jueves, 27 de noviembre de 2014

Los españoles celebraron Acción de Gracias 56 años antes que los peregrinos

España / error histórico de EE.UU.

Los españoles celebraron Acción de Gracias 56 años antes que los peregrinos

Día 27/11/2014 - 08.10h

La preeminencia de la historia anglosajona ha solapado el protagonismo español en la colonización de Norteamérica. En 1565, Pedro Menéndez de Avilés compartió con los nativos una comida similar a la que posteriormente celebraron los puritanos

El Día de Acción de Gracias, una de las fiestas más emblemáticas de EE.UU., tiene su origen oficialmente en el año 1621, cuando un grupo de peregrinos (los puritanos ingleses) celebró en Plymouth, en el actual estado de Massachusetts, el final de la cosecha compartiendo su comida con los indígenas de la zona. Sin embargo, como han defendido recientemente varios historiadores del estado de Florida, los conquistadores españoles habían protagonizado celebraciones de características similares al menos en 1565 y en 1598, sobre lo que hoy es suelo americano.
Los estadounidenses han consagrado en su memoria colectiva la llegada de los puritanos ingleses como el génesis de su nación, bajo el sello de una colonización anglosajona, desdeñando la labor civilizadora y evangelizadora de España desde el sur de los Estados Unidos hasta el mismo corazón del continente. La presencia del Imperio español en el Norte del Nuevo Mundo se remonta a principios del siglo XVI y desmonta muchos de los mitos fundacionales de este país.
Así, la historia convencional de Norteamérica considera punto de origen de su nación la llegada de un barco llamado el «Mayflower» a Plymouth en 1620, donde un grupo de puritanos ingleses –cansados de las supuestas concesiones de su país a la Iglesia Católica– estableció varias colonias permanentes en lo que luego fue conocido como Nueva Inglaterra. No obstante, sobredimensionar la importancia de aquel episodio ha terminado por solapar una realidad histórica: el primer asentamiento europeo en Norteamérica, San Agustín de Florida, había sido fundado por Pedro Menéndez de Avilés 56 años antes.
Tras más de medio siglo impidiendo que ninguna otra nación europea se estableciera permanentemente en el continente descubierto por Cristóbal Colón, los españoles vieron una grave amenaza en los planes franceses de levantar una colonia en la zona del norte, explorada desde la llegada hispánica pero sin asentamientos fijos. Así, un grupo de hugonotes (los calvinistas de Francia) desembarcó en febrero de 1562 en el estuario del río conocido hoy como el St. Johns River y se establecieron al sur de Carolina. Sin víveres ni materiales, los pocos supervivientes tuvieron que regresar a Francia al cabo de varios meses. Pero pocos años después, otra expedición francesa mejor preparada conseguió establecerse en Florida, sobre la región actual de Jacksonville, en lo que fue bautizado como Fort Caroline.
El éxito de la incursión hizo saltar las alarmas en la corte madrileña y se decidió enviar a uno de sus marinos más prestigiosos, Pedro Menéndez de Avilés. El almirante asturiano, tras dispersar la flota francesa y tomar posesión del lugar en nombre del rey de España el 28 de agosto de 1565, se ayudó de los tribu saturiwa –hartos de la presencia gala– para encontrar y atacar el asentamiento hugonote. Con 50 soldados, Menéndez dio caza a los habitantes de Fort Caroline y tomó una decisión que fue duramente criticada por toda Europa: ejecutar a todos los prisioneros. Desde España se justificó la medida, desde el punto de vista legal, como la habitual cuando se capturaban a piratas. Los Reyes españoles consideraban que todo el continente les pertenecía por derecho y cualquier intrusión estaba considerada piratería.

Pavo, venado y guiso de cerdo salado

Solo un mes después de la fundación de San Agustín, Pedro Menéndez de Avilés celebró una comida muy parecida a lo que se conmemora por Acción de Gracias –con un menú que probablemente incluía pavo, venado y guiso de cerdo salado– en honor a sus aliados saturiwas. Además, europeos y nativos asistieron después a una solemne misa cocelebrada por cuatro obispos españoles.
A finales de siglo, en 1598, el explorador español Juan de Oñate organizó una gran celebración en las orillas del Río Grande, también con miembros de tribus nativas, después de liderar a los colonos en una ardua caminata de 563 kilómetros por el desierto mexicano. Un episodio histórico muy parecido al organizado 23 años después, en 1621, por los 50 colonos ingleses llamados «pilgrims» (peregrinos), que a duras penas habían sobrevivido su primer año en el Nuevo Mundo, compartiendo su comida con sus vecinos, los amigables indios Wampanoag. En ambos casos se trataron de encuentros entre civilizaciones muy distintas, y tenían como objetivo agradecer a Dios que seguían vivos a pesar de su lucha desigual contra los elementos.
Sin embargo, hay que recordar que la colonia de Plymouth ni siquiera era la primera fundada por ingleses en el norte del continente. En 1583, la Reina Isabel I de Inglaterra otorgó una autorización al pirata Sir Walter Raleigh para fundar una colonia al Norte de Florida, a la que llamó Virginia. Fue en esta tierra donde otro grupo de peregrinos y de indios compartieran una comida dos años antes que en Plymouth. Lo que ha llevado a muchos historiadores estadounidenses a defender que fue en Virginia donde se celebró por primera vez la festividad. De hecho, la compañía de Londres que envió a estos peregrinos, al enterarse del acto de fraternidad entre civilizaciones, ordenó que la fecha se marcara como la celebración anual de Acción de Gracias.

