo Casari, principal
investigador por parte de IMDEA Networks y gerente científico del
proyecto; y el Grupo de Computación Global dirigido por el Dr. Antonio
Fernández Anta.
«Usar la acústica para localizar especies concretas de peces supone
una gran desafío», dijo el Dr. Casari. «En primer lugar, la cadena de
procesamiento acústico debe incorporar componentes rentables y necesita
ser altamente eficiente en el consumo energético. Los algoritmos de
procesamiento de señales implementados en el sistema de identificación
acústica de peces tienen que lograr un buen equilibrio entre la
complejidad y la precisión. Además de esto, el entorno subacuático
contiene muchas fuentes de ruido acústico de fondo y reflectores, y las
señales de los peces alrededor del sistema SYMBIOSIS serán mucho más
débiles que las interferencias acústicas provenientes del medio
ambiente. Los algoritmos deben ser lo suficientemente robustos como para
hacer frente a estas deficiencias.»
«Respecto a la óptica, el entorno marino se caracteriza por su baja
visibilidad y por la presencia de elementos en el agua que distorsionan
la imagen. El gran reto es asegurar un buen desempeño del sistema de
detección y minimizar las falsas alarmas. Esto debe suceder de manera
autónoma en un entorno de aguas profundas, donde prácticamente no hay
posibilidad de intervención humana", continúa el Dr. Diamant. «La
clasificación óptica de las especies de peces también plantea sus
propios desafíos. Hay muy pocas imágenes pre-clasificadas disponibles
para entrenar el clasificador de aprendizaje profundo. Además, muchas de
las imágenes disponibles se tomaron en condiciones de visibilidad muy
diferentes a las que el sistema va a encontrar. En SYMBIOSIS afrontamos
esta incertidumbre aprovechando las bases de datos públicas sobre
imágenes de peces, muchas de ellas proporcionadas por submarinistas y
fotógrafos submarinos. Para abordar la falta de un gran conjunto de
imágenes con el que entrenar el sistema, estamos comenzando con redes
neuronales previamente entrenadas para el reconocimiento de objetos, y
agregaremos más imágenes de los entornos de prueba SYMBIOSIS una vez que
entremos en la fase experimental del proyecto", concluye el Dr.
Fernández Anta.
SYMBIOSIS fue seleccionado como objeto de financiación por el
programa de investigación e innovación de la Comisión Europea, Horizonte
2020. Cuatro instituciones participan en el proyecto: la Universidad de
Haifa, Israel (coordinador); IMDEA Networks Institute en Madrid,
España; la empresa italiana Wireless & More y EvoLogics Gmbh de
Alemania. El proyecto incluye el desarrollo de innovadores algoritmos de
descubrimiento y clasificación, la aplicación de hardware específico y
la realización de una gran cantidad de pruebas en el mar. Como parte del
proyecto, se está desarrollando un prototipo que incluye un sistema de
sensores acústicos, una red de cámaras, sofisticadas unidades de
procesamiento y una unidad de energía que permite la actividad autónoma
del mismo. El objetivo del proyecto es realizar un muestreo de las
prestaciones del sistema prototipo en tres entornos marinos diferentes:
el Mediterráneo poco profundo, el Mediterráneo profundo y un entorno
tropical en las Islas Canarias. El proyecto transcurrirá hasta noviembre
de 2020 y ofrecerá nuevas soluciones para la monitorización distribuida
y a gran escala del entorno subacuático, con un impacto positivo en la
investigación sobre la biología marina, la conservación y la formulación
de políticas pesqueras en Europa y también a nivel global. (Fuente:
IMDEA)
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