jueves, 13 de diciembre de 2012

 
La segunda jornada del simposio ‘Fronteras de la Ciencia en Brasil y España’, organizado por la Universidad de Salamanca y FAPESP, está dedicada por entero a la investigación en cáncer

Varios países iberoamericanos acaban de constituir una red científica que tiene como misión la búsqueda de compuestos a partir de los cuales se puedan desarrollar fármacos antitumorales. La idea es aprovechar la rica biodiversidad de Centroamérica y Sudamérica para hallar biomoléculas que en la actualidad no se están utilizando y que pueden ser de utilidad para combatir el cáncer, según ha explicado hoy Atanasio Pandiella, subdirector del Centro de Investigación del Cáncer (CIC) de Salamanca en el marco del simposio Fronteras de la Ciencia de Brasil y España.

El científico ha explicado en declaraciones recogidas por DiCYT que este centro de investigación mixto de la Universidad de Salamanca y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) participará en el proyecto tras la constitución de la red hace apenas dos semas en una reunión que tuvo lugar en Brasil. Además de españoles y brasileños, investigadores de Costa Rica, Chile, Perú y Panamá se han sumado a la iniciativa.

Por parte de la Universidad de Salamanca también colabora la Facultad de Farmacia, ya que se trata de un proyecto multidisciplinar en el que, además de los especialistas en cáncer, es necesaria la colaboración de químicos y biólogos, entre otros especialistas. El objetivo es la búsqueda de nuevos productos poniendo en valor los medios y el conocimiento de Iberoamérica, ya que habitualmente otros países como Estados Unidos son los que lideran la investigación biomédica y la producción de fármacos a pesar de que no cuentan con una biodiversidad tan rica como la Centroamérica o América del Sur, ha señalado Pandiella, puesto que recursos las plantas son la fuente de muchos compuestos antitumorales.

Todo ello se basa en la cooperación científica entre diversos países. En concreto, “desde hace muchos años tenemos una colaboración fluida con diferentes instituciones brasileñas”, afirma el subdirector del CIC. “Brasil está en ebullición y con grandes perspectivas de desarrollo económico y tecnológico”, aseguró. Por eso, para la Universidad de Salamanca reforzar los lazos con los investigadores de este país es “muy relevante”.

En el mismo sentido se pronunció uno de los científicos brasileños más destacados del simposio que se celebra en estos días en Salamanca, Luiz Paulo Kowalski, investigador del Hospital A. C. Camargo Instituto Nacional de Oncogenomica, Ciencia y Tecnología. Este tipo de colaboraciones científicas iberoamericanas “nos fortalecen en relación a las potencias económicas que dominan el mercado”, ha asegurado este especialista en cáncer de cabeza y cuello. Además, ha apuntado otras formas de colaboración científica. Por ejemplo, dentro de su especialidad a menudo “la evolución clínica de los pacientes es diferente en España y en Brasil”. Por eso, establecer una comparativa y averiguar los motivos de estas diferencias puede dar lugar a nuevos procedimientos diagnósticos y terapéuticos contra el cáncer.

Otra destacada investigadora brasileña ha sido Anamaria Aranha Camargo, del Instituto Ludwig de Investigaciones sobre el Cáncer (Hospital Sirio-Libanés), especialista en cáncer colorrectal, que ha destacado la oportunidad que ofrece este evento hispanobrasileño organizado por la Universidad de Salamanca y por la Fundación de Apoyo a la Investigación Científica del Estado de Sao Paulo (FAPESP) para iniciar nuevas colaboraciones científicas. “Este evento crea expectativas para iniciar una metodología común en el campo de la genómica”, aunque es un campo de una enorme complejidad.

Leucemia linfática crónica

En la jornada de hoy, enteramente dedicada a la investigación en cáncer, ha destacado también la intervención de Marcos González, especialista de la Universidad de Salamanca y del Hospital Universitario, que se ha centrado en los avances logrados en la secuenciación del genoma de la leucemia linfática crónica, uno de los proyectos del Consorcio Internacional de los Genomas del Cáncer, un proyecto mundial que consiste en secuenciar el genoma completo de 500 pacientes de cada uno de los 50 tumores más frecuentes.

Según ha explicado González, el proyecto ya está muy avanzado, puesto que ya han participado más de 450 pacientes. Entre los resultados, cabe destacar una publicación en Nature el pasado año, cuando se completaron los cuatro primeros genomas completos de pacientes, en los que se hallaron muchas alteraciones moleculares que pueden ser dianas moleculares para que futuros fármacos ataquen la enfermedad de forma más directa.

Además, una segunda publicación estudió 105 exomas completos, es decir, la secuenciación de los los exones de los genes, que son regiones muy concretas. Este trabajo permitió profundizar en los mecanismos patogénicos y explicar por qué la leucemia linfática crónica es muy agresiva en unos pacientes y silente en otros.

Finalmente, el resultado más reciente se mueve en el terreno de la epigenética, es decir, todo lo que afecta a los genes pero no viene determinado por ellos. Este último trabajo permite la división de este tipo de leucemia en tres grupos distintos de pacientes con distinto pronóstico. El objetivo final de toda esta línea de investigación será lograr tratamientos más efectivos.

Precisamente, el otro protagonista español de la jornada, Manel Esteller, director del Programa de Epigenética y Biología del Cáncer del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (Idibell) y profesor de Genética de la Universidad de Barcelona, ha explicado la importancia de la epigenética para avanzar en la lucha contra el cáncer, ya que es uno de los mayores expertos mundiales en esta cuestión.

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