Un hogar para recuperar a la tortuga verde - La Razón digital

Un hogar para recuperar a la tortuga verde - La Razón digital

El Niño afecta al crecimiento de los niños de Perú

Jueves, 27 noviembre 2014
Biología

El Niño afecta al crecimiento de los niños de Perú


El Niño es un fenómeno climático que ocurre de forma cíclica pero muy irregular, con un intervalo de entre dos y siete años, en el Océano Pacífico tropical, que sufre un brusco incremento en la temperatura de sus aguas y desencadena lluvias intensas en América del Sur. Una investigación que acaba de publicar la revista científica Climate Change Responses ha estudiado los efectos de El Niño que tuvo lugar entre 1997 y 1998 sobre las personas nacidas en la costa norte de Perú en esas fechas y en años posteriores y sus conclusiones indican que su crecimiento y desarrollo se vio gravemente afectado.

El desastre viene acompañado de enfermedades como la malaria, el dengue, el cólera o la diarrea. Además, a menudo arrasa cultivos y ganado, de manera que los recursos de la población se ven muy afectados y pueden tardar en recuperarse varios años después del fenómeno.

En particular, El Niño que ocurrió entre 1997 y 1998 ha sido el episodio más grave que se ha registrado. Los daños en puentes y carreteras provocaron el aislamiento de muchas zonas rurales dificultando aún más el acceso a alimentos, agua potable o atención médica.

Por eso, un grupo de investigación de la Universidad Johns Hopkins de EE UU se propuso analizar los efectos que puede tener a largo plazo sobre la salud este tipo de fenómeno extremo. “La variabilidad meteorológica desempeña un papel importante en el crecimiento y la nutrición en entornos de recursos limitados”, afirma el investigador William Checkley.

El primer estudio que realizaron se remonta a hace más de una década y en esta última publicación “los resultados son sorprendentes”, asegura, “hemos sido capaces de medir un efecto adverso en el crecimiento infantil muchos años después de que ocurriese el evento de 1997-1998”.

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El Niño calienta las aguas superficiales en el océano Pacífico ecuatorial. (Imagen: NASA)

Para ello, los investigadores se centraron en un grupo de aldeas del departamento de Tumbres, situado en el extremo norte de la costa peruana, junto a la frontera con Ecuador. Allí seleccionaron una muestra aleatoria de 2.095 personas nacidas entre 1991 y 2001, con una edad de entre 7 y 18 años. Los resultados son muy claros: los niños nacidos durante y después de El Niño de 1997-1998 son más bajos y con un índice de masa corporal magra inferior al esperado.

Los niños nacidos durante el desastre y después carecían de una dieta adecuada para un crecimiento óptimo. El desarrollo está muy relacionado con la nutrición en las primeras etapas de la vida, tanto en el feto como en la infancia, según los autores del trabajo, de manera que la falta de nutrientes marca a estas personas, que podrían sufrir otros problemas de desarrollo y ver incrementado el riesgo de sufrir enfermedades degenerativas crónicas.

Las repercusiones se aprecian incluso en los nacidos hasta tres años más tarde del fenómeno. El aumento de las infecciones y la grave escasez de alimentos asociada a las inundaciones parece ser la clave. “Así como los anillos de los árboles actúan como indicadores de los desastres naturales experimentados por un árbol, la exposición a eventos climáticos severos dejan una marca duradera en los niños”, señala el científico.

Para William Checkley y sus colaboradores el problema es muy grave si se piensa en que los estudios sobre el cambio climático apuntan a que en las próximas décadas la frecuencia de episodios de El Niño y otros desastres naturales puede incrementarse. “Dada su naturaleza cíclica, este fenómeno puede seguir impactando en las generaciones futuras y, si gran parte de los niños pequeños se ve afectada, compromete a toda la comunidad en su conjunto”, advierte el investigador. (Fuente: SINC/DICYT)

Red piloto de suministro eléctrico nutrida esencialmente de energías renovables

ngeniería

Red piloto de suministro eléctrico nutrida esencialmente de energías renovables


En el marco de un ambicioso proyecto empresarial, un equipo de ingenieros de la Universidad Tecnológica Nanyang (NTU) en Singapur, construirá una pequeña red híbrida de suministro eléctrico que integrará múltiples fuentes de energía a gran escala, esencialmente renovables.
La red, primera en la región, probará y demostrará la integración de energía solar, eólica, mareomotriz y otras, y asegurará que esas fuentes de energía operan bien juntas.

La red será emplazada en el vertedero de basura de la isla de Semakau, y se espera que produzca energía en el rango del megavatio (MW), lo cual es suficiente para pequeñas islas, pueblos aislados, y sistemas de abastecimiento energético de emergencia. Esto permitirá energizar unos 250 apartamentos de 4 habitaciones, que consumen juntos un pico de 1 MW.

El proyecto ya se ha puesto en marcha oficialmente, con el apoyo del gobierno de Singapur, y la participación de las compañías Accenture, Alstom, Class NK, DLRE, GDF Suez, Renewable Energy Corporation, Schneider Electric, Trina Solar, Varta y Vestas.

La red eléctrica se montará en dos fases.

En la primera fase, se construirán, en el vertedero de Semakau, paneles solares fotovoltaicos y aerogeneradores, así como instalaciones para el almacenamiento de energía excedente destinada a su uso en momentos de baja generación energética. Esto último es muy importante, dado que un problema común de las fuentes de energía renovables es que la suministran de forma intermitente. La red híbrida pretende asegurar un suministro de energía estable y duradero, a través de la integración de varios sistemas de almacenamiento y de control inteligente de la energía.

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La red de suministro eléctrico que se construirá en el vertedero de Semakau servirá como prueba piloto del uso mayoritario de energías renovables de muy distinta naturaleza, combinadas entre ellas del modo más provechoso posible. (Imagen: NTU)

La segunda fase del proyecto incluirá la construcción de instalaciones de energía mareomotriz (generación de electricidad a partir de la fuerza mecánica de las mareas) alrededor del perímetro costero del vertedero de Semakau y la isla de Saint John (Pulau Sakijang Bendera).

Finalmente la infraestructura de la primera fase se integrará con la de la segunda, y la red estará completa.

Si todo va bien, esta red será una demostración de la viabilidad de instalar redes similares para ayudar a proporcionar electricidad a comunidades en islas pequeñas u otras zonas de difícil acceso, que no tienen acceso al suministro eléctrico. Además servirá como ensayo general para abordar la instalación de redes mucho más grandes, destinadas a zonas urbanas amplias.

Información adicional

Desde Alaska a la Baja California, un virus diezma las estrellas de mar (EEUU)

Desde Alaska a la Baja California, un virus diezma las estrellas de mar (EEUU)

Un es la causa más probable de que las estrellas de mar estén siendo diezmadas en la costa de América del Norte que da al Océano Pacífico.
Según los autores, la investigación se ha concentrado en un densovirus (de la Parvoviridae ) que ha estado presente en el Océano Pacífico desde, al menos, 1942. Sin embargo, era un misterio por qué ha 'florecido' de repente en un brote que ha devastado la marina desde Alaska hasta Baja California.
En cuanto a la situación de las estrellas, los expertos han explicado que su enfermedad deterioraba su estado de --condiciones y brillo de su piel-- en cuestión de días. Además, han señalado que esta dolencia se ha propagado rápidamente a lo largo de la costa, diezmando las poblaciones de alrededor de 20 especies de estrella de mar.
Desde entonces, su alcance se ha expandido y, según apunta uno de los investigadores principales, Peter Raimondi, "no parece que se haya llegado al final".
Desde los primeros días del brote, la evidencia señaló hacia una causa viral. Para el trabajo, los científicos observaron la evolución de estrellas de mar en dos tanques. En uno de ellos, el agua de mar estaba esterilizada, usando luz ultravioleta, y allí los animales se mantuvieron saludables.
En el otro, el agua de mar, recogida de la zona de la plaga, no se trató, y en cuestión de días los animales desarrollan las lesiones indicadoras asociadas con la enfermedad debilitante. Los investigadores examinaron los tejidos de los individuos enfermos y de los aparentemente sanos, lo que descartó infecciones bacterianas o por protozoos, así que se centraron en los virus.
Para confirmar esta apreciación inicial, el equipo añadió virus de tejido estrella de mar enferma a los tanques de las estrellas de mar saludables, que enfermaron en una semana. (Ecoticias)
20/11/14

Las Ciencias del Mar: GEOHAB 2015: Marine Geological and Biological Habi...

Las Ciencias del Mar: GEOHAB 2015: Marine Geological and Biological Habi...: GEOHAB (Marine Geological and Biological Habitat Mapping) is an international association of marine scientists studying biophysical (i.e....

Ecosistema caribeño exótico que podría tener un equivalente en una luna del planeta Júpiter

Miércoles, 26 noviembre 2014
Biología

Ecosistema caribeño exótico que podría tener un equivalente en una luna del planeta Júpiter



Un raro ecosistema submarino ubicado frente a la costa occidental de Cuba y caracterizado por una simbiosis llamativa entre bacterias y crustáceos, y por la conducta también singular de estos últimos, demuestra la viabilidad de tal sistema, en unas condiciones similares a las que podrían existir en el océano subterráneo de Europa, un satélite de Júpiter.

Este ecosistema extraño reside en uno de los campos de fumarolas volcánicas submarinas más profundos del mundo, cuyo descubrimiento data tan solo de 2009. Allí, diminutos crustáceos, de la especie Rimicaris hybisae, se apilan unos sobre otros, capa sobre capa, arrastrándose sobre las chimeneas de roca que expelen agua caliente. Las bacterias dentro de las bocas y otras partes de los crustáceos producen materia orgánica que alimenta a estos animales. Esta es pues la fuente principal de alimentación de dichos crustáceos, aunque se tiene constancia de que a veces practican también el canibalismo.

Las bacterias de las fumarolas pueden prosperar en un ambiente extremo como este gracias a la quimiosíntesis, un proceso que no requiere luz solar y que implica a organismos obteniendo energía de las reacciones químicas. En este caso, las bacterias usan sulfuro de hidrógeno, una sustancia abundante en las fumarolas, para fabricar materia orgánica. Las temperaturas en las fumarolas pueden subir hasta unos abrasadores 400 grados centígrados (unos 750 grados Fahrenheit), pero las aguas a poco más de un par de centímetros (una pulgada) de distancia son lo bastante frías para permitirles a los crustáceos su estancia allí. Estos animales son ciegos, pero poseen receptores térmicos en la parte trasera de sus cabezas.

En concentraciones altas, el sulfuro de hidrógeno es tóxico para los organismos, pero las bacterias que alimentan a los crustáceos necesitan una cierta cantidad de esta sustancia para sobrevivir. La naturaleza ha encontrado una solución para el dilema: La posición de los crustáceos justo en la frontera entre el agua oceánica normal y oxigenada, y el agua rica en sulfuro, de manera que ellos y las bacterias puedan coexistir en armonía.

Chris German, del Instituto Oceanográfico de Woods Hole (WHOI) en Massachusetts, Max Coleman, del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA en Pasadena, California, y Cindy Van Dover, de la Universidad Duke en Durham, Carolina del Norte, todas estas instituciones en Estados Unidos, figuran entre quienes han estado investigando este exótico ecosistema. Sus implicaciones para la astrobiología han sido lo bastante claras como para merecer financiación de la NASA.

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Aglomeración notable de individuos de Rimicaris hybisae. (Foto: Chris German, WHOI/NSF, NASA/ROV Jason ©2012 Woods Hole Oceanographic Institution)

El objetivo general de esta línea de investigación es ver cuánta vida o biomasa puede ser mantenida por la energía química de las fumarolas hidrotermales.

El descubrimiento de las fumarolas hidrotermales del fondo oceánico en 1977 rompió muchos dogmas sobre la vida. Se demostró que en la oscuridad perpetua del fondo del mar es factible la existencia estable de ecosistemas bastante complejos sostenidos por tales fumarolas y basados en el uso de la energía química para producir nutrientes, en vez de la energía de la luz solar utilizada por la mayoría de los vegetales y que es la base esencial de los ecosistemas en la superficie.

Las fumarolas hidrotermales se forman en el lecho oceánico debido al movimiento de las placas tectónicas. Donde el fondo del mar se vuelve delgado, el magma caliente bajo la corteza crea una hendidura de la que brota agua calentada por los procesos geotérmicos, que alcanza temperaturas capaces de superar los 400 grados centígrados.

En los últimos años está cobrando cada vez más fuerza en la comunidad científica la creencia de que la vida en la Tierra se inició en fumarolas hidrotermales del fondo del mar. Por tanto, los ecosistemas como el investigado frente a Cuba podrían aportar pistas sobre cómo surgieron las primeras formas de vida en nuestro planeta. También permiten vislumbrar las características básicas de eventuales ecosistemas de este tipo en lugares extraterrestres con ciertas similitudes ambientales, como por ejemplo el océano subterráneo de la luna Europa.

La vida microbiana es la más simple, y por tanto la que más probabilidades tiene de existir en cualquier lugar, como por ejemplo la luna Europa. En cuanto a si podría existir en Europa vida más compleja, y concretamente un animal como el Rimicaris hybisae, ello depende mucho de la cantidad real de energía que sea liberada allí, a través por ejemplo de fumarolas hidrotermales, tal como apunta Emma Versteegh, investigadora del JPL.

miércoles, 5 de noviembre de 2014

Descubierta una milenaria y misteriosa estructura bajo el mar de Galilea



 Descubierta una milenaria y misteriosa estructura bajo el mar de Galilea

Por Alfred López | Cuaderno de Historias – mar, 16 abr 2013
Los continuos estudios arqueológicos que se realizan en cualquier rincón del planeta nos traen a menudo numerosas noticias de descubrimientos que no dejan de ser sorprendentes, ya que en la mayoría de ocasiones se trata de hallazgos que pertenecen a civilizaciones y poblaciones que existieron hace miles de años, en los que se encuentran evidencias de lo avanzados que ya estaban en aquella época y, sobre todo, nos dejan intrigados por el hecho de realizar algunas edificaciones con unos elementos tan rudimentarios y primitivos como los que poseían.

Recientemente, en el lugar en el que hoy en día se encuentra el mar de Galilea, un grupo de arqueólogos ha descubierto en su fondo una gigantesca y misteriosa estructura realizada con piedras y que, posiblemente, data del tercer milenio antes de Cristo.

El lugar por el que, según los escritos que aparecen en la Biblia, Jesús caminó sobre sus aguas ha estado escondiendo todo este tiempo esta monumental estructura realizada de piedras de basalto y cantos rodados y cuyas dimensiones tiene una superficie aproximada de 70 metros y diez metros de alto y su peso se calcula que estará en torno a las 60 mil toneladas.

Ahora cabe especular, por parte de los arqueólogos y especialistas que allí se encuentran, dirigidos por Yitzhak Paz (Universidad de Ben-Gurion, Israel), de qué se trata, qué se esconde bajo ese gran número de piedras y qué es lo que representa dicha estructura, la cual (y aparentemente) no sigue un patrón de construcción, pero que es muy afín a otro tipo de estructuras de la época encontradas en otros lugares no demasiado lejanos y de antigüedad similar.

Muy posiblemente, cabe la posibilidad de que la estructura se realizase para marcar lugares en el que se enterraba antiguamente, pero el hecho de que ese lugar ahora se encuentre cubierto de agua por ese gran lago que forma el mar de Galilea dificulta en parte las tareas de investigación y estudio, ya que debe realizarse a través de buzos e inmersiones.

El equipo de Yitzhak Paz está trabajando en la posibilidad de realizar una excavación arqueológica subacuática, con el fin de disponer de la máxima información posible que determine y dé respuestas a todas las incógnitas surgidas tras el hallazgo.

Cabe destacar que, si se confirma que la antigüedad de esta estructura corresponde al tercer milenio antes de Cristo, muy posiblemente se trate de algo muy relacionado con Khirbet Kerak (también llamada Beth Yerah) una de las ciudades más poderosas y fortificadas de la región, claro ejemplo de organización y trabajo colectivo, algo imprescindible para la realización en su día de este tipo de construcciones.

Los resultados de este hallazgo han sido publicados en el número de marzo de la prestigiosa revista científica International Journal of Nautical Archaeology

Podéis encontrar más imágenes en la galería de livescience

Primeras observaciones en directo de un raro rape de aguas profundas




Primeras observaciones en directo de un raro rape de aguas profundas

Investigadores grabaron en video el coloratus Chaunacops rape en varios montes submarinos de la costa central de California. Los peces normalmente se esconde en las zonas de sedimento suave en los bordes de los flujos de lava. En la cabeza de los peces es un "yesca" de color claro que funciona como un señuelo de la pesca.
"Un pez, dos peces, pez rojo, pez azul", con un cuerpo bulboso y escamas puntiagudas, un señuelo peluda colgando de su cabeza, y las aletas del pie-como que utiliza para "caminar" a lo largo del fondo del mar, la alta mar rape coloratus Chaunacops parece salido de un libro del Dr. Seuss. En un artículo reciente, MBARI investigador Lonny Lundsten y sus coautores describen las primeras observaciones de estos raros peces en su, hábitat de aguas profundas naturales. Además de documentar estos peces que caminan en el fondo marino y la pesca con sus señuelos incorporadas, los investigadores descubrieron que el cambio de color de los peces de azul a rojo a medida que envejecen.

C. coloratus fue descrita por primera vez a partir de una sola muestra recogidos en las costas de Panamá durante una expedición en 1891 a bordo del vapor estadounidense Comisión de Peces Albatros. Sin embargo, durante más de 100 años, los investigadores marinos recogidos peces de aguas profundas con redes de arrastre y dragas, por lo que este rape nunca fue visto con vida. Eso cambió en 2002, cuando los investigadores de MBARI, Moss Landing Marine Laboratories, y el Monterey Bay National Marine Sanctuary utilizan el vehículo operado por control remoto (ROV) para explorar Tiburon montaña submarina de Davidson-un volcán extinto en la costa de California Central.

Cuando los investigadores vieron por primera vez este pescado en vídeo desde el ROV, que no eran exactamente seguro de qué tipo de pescado que era. Aunque C. coloratus había sido dragado de los ambientes de aguas profundas en otras cuencas oceánicas, que nunca se había visto en el Pacífico norte. Después de la travesía, los investigadores reclutaron a los ictiólogos de la Academia de Ciencias de California y en otras partes para ayudar a identificar los peces.

Luego, en 2010, los investigadores observaron MBARI seis más de estos peces únicos durante inmersiones del ROV Taney en montes submarinos, otro conjunto de volcanes extintos en la costa de California. Esta vez, el equipo de investigación se dio cuenta de que no todos los peces eran de color rojo o de color de rosa, ya que previamente habían sido descritas en la literatura científica. En cambio, algunos de los peces eran azules.

Después de comparar los tamaños de los peces en los vídeos de ROV, los científicos observaron que los peces rojos eran más grandes y más maduros, mientras que los pescados azules eran más jóvenes y más pequeños. A partir de estas observaciones, se infiere que este pez probablemente comienza su vida en una forma larval transparente, se vuelve azul como un menor de edad, y se convierte en rojo en la edad adulta.

Uno de los rasgos notables de todo el rape es su capacidad para atraer a sus presas usando partes de sus cuerpos que funcionan como señuelos. Durante una inmersión de ROV, los investigadores observaron C. coloratus desplegar una peluda, señuelo-mopa como, llamaron a una esca, la que colgaba desde el final de una aleta modificada en la parte superior de su cabeza. Después de un intento fallido de atraer a la presa, el rape y luego guardó su equipo de pesca de distancia en una cavidad especial situado entre sus ojos.

Además de presenciar el rape utilizando su "señuelo" Lundsten y sus colegas también observaron C. coloratus movimiento a través del fondo del mar de una manera similar a caminar. Este comportamiento es común entre parientes de aguas poco profundas C. coloratus ', los peces rana, pero no se había observado en C. coloratus. Los científicos especulan que 'caminando' es más eficiente energéticamente que nadar distancias cortas, y que también perturba el agua de mar que rodea menos, la reducción de las posibilidades de la cercana presa sorprendente.

Como resultado de las observaciones del ROV MBARI, los investigadores también aprendieron que C. coloratus puede vivir a una profundidad de 3.300 metros (11.000 pies) bajo la superficie del océano. Colecciones de arrastre de red anteriores sugirieron que el pez vivía sólo a profundidades de 1.250 a 1.789 metros (4.100 a 5.900 pies).

Dadas las grandes profundidades estos peces habitan, no es de extrañar que nunca antes había sido visto con vida. También es una prueba de la utilidad de los ROV, que han proporcionado a los científicos marinos con una nueva ventana en el mar profundo. MBARI ha sido pionera en el uso de ROV para estudiar los animales en la media agua y en el fondo marino profundo, el descubrimiento de nuevas especies, la observación de los animales que nunca se han visto antes, que documentan las conductas previamente desconocidas, y la recolección de los individuos en su hábitat nativo.

Lundsten espera que futuras observaciones de este pez en su hábitat nativo, junto con un examen adicional de las muestras recogidas y los datos genéticos, pueden revelar más información acerca de estos animales inusuales. Al igual que con muchas criaturas de aguas profundas, todavía sabemos muy poco sobre la biología básica de C. coloratus, tales como lo que come, cómo se reproduce, y el tiempo que vive. Los estudios futuros también pueden revelar si ellos (al igual que otro rape) utilizan señuelos bioluminiscentes, y cómo los individuos recolectados fuera de California están relacionadas con las que se encuentran en otras partes del océano.

Lundsten dice, "cuando encuentres algo tan raro como este pequeño pez, es importante documentar claramente lo que se puede ... y luego hacer la información disponible para que otros investigadores actuales y futuras tengan acceso a los ficheros y la información derivada de las muestras. "Para ello, los científicos MBARI publicaron sus observaciones detalladas de C. coloratus y depositan las muestras se recogieron en una colección de referencia en la Academia de Ciencias de California. También archivan los datos moleculares sobre los peces, incluyendo secuencias de genes, en GenBank, una base de datos científica internacional amplia de la información del ADN.

En nuestros continuos esfuerzos por comprender los océanos del mundo, cada pequeña pieza que cuenta. Un pez, dos peces, las pequeñas piezas se suman a un todo más grande. También pueden estimular nuestra capacidad de asombro. Como dice Lundsten, "tengo curiosidad sobre el mundo, y tener el deseo de hacer una contribución a nuestra comprensión de la misma, incluso si es sólo la adición de un poco más de información acerca de un pequeño pez que la mayoría de las personas nunca verán. En la final, que espera inspirar a otras personas a hacer lo mismo, especialmente los niños ".

Artículo escrito por Dana Lacono

lunes, 3 de noviembre de 2014

Un seísmo de 4´7 grados con epicentro en el mar se siente en Andalucía

Este nuevo seísmo, en nuestro país, me ha vuelto a recordar algo que pensé trás el tsunami del 2004 en el océano Índico y la leyenda luego confirmada de que algunos animales se habían salvado porque presintiendo el peligro se habían retirado al interior.
Respecto a este tema hay un interesante artículo " Los animales y sus señales" en la web "Alerta Tierra".
(enlace: http://www.alertatierra.com/TierAnimales.htm ) que recomiendo al lector. Creo que es una probable linea de investigación a seguir muy interesante, y me permito sugerir a los que gobiernan la comunidad internacional que a ser posible intenten apoyar el estudio de esta posibilidad y si acelerando este proyecto de investigación pudiera haber resultados a corto plazo que mitigasen los destrozos que causan los seismos a las poblaciones y a su entorno.

Salvador Lechuga Lombos
Dir. de Comunicación
Fundación FO-MAR

 Un seismo de 4-7 grados con epicentro en el mar se siente en Andalucía

sábado, 1 de noviembre de 2014

LA FUNDACIÓN FO-MAR EN BUSCA DE LA NAO SANTA MARIA

LA FUNDACIÓN FO-MAR EN BUSCA DE LA NAO SANTA MARIA


La nao Santa Maria esta enterrada, no bajo el mar

Esa es la conclusión del mayor y más metódico estudio realizado hasta la fecha por un grupo de científicos españoles
Jesús García Calero  / Madrid |  

Esta es la historia de un ambicioso proyecto científico español que fue completado, pero que no pudo ponerse en práctica. Fue culpa de un golpe de Estado. Aunque pocos lo recuerdan ya. España estuvo a punto de excavar en 1991 los restos de la nao Santa María, la nave capitana con la que Cristóbal Colón llegó a América.


El Gobierno de Felipe González encargó un proyecto científico de cierta envergadura con el fin de celebrar el V Centenario del Descubrimiento con el hallazgo en Haití de uno de los pecios más importante para la historia de la Humanidad. Pero entonces, justo cuando iban a empezar a prospectar y excavar el lugar elegido, aquel agosto de 1991, el general Raoul Cedrás levantó al ejército haitiano y derrocó al presidente Jean-Bertrand Aristide. Y el equipo de investigadores españoles tuvo que salir de la isla apresuradamente.


Su trabajo sigue vigente y es el más completo estudio científico realizado hasta la fecha sobre este tema. Mucho más creíble que el supuesto hallazgo pregonado la semana pasada por el investigador estadounidense Barry Clifford, patrocinado por el History Channel, que ha sido recibido con gran desconfianza por los arqueólogos de ambos lados del Atlántico. No en vano Clifford tiene un pasado de cazatesoros...


Entusiasmo por el proyecto
Hablar con María Luisa Cazorla, que dirigió el proyecto científico español, es evocar el entusiasmo de quien durante años estuvo sumergido en este caso, leyendo cada documento relevante que los archivos españoles albergaban sobre el naufragio. Y cada mapa de la zona, desde la tenue línea de costa que Colón (o pudo ser tal vez su hermano Bartolomé) dibujó en la nao y se convirtió en el primer mapa que existe de la tierra americana hasta los mapas de satélite. Pero eso solo fue el principio. Siguieron estudios matemáticos, astronómicos, hidrográficos, de corrientes, climáticos, geológicos... Lo dicho, nadie ha llegado tan profundo en este asunto desde entonces. «Probablemente, nadie ha leído los diarios de los viajes de Colón como yo», comenta.


Era un puñado de españoles decididos el que formó este pluridisciplinar equipo, bajo la dirección de María Luisa Cazorla y la iniciativa de Enrique Lechuga (entonces responsable de la actividad arqueológica de la Comisión del Quinto Centenario y hoy director de la Fundación Fomar) a los que se sumó la pericia geológica del catedrático Alfonso Maldonado, hoy director gerente del instituto petrofísico de la Universidad Politécnica y también la sabiduría astronómica del catedrático de la Complutense, Miguel Sevilla de Lerma.


La conclusión de su trabajo, que es muy sorprendente, sigue perfectamente vigente hoy. A falta de comprobar sus resultados sobre el terreno, la nao Santa María no está ya en el mar, sino debajo de 6 o 7 metros de tierra en una zona de unos 300 metros que tienen perfectamente delimitada. «Los restos, si existen, porque hablamos de un clima tropical y una zona de gran actividad biológica y geomórfica impresionante, están ahí, junto a un arrecife que el aluvión del Gran Rivière du Nord ha colmatado. Lo que haya está donde yo digo, eso no hay duda, porque hemos hecho una reconstrucción absoluta de las últimas 24 horas de la Santa María», asegura María Luisa Cazorla. ¿Cómo es posible?


El primer naufragio europeo en América
El barco de Colón encalló en la costa norte de lo que hoy es Haití. Fue en la madrugada del 25 de diciembre de 1492, con el mar quieto como una escudilla, mientras un grumete iba a la caña. Varó con muy mala suerte, en el momento de la máxima marea anual, según se demuestra en este estudio. Por eso Colón supo pronto, en cuestión de minutos, que nada podría salvar la nave, puesto que el agua no volvería a subir tanto hasta el año siguiente y mientras la tripulación cumplía sus primeras órdenes el agua habría bajado 10 centímetros y no se podía salir de varada.

«Es mala suerte donde las haya. Era el instante máximo de la máxima marea del año. Por eso no pudo salir de varada. Mientras se dio cuenta, levantó a todo el mundo y dio algunas órdenes el agua había bajado diez centímetros, que en ese momento suponían la vida -recuerda Cazonrla-». Por ello, el navegante decidió emplear los materiales de aquella nave para otra misión. Con la carga y parte de la madera se construyó el Fuerte Navidad, el primer asentamiento europeo en América.

¿La culpa fue del grumete, o de quien lo dejó gobernar el barco en la calma chica? «La culpa sería de quien fuese, pero está claro que Colón tomó las decisiones correctas en aquel trance (bueno no tan correcto si el grumete llevaba la caña, pero tampoco se sabía que había arrecifes)». En esta época es la experiencia lo único que contaba. La directora del proyecto recuerda que si Colón decía que estaba a legua y media tenía un margen de error del 10%. Todo eso ha sido tenido en cuenta por los científicos españoles.

«Otros estudiosos, como Samuel Eliot Morison, cometieron graves errores, como no tener en cuenta el cambio de calendario -del Juliano al Gregoriano- al medir la lunación y las mareas», subraya Cazorla. «De hecho el naufragio en realidad aconteció el 3 de enero (de nuestro calendario) y no sé como a Morison, que luego llegó a Almirante, se le pudo pasar ese detalle». Cazorla va más allá cuando señala también el error de que en el relato del estudioso se hable de un naufragio con la luna nueva cuando había luna llena. Y sitúa el naufragio hacia las 4:43 minutos de la mañana y no al principio de la guardia de medianoche.

Son miles los datos específicos que manejó este equipo. Algunos coherentes con otros hallazgos, como el de Guacanagarí, el poblado cercano que refiere el diario de Colón, o la aparición de un ancla en la zona, que bien podría ser la de la Santa María abandonada en la playa, que refiere el doctor Chanca en su relación del segundo viaje colombino. Toda esa zona está enterrada bajo toneladas de aluvión arrastrado por el río que ha ganado un delta de casi mil metros al mar, colmatando la primera línea de arrecifes donde debieron quedar los restos del barco. Cazorla comparó decenas de mapas de todas las épocas para llegar a describir este proceso. A lo largo de su estudio pudo comprobar cómo las inundaciones anuales ganaban metros al mar.

El estudio derriba muchos mitos sobre lo acontecido tras el naufragio y con gran profusión de datos demuestra cada detalle de aquel relato. Por ejemplo, tuvo en cuenta los datos climáticos del siglo XVII a los que muchos historiadores han dado vital importancia más tarde.


«Ver» la costa de 1492
 El equipo llegó a plantear la excavación de la zona y tenía la tecnología de georradar y tomografía eléctrico sísmica para «ver» la costa de 1492 enterrada y detectar en el subsuelo el arrecife junto al que quedó varada la Santa María («sería como excavar cerca de los canales costeros de Holanda, hay que drenar la zona»). Si se realizase esta prospección y apareciera un poco de roble español -que era la madera en la que la nao había sido construida- habríamos alcanzado el pecio más importante de la historia, con excepción del arca de Noé. Eso afirman los responsables del proyecto, porque fue el primer paso de la era de la navegación española, comparable al primer hombre que llegó a la luna.
Alfonso Maldonado, el geólogo, añade un dato particularmente esperanzador: los niveles de 1492 serán bastante sencillos de encontrar, proque hay un resto que marca el cambio de era que supuso la llegada de Colón: «Es muy sencillo y basta saber en qué estrato aparecen los pequeños dientes de ratón, que no había antes de la llegada de los españoles en esas tierras». Si en 1991 el proyecto estaba valorado en 300.000 euros, lo lógico es que aún hoy debería ser una empresa asequible: Maldonado incide en que «la tecnología necesaria es particularmente simple: después de la prospección con georradar y tomografía electrosísmica bastan unas máquinas excavadoras y mucho cuidado para acertar con el lugar, drenando la zona con el fin de eliminar el agua de las capas freáticas que haría imposible la excavación».

El ancla
Moureau de Saint Mery relata que en 1781 apareció enterrada un ancla en la zona, a 1.800 metros de la costa, y a más de 1,2 metros de profundidad, en una propiedad llamada Habitation Bellevue, hoy desaparecida. El ancla fue datada en 1892 y otra vez en 1933 como una pieza de la época de Colón. En el lugar del hallazgo, que quedó marcado, en los años treinta del siglo pasado se plantó un monolito. Es curioso ver cómo ese monolito fue enterrado más de un metro durante 40 años, como se aprecia en la foto que es de los años setenta. Esa es la velocidad en la que el terreno crece en esta zona. Es probable que ahora esté a punto de desaparecer esa referencia vital para hallar los restos de la Nao. Porque el ancla puede ser un elemento abandonado en la playa cuando los hombres de Colón construyeron el fuerte, tal como quedó testimoniado en el segundo viaje. por el doctor Diego Álvarez Chanca.

Hay que recordar que, tristemente, cuando Colón volvío un año después en su segundo viaje no quedaba nadie con vida en el Fuerte Navidad. Probablemente los españoles se mataron entre ellos (en una visión cainita) o sufrieron los ataques de tribus más agresivas que los taínos, que dejaron herido incluso al jefe del poblado de Guacanagarí, con queda constatado en los testimonios del segundo viaje.

Política más activa por parte de España
Lo que resulta hoy llamativo y elocuente es que España, después de haber estado tan cerca de hallarlo, abandonase esta idea en la que tanto esfuerzo y dinero se invirtió antes de los fastos del V Centenario y no haya intentado reactivarlo jamás. Uno más de tantos olvidos de la mejor historia que España dio al mundo y que aún espera ser contada científicamente, mientras los restos que podrían alumbrarla siguen perdidos o amenazados por empresas sin escrúpulos. María Luisa Cazorla se lamenta de «la permanente desidia que España ha demostrado hacia su historia. Aparte de este caso, se ve incluso en la peripecia del mapa de Juan de la Cosa (que era el armador de la Santa María), la primera carta náutica en la que se ve la tierra americana. Alguien lo compró a un bouquiniste de las orillas del Sena y aquí tenían problemas incluso para comprárselo» Y sigue con el legado de Isaac Peral que ellá puso a buen recaudo en Cartagena y otros casos lamentables.

Cazorla, Lechuga y Maldonado, se preguntan «por qué deberían otros contar una historia que es nuestra». El Gobierno de Haití cooperaría, puesto que ha firmado la Convención Unesco 2001 para la protección del patrimonio subacuático.

ESCAFANDRA/abc